Es con mucha tristeza que he recibido la noticia del lamentable deceso de Hugo Sarabia Swett, querido profesor de la PUCP, autoridad, mentor, amigo y consejero. Me hacen ahora el honroso encargo, que asumo con gusto, de escribir unas palabras en memoria de mi colega y amigo, al que conocí desde que inicié mis estudios en la Facultad de Ingeniería, y cuya amistad frecuenté hasta el final de mi dedicación a la Universidad.

Hugo me convocó personalmente para trabajar a tiempo completo en la PUCP. Me buscó, recuerdo, en la casa de mi abuela. (…) Valoré mucho ese gesto de invitación personal y no dudé en aceptar inmediatamente".

Obra suya fue, por ejemplo, la creación del Departamento Académico de Ciencias en 1966, así como de diversas especialidades en las áreas de la ingeniería, las ciencias humanas y las artes. Otro logro suyo fue la promoción de la formación académica de los profesores en las diversas especialidades de la Universidad. Para eso, fortaleció la dedicación a tiempo completo de los docentes, paso fundamental que ha servido para el desarrollo de las ciencias, la ingeniería y las humanidades. Esa fue una innovación, en el campo académico, para la Universidad y para el Perú, que inició el desarrollo que ha llevado a la PUCP a ser la mejor universidad del Perú y, sin duda, pronto de América.

Durante su gestión como rector (1989-1994), la Universidad pasó por tiempos muy difíciles en el Perú en los campos social, político y económico. Hugo logró, sin embargo, que la PUCP navegara por aquellas aguas turbulentas".

En ese sentido, me gustaría contar que fue Hugo quien me convocó personalmente para trabajar a tiempo completo en la PUCP. Me buscó, recuerdo, en la casa de mi abuela, en Pueblo Libre, y me preguntó: “Muchacho, ¿usted quisiera dejar su trabajo en la compañía Graña y Montero (donde estaba trabajando) y venir a trabajar con nosotros?”. Confieso que me extrañó que las autoridades de la prestigiosa Universidad Católica convocaran personalmente a los candidatos para ser profesor a tiempo completo. Hoy me doy cuenta de que esa actitud retrataba a Hugo Sarabia, que no dudaba en hacer todos los esfuerzos necesarios para lograr sus objetivos. Valoré mucho ese gesto de invitación personal y no dudé en aceptar inmediatamente.

Obra suya fue, por ejemplo, la creación del Departamento Académico de Ciencias en 1966, así como de diversas especialidades en las áreas de la ingeniería, las ciencias humanas y las artes".

Durante su gestión como rector (1989-1994), la Universidad pasó por tiempos muy difíciles en el Perú en los campos social, político y económico. Hugo logró, sin embargo, que la PUCP navegara por aquellas aguas turbulentas en lo económico, y en los temas de personal académico, administrativo y de servicios, sin mayor dificultad. Hugo Sarabia logró esto gracias a su habilidad de fomentar el diálogo, de conectarse con la gente y de colaborar en equipo para solucionar cualquier problema.

Hugo Sarabia fue, sin duda, el tipo de líder que nuestro país necesita hoy y siempre".

Pero además de estos logros, quiero resaltar que se encontraba una persona que transmitía su caballerosidad, sus valores humanos y su ética profesional, características que para mí son de eterno recuerdo, y que dibujan la personalidad de Hugo y su dedicación a la Universidad. Hugo Sarabia fue, sin duda, el tipo de líder que nuestro país necesita hoy y siempre. En ese sentido, espero que su memoria inspire a muchos de los futuros líderes de la nación. Yo, por mi parte, solo puedo decir que extrañaré a uno de mis mejores amigos y colegas.

Muchas gracias, Hugo, y descansa en paz.

Lima, enero de 2023