El reto para avanzar
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Eduardo Dargent
Docente del Departamento de Ciencias Sociales
El reto ahora es diagnosticar aquello que nos impide consolidar lo avanzado y seguir mejorando. Y en ese aspecto considero que una de nuestras mayores anclas son aspectos vinculados a nuestra carrera docente, en concreto los sistemas de contratación y jubilación docente.
Investigamos y publicamos más, contamos con más docentes con doctorado y nuestra participación en redes internacionales ha aumentado en forma considerable.
Si se compara a la PUCP de hoy con la de hace diez o quince años, se aprecia la magnitud del cambio que hemos vivido en poco tiempo. Investigamos y publicamos más, contamos con más docentes con doctorado y nuestra participación en redes internacionales ha aumentado en forma considerable. Un reflejo de estos cambios positivos es nuestro ascenso en los rankings internacionales más serios.
Este cambio es más meritorio en un país donde el Estado casi no participa en el apoyo a la investigación. Hay buenas razones, entonces, para congratularse y reconocer lo logrado. Sin embargo, el reto ahora es diagnosticar aquello que nos impide consolidar lo avanzado y seguir mejorando. Y en ese aspecto considero que una de nuestras mayores anclas son aspectos vinculados a nuestra carrera docente, en concreto los sistemas de contratación y jubilación docente.
Es muy difícil explicar a colegas de fuera la forma en que contratamos docentes en nuestra Universidad. Se abren concursos por tiempo (completo y medio tiempo) con sueldos muy por debajo de los que tienen los nombrados. Hay luego otros concursos para lograr un nombramiento, con el cual se consigue estabilidad en la docencia y un mejor salario. Si bien no necesariamente tienen que seguirse esos pasos en orden, es común que se haga de esa manera. Y ello tiene un grave problema: no resulta un sistema competitivo para postulantes de peso, especialmente si vienen del extranjero.
En otras instituciones lo normal es que se abran concursos para contratar docentes a tiempo completo y con salarios similares a los de un profesor nombrado, pero sin darles estabilidad (tenure track). Solo después de un periodo de prueba se procede al nombramiento. Es decir, a través de procesos abiertos y competitivos se busca atraer buenas candidaturas, a la vez que solo se da estabilidad si demuestran su calidad como docentes e investigadores. Si no modificamos el sistema actual, será más difícil atraer buenos candidatos.
La jubilación es también un tema pendiente y creo que es urgente por el envejecimiento de nuestra plana docente. Hoy no existen reglas claras sobre jubilación y ello dificulta la renovación docente, esencial para la actualización de conocimiento. Toda universidad suele hacer excepciones para sus grandes nombres académicos y se les permite quedarse un poco más de tiempo. Pero lo común para la gran mayoría de profesores es que a cierta edad dejen sus puestos. Se suele permitir a los profesores mantenerse vinculados a la universidad, pero ya sin ocupar plazas y sin derechos políticos.
No tenemos que mirar muy lejos para apreciar los beneficios de un sistema de carrera docente mejor estructurado. En la Universidad del Pacífico las reglas de ingreso, nombramiento y jubilación están claramente establecidas. E instituciones similares a la nuestra en la región que están por encima nuestro en los rankings, como la Universidad de Los Andes de Colombia o la Pontificia Universidad Católica de Chile, cuentan con sistemas competitivos de contratación y jubilación. Cambios urgentes, entonces, para sostener lo avanzado.
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