"La tecnología por sí sola no nos salvará"
Dos gurúes en el uso de nuevas tecnologías de información y comunicación para la educación y el aprendizaje Marc Prensky y John “Pathfinder” Lester fueron los expositores de lujo del Seminario Internacional PUCP Innovando en las organizaciones: Videojuegos y mundos virtuales, organizado por el Grupo Avatar. Dialogamos con John Lester sobre los cambios que estas herramientas están generando en nuestras relaciones humanas.
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John Lester
Experto en mundos virtuales
Texto:
Luis YáñezFotografía:
Gisella San Miguel
¿Qué papeles pueden cumplir los mundos virtuales y los videojuegos -entre otras herramientas tecnológicas- para la educación de nuestros días?
Si bien son tecnologías diferentes, todas están relacionadas entre sí. Están sobrepuestas. En un mundo virtual existen diferentes niveles de percepción emergente (2D, 3D) que te dan una sensación de lugar y ubicación, sientes que formas parte de ese mundo, interactúas con otras personas. En los videojuegos tienes metas predefinidas que te permiten ganar de manera parcial o total, medidas de progreso creadas por los usuarios. Hay diversos tipos de mundos virtuales, diferentes entre sí; las aplicaciones de estas herramientas son tan variadas como los usos del fuego.
Estoy muy interesado en el aspecto educacional, pero no solo entendido en un ambiente académico. Hay mucho aprendizaje que ocurre dentro de un ambiente empresarial (por ejemplo, durante el entrenamiento de personal para mejorar sus habilidades de innovación); también se puede aprender jugando. Piensa en la interfaz del usuario de World of Warcraft: es un entretenimiento de fantasía, pero si juegas en clanes o realizas una búsqueda a larga escala con múltiples usuarios, desarrollas habilidades para manejar grupos complejos. En mi opinión, el aprendizaje es un denominador común alrededor de estas tecnologías.
Algunas personas consideran que jugar videojuegos o entrar a mundos virtuales es una pérdida de tiempo…
Los videojuegos, las simulaciones en 3D, las redes sociales, Twitter… Todos ellos constituyen nuevos medios de expresión para comunicar nuestras ideas, compartir información, forman un nuevo tipo de lenguaje. Pero, como sucede con toda novedad, hay un sector que inicialmente la menosprecia: «Las películas destruirán el mundo», «La televisión es horrible», «Los libros deben prohibirse», etc. Las nuevas tecnologías existen no solo para el entretenimiento o el aprendizaje, también inspiran a la gente (como si fueran obras de arte), y la llevan a pensar y ver el mundo de otra manera.
¿Cómo interactúan las redes sociales y los mundos virtuales?
Existen muchas formas de integrar las tecnologías de los mundos virtuales con las redes sociales, pero lo más importante es saber cómo se integran en nuestra vida diaria. Lo que sucede con frecuencia es que estos cambios no son tan obvios y vivimos nuestras vidas basados en estas nuevas tecnologías. Mira lo que los teléfonos móviles han hecho: con un smartphone tienes una computadora con la que puedes mantenerte ocupado en tus tiempos libres.
Es como si ya no pudiésemos soportar el silencio y más bien necesitásemos sacarle provecho a los momentos de ocio…
Ese es uno de los aspectos negativos en los que he estado pensando mucho. Por ejemplo, el fuego es probablemente uno de los descubrimientos más importantes en la historia de la humanidad pero también puede ser la causa de desastres. Sin embargo, nadie diría hoy: «Debemos deshacernos del fuego». Toda gran tecnología representa un peligro si no pensamos cuidadosamente en sus efectos negativos. Por ejemplo, contra el fuego hemos desarrollado otras tecnologías (como alarmas, sistemas de aspersores, fibras termorresistentes) e instituciones (como las estaciones de bomberos) que controlan sus efectos.
Y, volviendo a tu pregunta, es verdad: Cada minuto libre que dispongamos nos sentimos obligados a hacer algo en estos aparatos; pero la solución no es retirarlos del mercado sino debatir aún más acerca de la importancia de tener tiempo para reflexionar. Todos empleamos nuestros celulares pero si la red telefónica desaparece, estaríamos en problemas. ¿Qué haríamos en ese caso? La tecnología por sí sola no nos salvará; es una combinación de herramientas, políticas sociales, cambios culturales, dentro de un contexto multidisciplinario.
¿Cuáles son las principales diferencias que Ud. encuentra entre estas nuevas generaciones, que viven inmersos en este mundo digital, y las que nos antecedieron?
Creo que una de las principales es el concepto de dominio público. Anteriormente, la gente escribía en sus diarios, había un aspecto de su vida que era muy privado. Creo que eso está desapareciendo porque la gente ahora está enfocada en transmitir su vida entera.
Probablemente el cambio más grande que la tecnología ha provocado en esta generación es la lucha entre la vida pública y la vida privada; recién podremos conocer cómo ha cambiado nuestra sociedad dentro de diez años, ahora no lo sabemos realmente. Creo que será una combinación de resultados negativos y positivos, cosas que habremos perdido y ganado.
