Laboratorios virtuales en Ingeniería PUCP se desarrollan con éxito
Durante el ciclo 2020-1, el Departamento de Ingeniería de la PUCP virtualizó más del 95% de las clases y prácticas de laboratorio con excelentes resultados en los estudiantes. A través de diversas herramientas digitales, se han generado entornos de aprendizaje a distancia que, en algunos casos, son capaces de superar incluso las experiencias presenciales. Conoce más en esta nota.
Texto:
Departamento de Ingeniería PUCPTexto:
Fiorella Palmieri
Debido al contexto actual, en respuesta a la crisis generada por la COVID-19, las clases y prácticas de las especialidades de Ingeniería PUCP dieron un giro en el ciclo 2020-1: en pocos meses, hemos pasado de la presencialidad y del manejo de maquinarias al uso de software y de laboratorios virtuales en más del 95% de cursos y prácticas de laboratorio.
Tras un primer semestre a prueba, la virtualización ha mostrado su efectividad al potenciar la experiencia de aprendizaje en los estudiantes de las 10 especialidades de Ingeniería de pregrado de la PUCP.
“El uso de la tecnología para recrear laboratorios y realizar experimentos y ejercicios de manera virtual es una práctica fundamental en grandes universidades del mundo, como Cambridge, que realiza grandes inversiones para fortalecer sus plataformas. En la PUCP, estamos en ese camino y continuaremos trabajando para generar diversos tipos de experiencias educativas a distancia”, dice el Dr. Rafael Aguilar, coordinador del Comité de Virtualización de Laboratorios, equipo conformado por docentes del Departamento de Ingeniería a cargo de esta transformación tecnológica y educativa.
Desafíos de los laboratorios virtuales
Virtualizar la experiencia formativa de estos laboratorios, que cuentan con maquinarias y equipos sofisticados, ha significado un gran desafío, sobre todo en carreras donde “casi todos los cursos tienen sesiones de laboratorio y no son viables sin este tipo de prácticas”, dice el Dr. Francisco Rumiche, docente de la Sección de Ingeniería Mecánica.
Sin embargo, la meta de virtualizar la formación en carreras tan complejas se ha podido lograr gracias a dos factores: el gran trabajo realizado por el equipo de docentes, jefes de práctica y asistentes de docencia e investigación del Dpto. de Ingeniería; y el compromiso de la PUCP en invertir en software y equipos especializados para realizar las prácticas en línea. Así, a través de simuladores virtuales para ensayar con materiales, programas de análisis de datos y modelamiento (como Matlab o Virtual Labs), los estudiantes han podido realizar las experiencias de laboratorio virtual requeridas en sus cursos, pero desde sus casas.
Por ejemplo, en la sección de Ingeniería de las Telecomunicaciones, se creó un simulador denominado TEO-COM1, que replica el comportamiento de los equipos y dispositivos usados en los laboratorios de manera presencial.
Experiencia educativa
“Al inicio del ciclo, los estudiantes estaban preocupados por sus prácticas. Ahora, muchos de ellos están contentos porque han podido comprobar que la virtualización permite hacer cosas que no eran posibles en las prácticas presenciales. Por ejemplo, los cursos de Electrónica cuentan con unos simuladores muy potentes. Además, la metodología de enseñanza se ha volcado al análisis de casos. Tiene más valor que los estudiantes trabajen en torno a situaciones reales de ingeniería y no solamente alrededor de realizar mediciones”, señala el Dr. Rumiche, también coordinador del Área de Materiales de Ingeniería Mecánica.
Entre las grandes ventajas, la virtualización permite repetir los experimentos muchas veces. “Puedes visualizar en detalle algunos fenómenos que no necesariamente se pueden evidenciar en un laboratorio presencial, porque necesitarías de un equipamiento muy complejo. En nuestros laboratorios virtuales, podemos repetir los ensayos varias veces y analizar sistemáticamente el efecto de cada variable”, dice el profesor Rumiche.
Además, la virtualización incentiva el desarrollo de otro tipo de competencias. “El mercado laboral actual requiere ingenieros con habilidades digitales y autonomía para aprender. La modalidad virtual contribuye decisivamente en promover el desarrollo de estas competencias en los futuros profesionales”, comenta Rumiche.
Presente y futuro
En el ciclo 2020-2, en el que se mantendrá la no presencialidad, se continuará mejorando la experiencia educativa en los laboratorios virtuales. “Este semestre vamos a generar material para experiencias inmersivas, con el uso de realidad aumentada, visores y plataformas web diseñadas para estos fines. Nuestros estudiantes realizarán prácticas interactivas”, indica el Dr. Aguilar, quien trabaja para integrar herramientas virtuales en diversas tareas.
Cuando las condiciones sanitarias mejoren, el profesor Aguilar espera que los docentes y jefes de práctica puedan ingresar a los laboratorios para grabar sesiones de práctica que serían seguidas de manera remota por los estudiantes. A futuro, la expectativa es lograr que las clases integren los elementos más idóneos de la educación presencial y virtual. “Aunque el camino es largo, este ciclo 2020-2 seguimos avanzando para ofrecer la mejor tecnología y calidad educativa en Ingeniería”, indicó.
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