"Está probado que las personas con más responsabilidades son más saludables"
Acaba de dictar el taller de Prevención y manejo del estrés en el ámbito laboral de la Maestría en Psicología Clínica de la Salud y hoy ofrecerá una charla que abordará las diferencias individuales en la reactividad a la «enfermedad del siglo XXI». El profesor Omer Van den Bergh nos detalla aquí las herramientas necesarias para prepararnos ante el peligro latente de un cuadro de estrés.
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Omer Van den Bergh
Se dice que el sexo o hacer deporte son buenas maneras de canalizar el estrés. ¿Son ciertas estas afirmaciones?
Si hablas del tener sexo o hacer deporte, estás enfocándote en aliviar los efectos del estrés, cuando lo mejor es reconocer las causas que lo originan. Ambas opciones son buenas para la salud, sin duda, pero no es tan simple como eso. Manejar el estrés debe ser considerado en un contexto más amplio.
Pareciera que a medida que crecemos y tenemos más obligaciones, es inevitable que nos estresemos más.
No necesariamente. Las metas y responsabilidades pueden ser manejadas aunque no siempre sea rápido y fácil. La vida no fue hecha para ser fácil. Creo que los objetivos que uno desea lograr pueden incluso mejorar la salud, si uno tiene el sentimiento de ser capaz de hacerlo. Está probado que, dentro del contexto laboral, aquel que tiene más responsabilidades se encuentra mucho mejor que el que trabaja duro sin posibilidades de controlar lo que hace. Este último tiene mayor riesgo de padecer estrés.
En algunos países de Europa se trabaja menos horas que aquí. ¿Cree que esto influye en las diferencias de niveles de estrés en el mundo?
Si comparamos a los países, te diría que un mejor trabajo en las condiciones de vida de la ciudadanía hace que la gente se sienta mejor, esté más saludable y viva más tiempo. Si tomas en cuenta esto, creo que aquí la vida es más estresante, lo que no quiere decir que en Europa no lo sea. Pero allá gozamos de un mejor sistema de salud y de la seguridad social que mejoran las condiciones de vida. Creo que en Estados Unidos y en Europa la gente se ha vuelto más individualista, que probablemente es el resultado de tener un sistema más organizado y estructurado. En muchos países de Sudamérica, en cambio, hay un sentido de comunidad más desarrollado, pero no se si ello tenga que ver con las diferencias en el nivel de estrés que tienen.
¿El Internet y las nuevas tecnologías o gadgets’ facilitan la vida de sus usuarios o, por el contrario, incrementan el estrés?
Bueno, no tengo datos empíricos para responder eso, pero si se me permite especular, mi idea es que no deberían importarle tanto a la gente. Creo que no es tan importante estar conectado todo el tiempo, sino la calidad de las relaciones que tienes. No estoy muy seguro si las nuevas tecnologías son buenas o malas en relación al estrés, me refiero a que cada nuevo invento genera mucho entusiasmo en un grupo de personas y muchas críticas en otro sector. Cuando se inventó el automóvil, por ejemplo, mucha gente tuvo distintas razones para preocuparse. Incluso, creo que tener un automóvil produce todavía muchas molestias, especialmente en el caso de Lima (risas).
¿Qué recomendación le podría dar a los estudiantes para insertarse en esta cultura de prevención?
Al recorrer el campus me ha dado la impresión de que la mayoría de estudiantes tienen muchas comodidades y deben sentirse privilegiados. Pueden pagar sus estudios, lo que no es fácil y a veces algunos están obligados a trabajar. En realidad, tienen las oportunidades de un nivel socioeconómico que mucha gente en Lima seguramente no tiene. Con esto no digo que no se estresen, pero sí que ya están dentro del grupo más saludable de la población. Básicamente, hay muchas destrezas, como saber analizar un problema y cómo enfrentarlo, que permiten manejar el estrés. Creo que comparados con otro tipo de personas, los universitarios ya cuentan con muchas armas para combatir el estrés.
¿Podría explicarnos en qué consitirá su exposición acerca de las diferencias individuales de reacción al estrés?
Creo que hay una gran diferencia en el tema del género. La mujeres tienen mejores ‘amortiguadores’ respecto a los hombres en la prevención del estrés. Hay un dicho antiguo de la psicología que dice ‘las mujeres se enferman, los hombres mueren’. En este sentido, creo que los hombres son seducidos por relaciones más competitivas y por el peligro y la violencia. Además, otra diferencia radica en la formación de las personas. Si tienes una profesión y tienes mejores relaciones interpersonales ya cuentas con herramientas para combatir el estrés. Por el contrario, si tienes pésimas relaciones y le sumas malas condiciones laborales ello incrementa el estrés.
Más información:
La Conferencia «Difeferencias Individuales en el Manejo del Estrés» a cargo del profesor Omer Van der Bergh se llevará a cabo este jueves 12 de mayo en el salón S-202 (segundo piso del pabellón de Psicología) de 1 a 3 p.m. El ingreso es libre.
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