"El Perú es el país de los outsiders"
Desde este año se sienten las primeras manifestaciones para las campañas presidenciales y municipales, no solo con los candidatos tradicionales que ya dan señales de su participación, sino también por la aparición de personajes que no pertenecen a la vida política pero que tienen una fuerte aparición mediática y cierta aceptación por parte de algunos sectores del electorado.
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Fernando Tuesta Soldevilla
Docente del Departamento de Ciencias Sociales
¿Por qué surgen estas figuras más mediáticas que políticas en el horizonte electoral?
Estamos todavía a dos años del inicio del proceso electoral, estos todavía son reflejos iniciales pero de ninguna manera los escenarios que seguramente se van a mostrar de acá a diciembre del año 2015, además todavía tenemos una elección intermedia que es el próximo año donde se van a movilizar maquinarias partidarias, también figuras de distintos niveles y ámbitos que van a tentar alcaldías, gobiernos regionales, etc. Ahora esto es así siempre, aquí y en todas partes. En el Perú sin embargo, esto adquiere especial relevancia porque los outsiders desde Fujimori, ya no han sido solamente figuras que de alguna manera han dado un cariz hasta cierto punto interesante y hasta impredecible, sino que han triunfado, eso lo hace incluso más atractivo.
¿La gente ya no cree en los partidos?
Hay un elemento que está detrás de todo esto y que siempre es bueno recordar, que el elector peruano no tiene identidades partidarias y políticas firmes, eso se asocia un desencuentro, distancia, rechazo de partidos y de políticos que se muestran como claros candidatos, llámese Alan Gracia, Toledo, Keiko Fujimori, claro que entre ellos en cualquier encuesta siempre les irá algo mejor que al resto, pero obviamente hay un sector muy amplio que no ve todavía en ese menú algo que más o menos le puede interesar ahora.
Son los mismos partidos quienes recurren en sus planchas congresales, por ejemplo, a figuras del espectáculo o del deporte.
Si uno repasa las canteras propia de los partidos las posibilidades son escasas, los partidos además no están en capacidad de ser atractivos para gente que quizá pueda aportar algo más en la política más allá de una aventura. Sin embargo, de eso se han llenado los partidos, no es por gusto que en este Congreso existan 105 nuevos parlamentarios de 130. Contra lo que cree la gente, la rotación en el Congreso es muy alta, la más alta de América Latina y si a eso le agregas el voto preferencial, tienes que los partidos en realidad necesitan de gente -o creen necesitar de gente- que venga de otros ámbitos, de gente que venga con su mochila de votos y su billetera con dinero porque cada uno se paga su propia campaña y eso que parece bueno para el partido termina siendo un búmeran.
¿Cómo los perjudica?
Al momento que llegan al Congreso no existe la lealtad de disciplina partidaria y a la primera se retiran asumiendo dos razones: la primera que ganan gracias al voto preferencial que es directamente hacia ellos y en segundo lugar, si uno ve y contrasta las listas parlamentarias con el listado de inscripción de militantes en los partidos, uno se da cuenta que los partidos de alguna manera burlan la ley porque la mitad de los congresistas no están inscritos en ningún partido. Si no estás inscrito en ningún partido ¿qué lealtad puede existir?, entonces esta es una suerte de círculo perverso porque los partidos se indignan y quieren legislar sobre el transfuguismo cuando en realidad la mitad de ellos si no es más son potenciales tránsfugas.
¿Los políticos les temen a estos personajes?
Lo de Gastón Acurio inmediatamente produjo un gran temor entre los políticos, ellos respondieron y en el caso del Apra llenaron de agresiones e insultos a Acurio, lo que muestra que existe evidentemente un espacio para una persona que quizá tenga estas características, que el elector peruano ha beneficiado muchas veces con su voto para luego darse un encontronazo cuando es gobernante o parlamentario. Este es un círculo realmente vicioso porque si no hay reglas de juego que se cambien, ni los políticos más responsables asumen con intensidad cambiar las cosas, no hay sino un solo horizonte: que el próximo parlamente será peor que este, y el Presidente de la República en el Perú puede ser también un outsider, el Perú es el país de los outsiders, no todos por cierto triunfan, eso no es un regla, si no Alan García no hubiera sido presidente de la República, pero Humala, Toledo, Fujimori y antes Belmont, venían de fuera de la política, el mismo Kuczynski lo es y ahora aparecen figuras que vienen desde fuera de la política y en la mente de la gente se ha instalado la idea de que lo que está fuera de la política es una ventaja, sino una virtud.
El Perfil
Nombre: Fernando Tuesta Soldevilla
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