¿A qué adjudica Ud. el triunfo de François Hollande en las elecciones presidenciales francesas?

Uno de los principales factores a favor fue la personalidad de Hollande, cuyo eslogan de campaña fue “voy a ser un presidente normal”. Lo que decía era que no iba a mezclar su riqueza personal con la riqueza pública y que tendría un primer ministro que realmente dirija el gobierno, como dice la Constitución (y no como Sarkozy, que trataba al suyo como un simple colaborador).

Otro factor importante es que con la crisis europea, los gobernantes que buscaron la reelección están perdiendo las elecciones. Donde gobernaba la derecha entró la izquierda (como en el caso de Francia) o viceversa (como en el caso de España), lo que refleja la voluntad de cambio de la gente. Y en Alemania, la Unión Democrática Cristiana (CDU), el partido de Angela Merkel, que parecía ser el centro político más consolidado, está comenzando a bajar significativamente su aceptación y amenaza la continuidad futura de la canciller.

Según su criterio, ¿cuáles serían los principales errores del mandato de Nicolas Sarkozy?

La elección pasada, Sarkozy ganó con el 52% y ahora ha perdido por el 48%, por lo que la diferencia en sí misma resulta pequeña. Sin embargo, Nicolas Sarkozy rompió una serie de tabúes relacionados a la gestión presidencial: interrelacionaba su vida pública y su vida privada, se exponía en público con amigos pudientes, usaba grandes relojes y joyas, mantuvo la tendencia agresiva de oponer unas personas contra otras y generaba mucha confusión al hacer y deshacer una serie de reformas. Su presencia a nivel de Europa que al final creo escepticismo en todos.

Después de 17 años, Francia ha elegido a un presidente socialista. ¿Qué representa esta victoria para la izquierda europea?

Este suceso tiene una gran significación para Europa porque rompe con la manera cómo enfrentar la crisis y desviste la teoría política relacionada a la austeridad, la reducción de los empleos y las cuentas fiscales, y el sometimiento de la gente a condiciones de ajuste que no tienen cuándo acabar.

Hollande apuesta por un ajuste estricto en las cuentas y de manera conjunta, por el desarrollo de una política de crecimiento, medida que ha sido aseverado por el tecnócrata y primer ministro italiano Mario Monti y por el presidente de la Comisión Europea José Manuel Durão Barroso, lo que quiere decir que es un discurso manejable por los líderes. Lo laborioso viene ahora, en el sentido de poner en práctica esas ideas generales con políticas específicas, lo que no está totalmente claro cómo se va a hacer.

¿Con Hollande se mantendrá el eje franco-alemán que antes conformaban Sarkozy y Merkel o los otros estados miembros de la UE querrán recuperar mayor protagonismo?

Ambas alternativas son correctas. Hay que recordar que la paz europea se funda en función de la relación franco-alemana, que es muy importante para la estabilidad de Europa y nadie la puede poner en duda. Desde la época de François Mitterrand – Helmut Kohl, ambos países han tenido una relación muy estrecha y Jacques Delors me dijo personalmente que no podía haber trabajado la idea de la Unión Europea sin ella. La dupla Jacques Chirac-Gerhard Schröder continuó esta relación, aunque abandonó el modelo comunitario y la idea de la Europa unida.

La relación franco-alemana no tiene mucho que ver con la coyuntura política o con quién gobierne en cada país. Una anécdota muy significativa es que Merkel, a pesar de desarrollar prácticamente una campaña a favor de Sarkozy, tres horas después de saber que el elegido había sido Hollande, lo invitó a Berlín. Y la primera cosa que hizo Hollande una vez que asumió el cargo fue viajar a Alemania y encontrarse con Merkel. El símbolo de la reconciliación entre estos dos grandes países es muy fuerte y va más allá del euro, que en este caso sería algo secundario.

La política de Hollande es que todos los países comunitarios, sobre todo los doce más fuertes, puedan tener mayor presencia y un mayor nivel de decisión colectiva. De hecho, Mario Monti está participando en las mesas de negociación. Contrariamente a los discursos cerrados de los nacionalistas, el discurso abierto de Hollande permite alcanzar consensos a nivel europeo.

El Banco Central Europeo (BCE) ha previsto que la economía de la eurozona se contraerá el 2012 y ha previsto un crecimiento del 1% para el 2013. ¿Qué medidas deberá tomar la Unión Europea para que esto sea realidad?

El euro fue creado muy rápidamente, antes que existiera una integración política europea consolidada o un sustento monetario que permitiera esa estabilidad. Por eso hay mucha desigualdad entre los países miembros. La crisis no es solo europea sino global y encuentra a Europa en un momento de debilidad. Debemos repensar el modelo europeo para solucionar esta crisis; los países miembros de la UE se verán obligados a acelerar procesos de integración política. Quizá en un futuro no muy lejano, la UE pueda concebirse como una concentración reforzada donde no haya tantos países miembros pero los que quedan serán fuertes y podrán dialogar de manera más igualitaria entre sí.

¿Grecia debe salir o mantenerse en la zona euro? El presidente Hollande ha señalado que hará todo lo posible para que permanezca al interior de la eurozona…

Como dice el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, Europa tiene los suficientes medios para sostener a Grecia, que representa el 2% de la riqueza europea. Los griegos piensan que deben quedarse, pero los países miembros ven que Grecia como un país con graves dificultades de estabilidad; es una incógnita lo que va a pasar. En cifras generales, aunque Estados Unidos se sostiene con el dólar, Europa está en una mejor situación económica. Además China será una competencia fuerte para EE.UU., por lo que Europa tendría una posibilidad de salir adelante.

¿Cuán importante resulta la jornada electoral de junio, en la que se elegirán a los representantes del poder legislativo francés? ¿Qué pasaría si el Partido Socialista no logra obtener la mayoría en el Parlamento?

Me parecería extraño que el Partido Socialista alcance la mayoría por sí solo. Lo más probable es que se dé la dinámica de las elecciones presidenciales y que busque aliados como la extrema izquierda (que es más bien proteccionista) o los ecologistas (que han tenido malos resultados en las elecciones) para alcanzar la mayoría en el Parlamento.

Por otro lado, Francia tiene una tradición de cohabitación, en la cual si el partido de gobierno no obtiene mayoría, se produce una transacción que resultado positiva para Francia pero que no suele gustar a los partidos. La opinión pública francesa está de acuerdo con esta medida porque tienen temor que un solo grupo concentre todo el poder. Es más, en una situación de crisis como la actual, es necesario que los grupos políticos dialoguen entre sí.

El Perfil

Nombre: Pierre Calame