En este contexto de pandemia, ayudar a niños, niñas y adolescentes a identificar y manifestar sus emociones a través de diferentes expresiones artísticas es el objetivo que guió al proyecto ExpresArte. Este fue uno de los ganadores del Fondo de Iniciativas Estudiantiles RSU en respuesta a la COVID-19 de la DARS.

Esta iniciativa comenzó con 5 estudiantes PUCP que buscaban dictar talleres que ayudaran a chicos de 5to y 6to de primaria a expresarse a través de actividades artísticas, como dibujos, música, danza, marionetas y más. Hoy en día se han sumado más de 30 voluntarios al equipo, lo que les ha permitido realizar investigación para incluir nuevos objetivos.

Aprender a conocer y reconocer las emociones

“Nos dimos cuenta de que nos escribían niños, adolescentes y padres de familia pidiendo información sobre cómo inscribirse o participar en los talleres. Discutimos bastante sobre si podríamos atender ese público y nos dimos cuenta de que, conforme íbamos creciendo, empezábamos a contar con personas con la experiencia suficiente para hacerlo. Así que nos aventuramos por ese nuevo reto”, cuenta Yenny Arangoitia, miembro de ExpresArte y estudiante de nuestra Facultad de Educación.

De este modo, el objetivo de ExpresArte ahora incluye apoyar a los maestros y padres de familia en brindarles un acompañamiento que les permita un desarrollo integral emocional a los niños y adolescentes. “Es vital que la estrategia del proyecto involucre también al entorno de los estudiantes pues su crecimiento emocional no podrá desarrollarse adecuadamente si sus padres o docentes presentan vacíos emocionales”, indica Alonso Velasco, secretario académico de la Facultad de Educación y asesor del proyecto.

Voces de ExpresArte 

Iniciamos pensando que el arte era una buena herramienta para llegar a los niños y niñas, pero no nos imaginamos a todos los públicos a quienes nos íbamos a dirigir con el tiempo. Esta experiencia me ha brindado una visión más amplia de lo que realiza un educador. Yo solía pensar que trabajar con niños era algo complicado o que no tendría la paciencia suficiente para llegar a ellos, pero me enseñaron que existen mil formas de crear vínculos».

Entre las respuestas que más gratamente he recibido destaca la anécdota de una madre de familia, quien contó lo mucho que habíamos ayudado a su hija a expresar sus emociones y que incluso utilizaba dinámicas de los talleres para expresar su enojo de manera sana en casa. Me asombra el nivel de impacto que hemos tenido para con los niños no solo en el taller, sino también en su vida diaria».

Algo que las instituciones educativas suelen dejar de lado es el crecimiento emocional de los estudiantes. Me llevo un aprendizaje muy gratificante de los niños porque poco a poco se les fue presentando un nuevo contexto que tenían que enfrentar. Nosotros tuvimos que adaptar el proyecto a ellos, pero ellos también tuvieron que aprender a enfrentar la situación de emergencia sanitaria».

Me gustó poco a poco ir conociendo y reconociendo la capacidad de llegar a los chicos a través de distintas herramientas didácticas, conocer la infinidad de posibilidades que existen para conectar. Las estrategias parten desde materiales de videojuegos, tecnología, las posibilidades son infinitas. Solo hay que tener creatividad y pasión por lo que haces».

Éramos cinco integrantes que hacíamos un poco de todo y ahora hemos tenido que organizarnos en áreas específicas encargadas de múltiples tareas para trabajar de manera funcional. No solo crecemos como grupo, sino también en conocimientos. Estamos en capacitaciones e investigaciones constantes para mantenernos actualizados, pues entendemos que es diferente trabajar con cada uno de estos distintos públicos».

Educadores en formación continua

El equipo de ExpresArte se destaca por su crecimiento continuo en cuanto a experiencias dictando talleres y una investigación bibliográfica constante. “Tratamos de leer autores que hablan sobre la importancia de la inteligencia emocional y las planteen por edades. La idea es que nos sirvan para conocer cómo atender a cada uno de los grupos con los que tratamos”, comenta Yenny.

El rápido crecimiento en el número de voluntarios creó la necesidad de una organización según roles. Así, ExpresArte cuenta con área de innovación, comunicaciones, gestión de talento, economía, organización y dirección.

“Considero que cada conexión ha sido enriquecedora y he aprendido tanto de los talleristas como de los pequeños participantes. Al inicio, fue un poco complicado porque no había confianza y todos estaban callados, pero poco a poco se fue creando un vínculo, los chicos participaban activamente, decían lo que pensaban. Trabajar con educadores PUCP me ha dejado una gran admiración. Son un increíble equipo de trabajo, unos grandes profesionales en formación y constituye un aprendizaje único reunirme con ellos en cada sesión”, destaca Miguel Beltrán, coordinador del Área de innovación de ExpresArte y estudiante de Educación Secundaria de la UNMSM.

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