Aporte de docentes PUCP en el equipo que sinceró las cifras de fallecidos por COVID-19
El informe final del grupo de trabajo técnico indica que más de 180,000 compatriotas fallecieron debido a la pandemia. Como parte de este equipo, la decana de la Facultad de Derecho, Dra. Rocío Villanueva, y el profesor Mag. Walter Albán brindaron sus conocimientos jurídicos y ayudaron a que los resultados sean comunicados de manera sencilla a la ciudadanía.
Texto:
Oscar García Meza / Daniel ContrerasFoto:
Andina
A mediados de abril de 2021, el Gobierno peruano creó un grupo de trabajo técnico encargado de proponer los criterios para actualizar la cifra de fallecidos por COVID-19. Tras un mes y medio de trabajo, el equipo entregó su informe final, en el que identificó que la cantidad de muertes a causa de la pandemia, desde marzo del 2020 hasta el 22 de mayo de este año, asciende a 180,764 personas. Esta cifra es mucho mayor a los 68,978 que reportaba el Ministerio de Salud. De este modo, se comprueba que la pandemia actual es una tragedia que supera las pérdidas humanas producidas en el conflicto armado interno.
En este importante grupo de trabajo técnico, participaron dos representantes de nuestra comunidad universitaria: la Dra. Rocío Villanueva, docente PUCP y decana de la Facultad de Derecho; y el Mag. Walter Albán, docente del Departamento Académico de Derecho. De carácter multidisciplinario, el equipo también estuvo conformado por los epidemiólogos Mateo Prochazka y Edgardo Nepo, el científico computacional Ragi Burhum y el biólogo computacional Patrick Wieghardt.
La información puede ser utilizada para evaluar la eficiencia de las medidas que se han aplicado. Un punto interesante en el informe es que se observa cómo han disminuido las muertes de los adultos mayores, lo cual tendría relación con el proceso de vacunación".
En la PUCP no solo se forman buenos profesionales, sino también excelentes ciudadanos y ciudadanas. Por ello, estamos permanentemente dispuestos a ver de qué forma podemos contribuir o ayudar a cuestiones que son trascendentes para la sociedad peruana".
Metodología y criterios propuestos
Muchas de las sesiones de trabajo se llevaron a cabo, menciona Villanueva, a la hora del almuerzo debido a sus apretadas agendas. En ellas, se encontró que, en el reporte diario de defunciones que se hacía, se consideraba únicamente los casos confirmados con prueba de la COVID-19 y los que Sinadef había identificado el día previo a que se publicara la sala situacional. Esta metodología generó que se consignara una menor cantidad de fallecidos de lo que realmente había.
A fin de sincerar las cifras, el grupo de trabajo propuso ampliar los criterios. Estos son el virológico, que se refiere a los fallecidos en los 60 días posteriores a una prueba molecular o antígena; el serológico, que toma en cuenta la misma cantidad de tiempo después de una prueba serológica positiva; el radiológico, que considera una imagen radiológica, tomográfica o de resonancia magnética compatible con neumonía de COVID-19; así como los criterios de nexo epidemiológico, investigación epidemiológica, clínico y del Sinadef, que alude a un certificado de defunción que presente un diagnóstico de la enfermedad. El cumplimiento de uno de los 7 criterios, como mínimo, se define como muerte por COVID-19.
A la par se tomaron en cuenta las bases de datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (NOTI); del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef); del Netlab, donde se registran los resultados de las pruebas PCR; y del Sistema integrado para COVID-19 (SiCOVID-19), el cual alberga los resultados de las pruebas serológicas y de antígeno. Tras vincular toda esta información surgió la nueva serie de datos denominada NOTI-Sinadef, una valiosa herramienta que fue entregada al Gobierno.
Como profesionales del derecho, el rol de Villanueva y Albán en el grupo de trabajo se centró sobre todo en verificar que las cuestiones vinculadas con las normas jurídicas y administrativas se cumpliesen como es debido, así como en aportar que los hallazgos sean comunicados de una manera sencilla al público. «Siempre supimos que queríamos un informe claro y de extensión moderada que pudiese ser entendido por la ciudadanía. También se incluyeron recomendaciones, preguntas frecuentes y gráficas que considero son muy clarificadoras», acota Villanueva. Por su parte, el abogado hace una mención especial al personal técnico del sector sanitario por su alta calidad y labor sacrificada.
La importancia del sinceramiento de las cifras
El hecho de que la cantidad de fallecidos se haya sincerado permitirá que el Gobierno cuente con datos de mayor calidad. De este modo, podrá tomar mejores decisiones y políticas públicas en el manejo de la pandemia. «Del mismo modo, la información puede ser utilizada para evaluar la eficiencia de las medidas que se han aplicado. Un punto interesante en el informe es que se observa cómo han disminuido las muertes de los adultos mayores, lo cual tendría relación con el proceso de vacunación», señala Villanueva.
“Esa información resulta vital para que las medidas que se adopten puedan tener el resultado que se persigue”, indica Albán en la misma línea. Además, subraya que el trabajo se hizo desde una aproximación ética que puso énfasis en mejorar la confianza y la comunicación.
Finalmente, los siete criterios que estableció el grupo de trabajo no solo sirvieron para actualizar los números, sino que ahora ya son aplicados por el Gobierno para contabilizar los decesos diarios por la enfermedad. Segúnn Albán, este esfuerzo por sincerar las cifras puede ser tomado como un ejemplo por otros países que también evidencian un desfase entre el exceso de muertes y los números oficiales.
Al servicio del país
Si bien los dos docentes de nuestra Universidad tienen distintas obligaciones y recargadas agendas, ambos no dudaron en aceptar el llamado a formar parte de este grupo técnico de manera ad honorem. Nuestra decana de la Facultad de Derecho, y también egresada de la misma facultad, menciona: “En los proyectos de vida siempre tiene que haber un espacio para la solidaridad a fin de que los conocimientos que adquirimos en la PUCP sean utilizados al servicio de los que menos tienen. Una de las maneras de servir al país es participar cuando somos convocados a este tipo de comisiones”, menciona.
“En la PUCP, no solo se forman buenos profesionales, sino también excelentes ciudadanos y ciudadanas. Ello nos obliga a estar permanentemente dispuestos a ver de qué forma podemos contribuir o ayudar a cuestiones que son trascendentales para la sociedad peruana”, puntualiza el docente Alban.
Conoce más acerca de la labor de este grupo técnico de trabajo en la entrevista realizada en En Vivo PUCP a la Dra. Rocío Villanueva.
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