"En un espacio cultural, debe haber propuestas que importen y afecten a la gente"
Después de dos años y medio de gran gestión, Alicia Morales deja la dirección general del CCPUCP. Aquí nos cuenta qué significa dirigir un centro cultural y cuáles son sus próximos proyectos.
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Alicia Morales
Exdirectora del CCPUCP
Texto:
Oscar GarcíaFotografía:
Alex Fernandez
¿Cómo fueron tus inicios en el Centro Cultural de la PUCP?
En 1995 me convocó Edgar Saba para colaborar con esta propuesta. Acepté, un poco nerviosa, y nos enfocamos en la tarea de convertir este lindo edificio –que apenas tenía 5 meses de fundado- en un espacio vivo. Poco a poco armamos propuestas atractivas que destacaron por tratarse de un compromiso profesional hacia el arte y la cultura. Actualmente, el CCPUCP es un lugar establecido. Toca que la nueva generación que venga aporte ideas frescas y lo renueve, que construya sobre los cimientos que dejamos.
Entre aquellas propuestas que mencionas, una de las principales fue el Festival de Cine de Lima.
Es un hijo al que quiero mucho y que ha tomado vida propia. Lo planteé como un evento pequeño por los 75 años de la Universidad. Siendo sincera, mi idea era que no se celebrara por única vez, pero tampoco había la certeza de que tuviera una segunda edición. Ahora tiene la magnitud que todos conocemos.
En los dos últimos años y medio fuiste la directora general del CCPUCP. Una de tus metas era que los alumnos de la PUCP se acerquen a su centro cultural, ¿cómo se ha avanzado en ese aspecto?
Si bien el CCPUCP es un espacio creado para la ciudad, también es para que los estudiantes sientan que tener este Centro Cultural de su Universidad es un plus. En ese sentido, se ha abierto un espacio del CCPUCP en el Ático de Tinkuy, donde están las boleterías para comprar entradas para nuestras obras y películas, información de lo que sucede aquí, un pequeño estrado donde se presentan las propuestas de los alumnos e incluso una galería exprés, donde se puede ver algunas obras de la exposición actual en el CCPUCP. Además recibimos alumnos voluntarios para el Festival de Cine de Lima y el Festival de la Palabra, y exponemos trabajos de diferentes facultades. Espero que los vasos comunicantes sean cada vez mayores.
En tu experiencia, ¿cuál es la principal acción que debe realizar un gestor de un centro cultural?
Debe pensar qué es la cultura para la gente. No verla como algo abstracto, sino como un aspecto que tiene que ver con la vida, el desarrollo y el ser. En un espacio cultural, debe haber propuestas que importen y afecten a la gente, y que se consuman con el mismo interés que un partido de fútbol, comer un helado o escuchar música.
Liderar un centro cultural es una tarea no exenta de complejidad, pues se lidia con distintos tipos de personas. ¿Cómo has ejercido ese liderazgo?
Considero que he sido pragmática y de carácter fuerte, pero sobre todo no pido nada que yo misma no esté dispuesta a hacer. La mejor de forma de establecer un liderazgo es saber realizar hasta la última tarea, con la misma dignidad y entrega. Eso lo aprendí en el teatro, donde un día asumía el papel protagónico y al otro me tocaba barrer el escenario.
Hablando de teatro, en los 80 fuiste actriz y productora en el grupo Ensayo. ¿Cómo fue actuar en las tablas en esos turbulentos años?
Luis Peirano, Alberto Ísola y Jorge Guerra fundaron Ensayo, y nos convocaron a Gianfranco Brero, Mónica Domínguez, Víctor Prada y a mí para unirnos. Fue una compañía de teatro prácticamente itinerante, pues no teníamos un local propio, y se convirtió en un referente durante sus 10 años de actividad. La recuerdo como una época muy intensa, un auténtico aprendizaje de resiliencia, pues en algunas funciones había apagones y se venía la bomba. Preguntábamos al público si seguíamos o parábamos y, por lo general, nos pedían continuar. La solución que encontrábamos era llenar el escenario de velas.
Por último, ¿cuáles serán tus próximos proyectos?
Mi idea es hacer algunas cosas que no he podido realizar por el trabajo. Estas tienen que ver con búsquedas personales y profesionales. Entre mis planes está hacer proyectos pequeños durante el próximo año, espero que sean fuera de Lima.
¿Te animarás a volver a la actuación?
La única manera de prepararme para volver a subir a un escenario sería trabajar con mi hija Alejandra Guerra, quien es actriz, y ser dirigida por mi hijo Martín Guerra. Es un sueño que tengo.
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