"No hay posibilidad de un cambio social sin una buena estrategia de comunicación"
Luis Peirano, actual ministro de Cultura y fundador de la Maestría en Comunicaciones de la PUCP, explica la importancia de una especialización en el área de comunicaciones y cómo esta formación ha tomado fuerza tanto en las empresas privadas y públicas.
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Luis Peirano
Docente del Departamento de Comunicaciones y director teatral
Texto:
Susana NavarroFotografía:
Mario Lack
Actualmente, ¿cree que se está dando más énfasis a las áreas de comunicación?
Obviamente que sí y las facultades de comunicación se están perfilando más en sus objetivos y se especializan cada vez más, no solamente en la capacitación general como en los marcos de referencia principales de la comunicación, sino que ya hay más precisiones, existe la necesidad de una especialización mayor. Efectivamente, tenían razón aquellos que decían que un buen comunicador podía ser un buen periodista, escritor o un videasta, con un poco de talento e imaginación, y que podían entrar al campo de la profesión. Los periodistas de antes decían que el buen periodismo se aprendía en las salas de redacción y tenían razón porque el ejercicio profesional es lo que va a definir tu condición de comunicador, pero cada vez más, es indispensable tener un nivel de formación. Hay quienes lo tienen porque son profesionales autodidactas, es decir, lo hacen con naturalidad, pero no todos tienen esa disposición, el talento, tiempo y las oportunidades.
Existen empresas o personas que creen que para realizar el trabajo del comunicador no es necesario especializarse. ¿Qué opina al respecto?
No creo que exista una empresa seria que crea que el trabajo de un comunicador lo pueda hacer cualquiera, con lo que se ha avanzado en este campo, se reconoce que la gente que se desempeña como comunicador son profesionales calificados y con talentos especiales. No todo el mundo se puede desempeñar en esta profesión, hay gente que piensa y reflexiona muy bien, pero para ser un buen comunicador, se necesita no solo tener ideas y vivencias, sino también ponerse en el lugar de aquel a quien se le quiere comunicar algo, reconocer cuál es el interés de la empresa a la que uno sirve, compartir esos intereses y diseñar las estrategias especificas de comunicación en función a eso. Las buenas empresas lo saben muy bien, tanto las públicas como las privadas.
Para la Maestría de Comunicaciones que se ofrece ahora, se están dando tres áreas de especialización. Nos podría indicar en qué consisten.
Comunicación para el cambio social. No hay posibilidad de un cambio social sin una buena estrategia de comunicación. En realidad, el ser humano se acostumbra a lo que ha hecho por un tiempo aunque esté mal, entonces para realizar cualquier propuesta de cambio se requiere de una estrategia de comunicación, obviamente no es lo único, pero se acompaña siempre a un proceso más integral de reforma y cambio, es una dimensión inherente y fundamental. Esto se puede dar a nivel de empresas, por más pequeña que esta sea y mucho más claramente a nivel macro, como los grandes proyectos de desarrollo. Por eso, creo que todas las instancias a nivel internacional, nacional, regional o local perciben la necesidad de tener comunicadores entrenados.
Gestión de contenidos. Hay personas que son muy buenas tratando temas de planteamientos formales de la comunicación, que son muy importantes, pero no suficientes. Un buen comunicador si no tiene contenidos y una buena preparación conceptual, incluso de manera verbal, puede perder cualquier posibilidad de impacto por más hábil que sea, y esto se multiplica cuando hablamos de herramientas más complejas, como la escritura, la comunicación visual o sonora, que requieren de un entrenamiento especial. Es necesario saber adecuar los contenidos a las herramientas, por eso es muy interesante alguien que se especialice en esto mucho más allá de las formas.
Gestión estratégica de la comunicación pública. El Estado y, en general, todos los organismos de servicio público deben tener una estupenda comunicación con aquellos a quienes sirven, en este caso la ciudadanía. Esto requiere de un proceso estratégico específico porque existen diversos elementos que pueden ser contrarios o simplemente críticos. Nuestra sociedad comunicativa es esencialmente crítica y en algunos casos esto es una virtud y en otros un defecto. A veces se critica positivamente o de manera negativa en función de intereses que no son específicamente muy santos, sino que responden a intereses privados, por eso es que una estrategia de comunicación es muy importante.
Con respecto a esta última especialización, desde su punto de vista, ¿el sector público le da importancia al trabajo de los comunicadores?
En el sector público, se hace cada vez más evidente la necesidad de una comunicación fluida y permanente como un requisito fundamental. Cuando hay problemas en una institución pública, generalmente, se dice ‘no hemos sabido comunicar’, y en la política eso se ve de manera más marcada, uno debe saber comunicar las cosas que se hacen. A veces, se piensa que uno puede ‘ahorrar’ en el área de comunicaciones, pero esto es una torpeza, porque es una parte vital de los procesos de producción, en el cual también se debe incluir una dimensión en la que se comunica lo que se está produciendo, desde el punto de vista económico, político e ideológico, esto es fundamental.
Conoce más sobre la Maestría en Comunicaciones.
El Perfil
Nombre: Luis Peirano
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