Existen numerosas iniciativas que intentan romper con el desequilibrio educacional. Por ejemplo, la iniciativa Una laptop por niño (OLPC, por sus siglas en inglés) busca mejorar la calidad educativa en zonas de extrema pobreza mediante el uso de tecnologías de información y comunicación. ¿Cuál es su opinión al respecto?
«Te estás muriendo de hambre, eres pobre: Aquí tienes una laptop. Ahora ya puedes cambiar el mundo». Pero no puedo sembrar comida para alimentar a mi familia… Hay un dicho inglés que dice: «Cuando lo único que tienes es un hermoso martillo brillante, todo te parece un clavo». Si tienes una laptop nueva, piensas que será la solución para todos tus problemas.
No podemos llegar a estas comunidades a decirles: «Lo que ustedes necesitan es una laptop. Para cualquier cosa ahí la tienen». Tal vez, lo que el poblador de una de las zonas más pobres de Perú realmente necesita es ser capaz de alimentar a su familia. ¿Existe algún problema con el suelo? Busquemos formas de incrementar la productividad de su terreno dos o tres veces más. Antes de pensar en tecnología, en hardware o software, si hay un sector de la población a la que quieres apoyar, descubre exactamente qué es lo que ellos necesitan y cuáles son sus metas.
Lo que propone parece tan sencillo: escuchar y hablar con la gente, preguntarles qué piensan, qué desean…
Es sencillo, pero resulta interesante ver que ello no ocurre con frecuencia; muy poca gente se pregunta a sí misma cuáles son sus objetivos en la vida, cuáles son sus necesidades, no piensan en eso. Se distraen pensando en lo nuevo, lo bonito, olvidan cuál es la diferencia entre estrategia y tácticas. Por ejemplo, si quiero subir una montaña, la táctica me dirá cómo hacerlo, cómo llego a la cima, mientras que la estrategia se pregunta: «¿Debo subirla?, ¿Por qué lo estoy haciendo?».
Por eso digo que la gente con frecuencia olvida pensar sus estrategias y solo se concentran en las tácticas: «¿Cómo hacemos que la gente más pobre use laptops, que acceda a esta tecnología?», cuando la pregunta estratégica es: «¿Por qué lo estamos haciendo?, ¿Es una buena idea?». Una de mis citas favoritas viene del libro El arte de la guerra de Sun Tzu y dice: «La estrategia sin táctica es el camino más lento hacia la victoria. La táctica sin estrategia es el ruido que precede la derrota».
Es un trabajo multidisciplinario, que requiere no solo el trabajo de desarrolladores web o ingenieros de sistemas sino de antropólogos, sociólogos, etc.
Exacto, las iniciativas multidisciplinarias tienen mayores oportunidades de éxito. Si eres un informático y quieres saber cómo puede ayudar la tecnología al desarrollo de la población, necesitas la orientación de sociólogos, políticos (que toman decisiones de política pública que puede cambiar sus condiciones de vida), antropólogos, etc. Así, alrededor de una mesa tienes sentadas a personas con diferentes perspectivas, comunicándose entre sí, trabajando juntos y no unos contra otros. El motivo por el cual no se hace esto con frecuencia es porque es muy difícil, cada uno maneja su propio vocabulario, diferentes terminologías. Toma un poco más de esfuerzo entender a alguien que trabaja en una disciplina diferente (resulta sencillo permanecer encerrado en nuestro cubículo de «expertos»), pero -por supuesto- nada que valga la pena resulta sencillo.
¿Cómo podemos emplear estas tecnologías para el desarrollo y la formación de los trabajadores al interior de organizaciones y empresas?
Una de las cosas más difíciles de alcanzar entre los seres humanos es la confianza; confías en la gente que conoces. El problema es que los negocios y las empresas congregan una cantidad enorme de personal y es imposible conocer a todo el mundo con el que trabajas. Puedes saber que Susan trabaja en Contabilidad, pero nunca la has conocido ni hablado con ella directamente, solo la has visto en los correos conjuntos de la oficina. En una empresa ¿cómo logras que la gente confíe entre sí?
Las redes sociales y los mundos virtuales en 3D, cuando se usan en conjunto, pueden ayudarnos a tener relaciones mucho más sólidas y confiables con un número mayor de personas. En los mundos virtuales tienes la sensación de encontrarte con alguien. Si entrara en el mundo que Susan ha creado en 3D, si viera su avatar y sus acciones dentro de este espacio simulado, sentiría que la conozco mejor, que estoy en sus zapatos. Eso es muy poderoso, hay un vínculo emocional más grande en estos ambientes.
¿Ha podido conocer el trabajo de los programadores y desarrolladores peruanos? ¿Cuál es la primera impresión que le deja la gente que ha venido a verlo a este seminario?
Estoy impresionado por dos motivos: La cantidad de gente que quiere aprender cosas nuevas y el tiempo que ellos ya se han dedicado a pensar en la manera cómo alcanzar sus metas. Los he escuchado hablar sobre sus ideas para desarrollar aplicaciones para mundos virtuales y simulaciones en 3D y he notado que -al mismo tiempo- están deseosos por aprender más; esa es una buena combinación. Lo que estoy intentando hacer en estos días es comprender cuáles son las metas y logros que desean alcanzar para luego entender qué tipo de tecnología les puede ayudar.
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