"Además de Perú, la mayoría de visitas al archivo del IRA vienen de EE.UU. y España"
Trabaja en el archivo desde 1975. Fue convocado por César Gutiérrez, su profesor de paleografía quien además fue archivero de la Universidad hasta el 2011. El Archivo Histórico Riva-Agüero cumple 40 años y la celebración principal será este 19 de mayo.
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Ada Arrieta
Jefa del Archivo Histórico Riva-Agüero
Texto:
Diego Avendaño
¿Cómo era el archivo en sus inicios?
El archivo se funda el 21 de febrero de 1975. En esa época trabajábamos en una mesa los dos frente a frente. A César Gutiérrez le entregaron dos roperos con todos los paquetes que habían hecho los notarios con los documentos de don José de la Riva-Agüero. Poco a poco fuimos limpiando y ordenando.
¿Cuáles son los mayores cambios que se han dado a lo largo del tiempo?
Se han ampliado las salas. Empezamos con dos archivadores, mesas y máquinas de escribir. Luego hemos pasado a la eléctrica hasta que en los 80 llegó la primera computadora. Con la secretaria tratábamos de descubrir cómo funcionaba. Ahora ya tenemos escáner, cámara fotográfica. Cuando llegó la computadora pasamos de la ficha de cartón a las bases en la computadora. Se han subido a la página web.
¿Cuántos documentos tiene el archivo de don José de la Riva-Agüero?
Tiene el epistolario más importante del siglo XX, donde refleja toda la vida de Lima. Además de ser historiador y literato, era abogado, fue alcalde de Lima, Ministro de Justicia, Instrucción y Culto en el gobierno de Benavides. Tiene más de 5 mil registros entre corresponsales con gente de varias partes del mundo. Entre ellos Miguel Lazo de la Vega, marqués de Saltillo, que cuenta la guerra civil española. En el caso del Perú, cartas con Víctor Andrés Belaunde. Además, tenemos documentación desde el siglo XVI hasta el siglo XX.
¿Qué otros documentos importantes van llegando?
Ahora tenemos 56 colecciones variadas que han llegado a lo largo del tiempo. Algunas tienen miles de documentos. La más pequeña tiene siete. Las donan porque tienen confianza en el Instituto y en la Universidad, saben que se van a conservar adecuadamente y se van a poner al servicio de la investigación.
¿Y qué tan variada es?
Hay de todo: una que se llama Jorge Muelle, que tiene documentos de Julio C. Tello. En esa época no había computadora, así que todo está en pinturas, dibujos, láminas, tinta china, fotografías, libros de campo. Todo esto ya está catalogado y clasificado. Otra colección es la de Manuel de Mendiburu, historiador del siglo XIX, que vive la independencia y la guerra con Chile y ha dejado sus memorias, cartas, donde se ven problemas políticos y económicos. Tenemos la de José Toribio Polo, con sus papeletas bibliográficas, cartas, trabajos, fotografías. Tenemos la colección de Felix Denegri con su archivo y sus libros.
¿Qué tanto ha influido internet?
La web ha sido una gran ayuda. Antes venían a sondear, ahora ya saben qué es lo que tenemos. Hemos comenzado a subir colecciones al Repositorio Institucional. Hemos digitalizado periódicos y fotografías.
¿De dónde vienen los visitantes del archivo?
Al año tenemos unas 2 mil visitas que incluye a investigadores. Además de Perú, la mayoría de visitas vienen de EE.UU. y España; pero también de Japón, Francia Chile, Brasil y Argentina.
¿Qué es lo más curioso que le haya ocurrido en el archivo?
Una experiencia increíble fue cuando Andrés Avelino Cáceres estaba en la campaña de la Breña envió cartas pidiendo óbolos a los hacendados de Lima. Y todas las cartas se las envió a José de la Riva-Agüero y Riglos, papá del benefactor. Él abrió la suya y las demás las guardó cerradas. Parece que, como era época de guerra, solo les dijo de palabra. Yo las abrí más de 100 años después.
Usted lleva más de 30 años enseñando paleografía…
La paleografía es el estudio de la escritura antigua. A América llegan tres tipos de escrituras que coexistían y estos sistemas escriturarios han cambiado. Un tipo de escritura es la cortesana, la más antigua, que solo se ve en Centroamérica y no se usa acá. La otra es la procesal, que usaban los escribanos. Esta escritura es prohibida por los Reyes Católicos porque es bastante enrevesada y provoca confusión al leer, además es grande y ocupaba mucho espacio. Esta degenera en una llamada procesal encadenada, donde todas las palabras están juntas. El tercer tipo de escritura es la humanística, también llamada bastarda o itálica, que sigue vigente hasta ahora porque fue la única que se pudo llevar a la imprenta.
¿Cómo fue esto en el Perú?
En el Perú, la procesal dura 200 años, en los siglos XVI y XVII. Todos los documentos están en procesal. Hay gente que cree que es árabe. El problema es que en el siglo XVI, además, la gente habla distinto.
En sus clases también ha habido cambios.
Dicto el curso desde 1981 y también ha ido evolucionando. Empecé con una metodología de hacer leer a los alumnos, ahora trabajo en la pizarra de VEO. La conocí en el 2012. Ahora dictamos también el curso en modalidad virtual en alianza del IRA con PUCP Virtual y el apoyo de VEO para la parte presencial.
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