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Noticia

[COP20] Gestión de riesgo de desastres: prevenir para no lamentar

En la feria Voces por el Clima, se llevó a cabo la conferencia “El desafío de la gestión de riesgo y vulnerabilidad en medios urbanos”, en la que la Dra. Nicole Bernex, docente del Departamento de Humanidades, fue la primera expositora.

El objetivo era discutir la capacidad de las ciudades y sus habitantes de reducir sus vulnerabilidades desde el ángulo de las políticas urbanas. En ese sentido, Bernex resaltó que si bien hay esfuerzos independientes por trabajar en esta línea, “las instituciones tienen que trabajar de manera más integrada, y debe haber una transeccionalidad y transdiciplinariedad en todos los equipos que trabajan el tema”.

Bernex, recientemente nombrada embajadora de la Asociación Mundial para el Agua (Global Water Partnership), presentó como ejemplo el mapa de amenazas ‘Prevención, mitigación y manejo del Fenómeno El Niño’, desarrollado en los años 1997 y 1998 por el Centro de Investigación en Geografía Aplicada (CIGA-PUCP), en coordinación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y el entonces Ministerio de la Presidencia. “Tuvimos tres equipos interdisciplinarios que tomábamos turnos de ocho horas cada uno, y trabajamos las 24 horas del día para hacer un mapa muy detallado, manzana por manzana, de 23 ciudades específicas en la franja costera”, contó. Desde su experiencia, es vital contar con psicólogos, sociólogos o comunicadores que puedan recoger la percepción de los habitantes de una zona para identificar cómo un potencial desastre afectará a sus habitantes, y cómo trabajar para la prevención.

Luego del terremoto de Áncash de 1970, por ejemplo, buena parte de la población solo identificaba el movimiento sísmico como la amenaza a tomar en cuenta –olvidando los deslizamientos e inundaciones-, y más grave aun, “existía la mentalidad de que si sucede algo de tal magnitud es por voluntad divina y no hay mucho que nosotros podamos hacer”, detalló. “Ahí tenemos una gran falencia en el componente humano y eso solo lo podemos cambiar con un fuerte trabajo de educación”.

Es importante recordar también que más del 50% de desastres son originados por eventos metereológicos, y el cambio climático solo haría que esta cifra aumente.

Parte importante del desarrollo de una política de gestión de riesgo es construir una metodología adecuada, y en ese sentido, Bernex cree que son las universidades las llamadas no solo a generar los investigadores, sino también a organizar los equipos. “La PUCP trabajó el fenómeno El Niño en 1983 con un equipo de ingenieros, sociólogos y geógrafos; y desde 1987 se dicta de manera ininterrumpida el curso de Geografía de Desastres Naturales. El valor de la PUCP es el esfuerzo constante de inter y transdisciplinariedad, algo muy propio de nuestra universidad”, resaltó.

Expuso también la Arq. Elena Ricalde, responsable del Centro de Cartografía Digital del Centro Guamán Poma de Ayala, institución con 20 años de trabajo en la gestión de riesgo de desastres en Cuzco. “La población vulnerable suele ser la que construye y expande la ciudad”, sostuvo, “por eso nosotros nos hemos enfocado en generar un mapa con las zonas de peligro para darle esta información a la municipalidad provincial del Cusco y que sean ellos los que articulen directamente con los habitantes para no entregar permisos de construcción en zonas de riesgo”.

La Dra. Pascale Metzger, del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), de Francia, contó su experiencia en el desarrollo del Sistema de información sobre recursos para atención de desastres (SIRAD) del INDECI. Este es un mapa que cruza información detallada sobre las poblaciones más vulnerables y los lugares donde existen los recursos para permitir manejar una emergencia. “Primero tuvimos que entender cómo funciona un territorio normalmente para luego proyectar una situación de crisis. Lamentablemente, mientras la mayor vulnerabilidad está en las poblaciones que viven en la periferia de Lima, los recursos están sobre todo en el centro”, explicó. A pesar del valor del estudio, la Dra. Metzger cree que, lamentablemente, “hasta el momento no se le ha dado el peso adecuado para la planificación urbana de Lima y Callao”.

Pese a esto, la Mg. María del Carmen Tejada, del Ministerio del Ambiente, consideró muy positivo que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) trabaje ya el programa presupuestal de Reducción de Vulnerabilidad y Atención de Emergencias por Desastres. “La clave es que promueve un desarrollo sectorial en el que combina y potencia capacidades”, explicó. Además, desde el 2011 el MEF creó un plan de incentivos por capacidades que otorga más dinero a las autoridades locales que más proyectos de gestión de riesgos trabajen.

Finalmente, el Ing. Edgar Ortega, del Indeci, explicó el funcionamiento del mismo ante emergencias reales. “Veo que cada institución avanza en base a esfuerzos individuales, pero en conjunto, no estamos preparados ante desastres”, reconoció, e instó a trabajar aun con más ahínco en la gestión de riesgo de desastres.

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