El lenguaje audiovisual y la investigación científica
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María Eugenia Ulfe
Directora de la Maestría en Antropología y en Antropología Visual
Lo audiovisual se ha insertado como técnica en la investigación de campo, como objeto de investigación en sí mismo y como producto o resultado de nuestros estudios".
Desde su creación en el año 2009 la Maestría en Antropología Visual cuenta con tesis sustentadas en formato escrito y formato documental etnográfico. Pero lo audiovisual no se restringe al documental. Las tecnologías interactivas, los medios digitales, la cultura material, el arte, la imagen fotográfica, las técnicas de recojo de información de campo con cámaras, la foto elicitación -esto es, el trabajo con imágenes para el recojo de información-, los paisajes sonoros, la antropología de lo sensorial y de lo sensible, la performance son todas distintas aproximaciones hacia esto que denominamos el lenguaje audiovisual. Cada una de estas lleva y abre, además, líneas y temas de investigación bastante diversos y complejos. Los textos se re escriben en plataformas y formatos visuales que permiten una aprehensión diferente del sentido de las cosas. Epistemológicamente, nos acercan a temas complejos abriéndonos desde nuestros sentidos. El campo de la antropología, la violencia y la memoria, por ejemplo, que es desde donde yo trabajo, se ha beneficiado enormemente por el corpus cada vez más amplio de películas de ficción y no ficción que abordan los años de la guerra. Este género de cine da cuenta de aquello que los textos no pueden decir. La ficción hace plausible que miremos lo sucedido en este país. Algo que los miles de testimonios recogidos por investigadores en la Comisión de la Verdad y Reconciliación, las audiencias públicas no han logrado. La memoria requiere elementos concretos que la imagen permite mediante la captura del instante, de lo real, de aquello que pasó. Se le requiere para activar el recuerdo. Fue el efecto de Yuyanapaq, por ejemplo. Del mismo modo, esto sucede también con el cine. Las largas imágenes de tortura en La Casa Rosada del cineasta ayacuchano Palito Ortega nos remiten a esa muerte lenta, sufriente y dolorosa que los relatos de pishtacos, ñaqaqs, condenados nos narraban. Vivimos en un país donde la muerte nunca es directa, sino donde quien muere lo hace sufriendo y padeciendo las mil formas de tortura.
Es con estas ideas que me acerco, en realidad nos acercamos desde la antropología visual, a pensar lo audiovisual como un lenguaje en sí mismo. Es bajo estas premisas que reflexiono que hay aquí un campo de investigación científico amplio. En los últimos años hemos acompañado la realización de importantes estudios en formato escrito y audiovisual. ¿Cómo se recuerda Bagua 10 años después en poblados wampis en Amazonas? A través de la recreación teatral del hecho, como la tesis documental por sustentar de Vanessa Romo lo muestra o documentales como La Espera de Fernando Vílchez o El Choque de dos Mundos de Heidi Brandenburg y Mathew Orzel. Los conflictos sociales y medioambientales se viven, se sienten y se recuerdan luego a través de una memoria corporalizada. ¿Qué país somos rumbo al bicentenario? Nunca antes nuestros símbolos nacionales cambiaron tanto con la creación de “Marca Perú”, de la mano de la gastronomía y las campañas para revitalizar el orgullo de ser peruanos y la creatividad nacional. ¿Qué nos dice esto sobre los sujetos y ciudadanos que somos? ¿Por qué necesitamos actuar en redes sociales? Esto que vemos no es casualidad. Hay imperativos que vienen de la mano con el neoliberalismo como el actuar, el ser evidentes, eficientes y eficaces en nuestra performatividad cotidiana. La eficiencia como la competitividad o la innovación no solo son materias económicas, tienen trasfondos culturales importantes que están cambiando nuestras formas de sociabilidad y también las maneras como se hace política y se configura el Estado. Y eso estudiamos desde lo visual en la antropología y para hacerlo nos valemos de la etnografía. La etnografía permite que nos acerquemos desde el estudio profundo a recoger la información in situ, esas voces de los y las sujetos nos dicen, la observación y la participación nos permiten mirar aquello que hacen y luego contrastamos entre lo que dicen que hacen y lo que realmente hacen. Esa es la etnografía, desde ahí teorizamos, construimos categorías para el análisis de lo social. Esta es la base epistemológica de nuestra ciencia social. Ahora la etnografía se puede también realizar con cámara, estar mediada por una pantalla; se pueden usar técnicas de foto elicitación, líneas de tiempo, mapas, dibujos, croquis. Lo audiovisual se ha insertado como técnica en la investigación de campo, como objeto de investigación en sí mismo y como producto o resultado de nuestros estudios. En los últimos años importantes journals han tenido que crear secciones especiales para permitir que estos otros formatos y formas de conocimiento puedan también difundirse.
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