"Tenemos que darles a los adolescentes herramientas para la construcción de su identidad"
¿Será cierto que el paso de la niñez a la adolescencia es el cambio generacional más traumático que nos toca afrontar o es solo una percepción? ¿Construir nuestra identidad resulta más sencillo en sociedades heterogéneas u homogéneas? Le hicimos estas y otras preguntas a la Dra. Margarita Azmitia, quien nos visitó recientemente para dar una conferencia titulada «Hitos del desarrollo durante las transiciones: de la niñez a la adolescencia», organizada por la Maestría en Cognición, Aprendizaje y Desarrollo y Estudios Generales Letras.
-
Margarita Azmitia
Docente del Departamento de Psicología de la Universidad de California Santa Cruz (EE.UU.).
Texto:
Luis YáñezFotografía:
Felix Ingaruca
¿Cuáles son los cambios más drásticos que se producen en este periodo?
El cambio que estimula todo es la pubertad. Sus cuerpos van cambiando, van adquiriendo apariencia de adultos sin serlo y quieren ser libres, por lo que surgen los primeros conflictos familiares. Los medios de comunicación presentan imágenes de hombres y mujeres “bonitos”, y cuando los niños y niñas ven que no se parecen a estos modelos, se generan problemas de autoestima. El interés sexual aparece con mayor intensidad y ahora es posible entablar relaciones con consecuencias. Los amigos se vuelven mucho más importantes que antes. Todo esto influye.
¿Es la transición generacional más traumática que tenemos en nuestra vida?
Cuando hablo con padres de familia o con docentes me dicen: «Ay, ¡cuando el niño se vuelva adolescente será rebelde!». Culturalmente pensamos que es así, tenemos la imagen que la adolescencia es una etapa sin control y problemática. Pero hay otras transiciones que también son difíciles. Por ejemplo, cuando vamos por primera vez a la escuela, cuando buscamos trabajo o cuando nos toca jubilarnos. Si pensamos que va a ser problemático, lo será.
Es un periodo que ni los padres ni los niños saben manejar…
Así es. Los adolescentes no se sienten a gusto en ningún mundo: ya no son niños pero tampoco son grandes, es un tiempo de búsqueda de identidad. Por otro lado, a los padres les preocupa que sus hijos se vayan por el mal camino y quieren controlarlos antes de considerar darles un poco más de libertad.
Si bien este temor forma parte de la percepción cultural que tenemos sobre la adolescencia, tampoco hay que pensar que no pasa nada en esta etapa. Sí hay problemas reales por los que preocuparse: hay un incremento de problemas de salud mental, como la depresión y los desórdenes alimenticios (anorexia, bulimia).
¿Cómo se podría explicar el proceso de construcción de identidad de la niñez a la adolescencia?
Depende de qué teoría. Ericcson enfoca el desarrollo de la identidad personal y dice que, cuando llegamos a la adolescencia, resulta importante que cuestionemos los valores y principios familiares para formarnos una opinión al respecto.
Pero parte del desarrollo de la identidad también es saber quién soy debido a mis grupos. Si soy mujer, quechuahablante, de la clase pobre, estudiante… Todos estos grupos tienen valores y son parte de uno, así que en vez de tener una sola identidad, tenemos varias, según el contexto. Este proceso comienza en la adolescencia y no termina hasta la adultez, y muchas veces los valores de uno y otro grupo entran en conflicto.
Por lo que dice, en una sociedad más homogénea, la construcción de identidad podría resultar más fácil que en sociedades diversas como la peruana, que aún no halla una identidad social propia.
En una cultura homogénea no tiene tantas opciones y los patrones de identidad adulta están muy marcados. Por ejemplo, en la sociedad japonesa debes aceptar el sistema colectivo o irte del país. Hace 10 años, las mujeres profesionales se iban porque la cultura las obligaba a dejar de trabajar si se casaban.
Pero en el extremo opuesto, si vives en una sociedad heterogénea, la búsqueda de la identidad también resulta problemática porque, al tener más opciones, la probabilidad de confusión aumenta. Tener tanta diversidad puede ser vista como una oportunidad pero también es paralizante.
¿Las nuevas tecnologías están haciendo este proceso de transición más sencillo o más complicado?
Lo están haciendo más difícil. Si la sociedad peruana ya resulta suficientemente compleja, imagínese ahora que vivimos en una comunidad global. Hay muchísimas más opciones.
¿Los jóvenes socializan más o menos que antes?
Socializan más, pero no es una interacción directa, cara a cara. Yo recuerdo que cuando traía una nueva amiga a mi casa, mis padres me preguntaban quiénes eran sus padres y si conocían a su familia. Ahora el control de las amistades ya no está en manos de los padres ni de los docentes, sino de los propios adolescentes.
Y ya no importa si sus amigos viven lejos: los niños se mandan mensajes de texto constantemente, se comunican vía Whatsapp o Skype. El problema con internet es que nunca estás solo y muchas de las ideas que reflexionábamos en privado acaban publicadas en un tuit o en un muro de FB.
En este contexto, ¿qué rol cumplen los padres de familia y los educadores que están acompañando este periodo de transición?
Como padres y educadores tenemos que darles a los estudiantes herramientas para la construcción de su identidad. Tenemos que orientarlos, conversar con ellos, escucharlos, decirles que aquí estamos. Si quieren ser artistas en vez de abogados, platiquemos sobre eso en vez de decir: «Ya no eres parte de la familia». En estas conversaciones probablemente nos digan cosas que no estamos preparados para oír o que sean difíciles, pero por lo menos sabemos de dónde vienen.
¿Qué recomendación final daría a los padres de familia?
Les diría que sus hijos no tienen la madurez que ellos creen y que los necesitan más que antes. Los padres de familia deben entablar un nuevo tipo de relación con sus hijos, que les permita mantenerse enterados sobre lo que les está pasando pero que respete sus espacios. Esto facilitará la transición ya que su hijo sentirá que puede confiar en él y se logrará una mejor comunicación. Solo hay que buscar nuevas formas de estar pendientes y observar.
El Perfil
Nombre: Margarita Azmitia
Deja un comentario
BETINA DIAZ
Esta publicación fue puntual e interesante para la información que buscaba. Gracias