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"Las universidades tenemos que apuntar a que nuestros programas de educación continua sean más globales"

El vicerrector de Educación Continua del Tecnológico de Monterrey visitó nuestro país y brindó una charla magistral en el Encuentro de Educación Continua de las Universidades Peruanas, que se realizó con el objetivo de generar nuevas alianzas para afrontar las necesidades y los desafíos del mercado.

  • Jorge Blando
    Vicerrector de Educación Continua del Tecnológico de Monterrey (TEC) y presidente de la Red de Educación Continua de Latinoamérica y Europa
  • Entrevista:
    Delsy Loyola
  • Fotos:
    Aldair Mejía

El Ing. Jorge Blando, vicerrector de Educación Continua del Tecnológico de Monterrey (TEC) y presidente de la Red de Educación Continua de Latinoamérica y Europa, fue el invitado principal del Encuentro de Educación Continua de las Universidades Peruanas, impulsado por la Dirección de Educación Continua de la PUCP y la Universidad Ricardo Palma.

Durante el evento, Blando brindó la charla magistral “Las alianzas en la educación continua para la transformación de las organizaciones”. En esta entrevista, comparte sus experiencias y recomendaciones para una formación académica de calidad.

¿Cuál es la importancia de la internacionalización en la educación continua?

El mundo ha ido evolucionando de manera muy acelerada. Actualmente, vivimos en un espacio con acceso a todas las culturas. Con las redes sociales, puedes conocer inmediatamente lo que está pasando en cualquier continente. La ciudadanía está más conectada a nivel mundial, por eso las universidades también tenemos que apuntar a que nuestros programas [de educación continua] sean más globales. Creo que, cada vez más, tenemos que colaborar y trabajar en conjunto, desarrollando programas que ofrezcan una mirada local, nacional, regional e internacional. Cuando alguien asiste a un programa de educación continua no espera solamente ver casos locales o del extranjero, sino casos representativos de diferentes lugares del mundo, así es como aprendemos hoy. Y más aún teniendo colegas que, con la virtualidad, pueden aportar desde diferentes rincones del mundo con otras miradas. Eso enriquece mucho el programa. 

«Creo que, cada vez más, tenemos que colaborar y trabajar en conjunto, desarrollando programas que ofrezcan una mirada local, nacional, regional e internacional. Cuando alguien asiste a un programa de educación continua no espera solamente ver casos locales o del extranjero, sino casos representativos de diferentes lugares del mundo, así es como aprendemos hoy».

¿De qué manera viene trabajando el Tecnológico de Monterrey con la PUCP en educación continua?

La alianza es de muchos años atrás, principalmente con la escuela de negocios Centrum PUCP. Ahora tenemos que mirar qué otras colaboraciones podemos hacer entre la PUCP y el TEC para desarrollar programas que cubran todas las necesidades y así contribuir al planeta. 

Nuevos desafíos para la educación continua

¿Cómo aportan estas alianzas a la formación académica? 

La pandemia nos enseñó que los problemas globales no se resuelven de manera aislada; eso no puede pasarnos a las universidades. Es impensable abordar de manera individual los grandes desafíos que tiene el mundo, como el uso de la inteligencia artificial, la transformación digital, la sostenibilidad, la inclusión, etc. Mejor es generar alianzas que, además, es el objetivo número 17 de los ODS. Los países tenemos problemas muy similares: políticos, de salud, sociales, etc. Entonces, hay que preguntarnos ¿cómo fortalecemos con la mirada de otros países lo que estamos aprendiendo acá? Si queremos transformar la vida de personas, no podemos hacerlo solos, tenemos que ser aliados.

¿Cuál considera que es el futuro de la educación continua en la línea, precisamente, de estas nuevas tendencias (inteligencia artificial, e-learning, innovación)?

Viene un futuro promisorio para la educación continua y el aprendizaje, no solo para todas las universidades, sino también para las personas. En el mundo vamos a necesitar regresar a la universidad más veces para aprender temas muy puntuales para implementar. Por ejemplo, la inteligencia artificial es un potenciador, pero no nos va a desplazar, más bien nos va a hacer más ágiles. No la veo actuando sola, sino siempre potenciada con la inteligencia humana. Este futuro promisorio se dará si y solo si las universidades nos reorganizamos y trabajamos de forma más colaborativa para ayudar a la sociedad y su necesidad de aprender nuevas cosas y desaprender otras.

«La calidad académica en los programas de educación continua se logra cuando lo haces bien desde el diseño. Identifico qué necesita la industria y, a partir de ello, diseño, trabajo y genero. Luego, mido el impacto para ver si realmente esta solución tiene el valor que esperábamos. Si no lo genera, entonces lo revisas y vuelves a mejorar». 

¿Cuáles son las principales propuestas para lograr una oferta académica de calidad en educación continua? 

Los equipos de educación continua tenemos que estar más tiempo afuera de la universidad que adentro. Ahora mismo yo estoy acá en Perú, no en el campus del TEC. Y antes estuve en una reunión con una empresa y luego voy con otra. ¿Para qué? Es que en la calle están las realidades, los problemas y desafíos reales. Es ahí donde identificas qué se necesita, hacia dónde se está moviendo el mundo, y qué retos tienen las organizaciones, el gobierno y la sociedad. Cuando una institución diseña para la pertinencia de lo que se necesita, le irá mucho mejor. La calidad académica en los programas de educación continua se logra cuando lo haces bien desde el diseño. Identifico qué necesita la industria y, a partir de ello, diseño, trabajo y genero. Luego, mido el impacto para ver si realmente esta solución tiene el valor que esperábamos. Si no lo genera, entonces lo revisas y vuelves a mejorar. 

¿Cómo aporta la educación continua en la formación de profesionales y el crecimiento de un país?

Los seres humanos a veces no nos damos cuenta de qué nos falta aprender. Pero cuando te acercas a un pequeño programa, a través de un curso, taller o diplomatura, ahí se abre la oportunidad. Cuando tomas conciencia de lo que no sabes, te dan ganas de aprender más. Te pasa con un libro, con un documental, en la conversación con una persona, porque no solo se aprende en las universidades, se aprende de lo que hacemos todos los días. Entonces nuestro rol, desde las universidades, es poner ese aprendizaje de manera muy accesible y hacer ver a las personas que pueden aprender a lo largo de toda su vida. Hace unos días, mi madre a sus 90 años aprendió a usar Excel. El aprendizaje dignifica y hay vidas que se van apagando porque dejan de mirar al mundo con esa curiosidad intelectual. El mayor bien que podemos hacer las universidades es crear una cultura del aprendizaje a lo largo y ancho de toda la vida de cada uno de los habitantes de nuestros países. En la medida que hagamos eso, creo que vamos a ser capaces de poder vivir en un mundo mejor.

Etiquetas:
educacion continua

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