"El Ministerio de Cultura debe asumir los sectores de turismo y de ciencia y tecnología"
Voceado para asumir el Ministerio de Cultura, el doctor Sinesio López, profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP, comparte sus apreciaciones sobre este sector. Colaboró con el equipo técnico de Gana Perú en Estado y Cultura. Apuesta por convertir al Ministerio de Cultura en protagonista del desarrollo nacional y asegura que el presidente electo, Ollanta Humala, le ha mostrado una buena disposición.
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Sinesio Lopez
Profesor del Departamento de Ciencias Sociales - Sección Ciencia Política
¿Cuál es su evaluación del desempeño del Ministerio de Cultura?
Es un ministerio joven con una estructura organizacional muy deficiente, algo fragmentada, desarticulada. Por otro lado, no se le da mucha importancia, como a la cultura misma. En la práctica se articuló el Indepa (Instituto Nacional para el Desarrollo de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos) y el INC (Instituto Nacional de Cultura) que son el corazón del ministerio. A eso se suma el Archivo Nacional, la Biblioteca Nacional y los museos patrimoniales.
¿Qué cambios deberían hacerse?
Es necesario hacer un Ministerio de Cultura fuerte, asociándolo con Ciencia y Tecnología y con Turismo como viceministerios. Actualmente Turismo está en el Ministerio de Comercio Exterior. Aquí el turismo es básicamente cultural. Comercio Exterior no tiene personal especializado para orientarlo. Otros países con turismo cultural logran gran capacidad de atracción con una estructura orientada en ese sentido. México, por ejemplo, recibe 40 millones de turistas básicamente por la cultura. No digamos de París, con 60 millones. Podemos recibir muchos más turistas.
¿Cuántos turistas tiene el Perú?
Menos de 2 millones. Eso no puede ser.
¿Cómo nos diferencia este turismo cultural?
Hay turismo vinculado con desarrollo económico o la naturaleza, que también tenemos. En esos casos la cultura es subordinada. Pero aquí es al revés. Tenemos una docena de sitios culturales que son atracciones turísticas de primera. Debemos tener gente especializada que oriente el turismo en esa dirección. Si ese sector está en Comercio Exterior, se estaría desperdiciando un recurso de importancia. Un Ministerio de Cultura, Ciencia y Turismo sería una entidad importante donde un recurso refuerza otro: turismo a cultura y esta a ciencia, tecnología. Ahora lo veo muy subvaluado.
¿En qué otros aspectos se muestra esta situación?
No ha logrado desarrollar un proyecto de relanzamiento de la cultura. No se logró siquiera armar bien el ministerio en presupuesto y no hay un plan articulado. Tampoco hay definición clara de herramientas, de gestión.
¿De cuánto es el presupuesto?
Son 300 millones de soles. Hay ministerios que pasan los 3 mil millones. Tampoco tiene mucho personal, son cerca de mil, el grueso se encuentra con el régimen de Contrato Administrativo de Servicios, pero han entrado sobre todo en el último año. Al mismo tiempo hay mucha desarticulación, todas las que eran OPD (Organismo Público Descentralizado) no están totalmente articuladas al ministerio. No hay claridad de lo que se quiere hacer.
¿Cuál ha sido el mayor logro del sector?
Lo que se ha hecho en grande, por impulso del presidente García, es el Gran Teatro Nacional. Pero vale 273 millones de soles; es decir, cinco veces más que la Biblioteca Nacional, que costó 52 millones, es más grande y tiene una estructura más compleja. Es probable que use una tecnología muy sofisticada que lo haga caro. Me parece muy extraño. Tengo la sospecha de que ha habido sobrevaloración. No por Juan Ossio, que es una persona limpia.
El trabajo con comunidades indígenas, débil al iniciar el gobierno, generó expectativas cuando se creó el Ministerio de Cultura. ¿Qué se hizo en ese rubro?
En la práctica siguen funcionando los dos organismos (Indepa e INC). No hay una política coherente. Es importante definir al Perú como un país pluricultural complejo, que comprende dos situaciones relativamente diferentes. Una es multiétnica, como el caso de quechuas y aimaras, donde su gran preocupación es su mejor nivel de integración al país. Reivindica derechos esenciales, como que el Estado los atienda en su propia lengua. Lo otro es lo multinacional, el caso de las etnias de la selva. Pese a que su población es poca, 1% del país, sus reivindicaciones son fuertes, de nacionalidades: reconocimiento de identidad, autonomía del territorio ocupado y una forma de representación propia. Eso tiene que ser atendido y expresado en los órganos de representación política del Estado. En el Congreso debe expresarse eso. El Ministerio ha estado alejado de los conflictos donde se expresan estas reivindicaciones, tanto en el lado aimara como en el de la selva.
Es un gran desafío.
Es un desafío. Lo voy a plantear, vamos a pelearlo, no está todo definido, también lo de ciencia y tecnología, que es un sector que ni siquiera se ha creado como viceministerio.
Y también es un reclamo de la comunidad especializada.
Lo necesitamos para impulsar la creación científica y tecnológica. También tenemos que defendernos frente a las industrias culturales avasalladoras que vienen de afuera… Casi no se produce conocimiento en Perú y lo que tenemos como propio lo expropian y piratean. Las industrias culturales de otros países vienen, oprimen, aplastan y te arman lo que quieren.
Ese trabajo de ciencia y tecnología implica gran articulación con las universidades.
Por supuesto. Debe haber un organismo promotor de la investigación científica. No se concentrará allí. La investigación se desarrolla en universidades y centros especializados que no son necesariamente estatales. Allí está la gran producción científica y tecnológica.
Si su propuesta es atendida, el Ministerio de Cultura se hará protagonista.
Es lo que quisiera. Aunque no sea yo el ministro, porque no hay aún una confirmación, me parece que esa es la tarea que le espera al Ministerio de Cultura.
¿Y cómo toma el presidente electo estas iniciativas?
Parte del programa está allí. Yo he participado en su equipo en lo que es Estado y lo que es Cultura. Sobre estas ideas, hay una gran receptividad. Desgraciadamente todo el país no piensa lo mismo. Aquí hay una posición un poco avasalladora de las elites criollas con un racismo excesivo que bloquea la posibilidad de una comunidad política unitaria. Sin embargo, la propuesta es atendible por la información conocida y puede ser productiva.
Entrevista: David Pereda
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