Trabajo multidisciplinario para los primeros satélites peruanos
El lograr que dos satélites, el PUCP-SAT 1 y el Pocket-PUCP, salieran al espacio ha sido fruto de la labor de diversos profesionales entre profesores, investigadores, tesistas y practicantes, liderados por el Dr. Heraud. Estos son algunos de los comentarios sobre el trabajo que han realizado.
Fotografía:
Mario Lack
Neils Vílchez
“Me involucré en el proyecto el 2009, cuando era estudiante. Ha sido una experiencia única y estoy muy agradecido por haber participado, puesto que es parte de nuestra responsabilidad social con el país. Me siento muy orgulloso por formar parte de la PUCP. Lo ocurrido es importante porque asi no existe este tipo de proyectos en el Perú. Esto abrirá muchas puertas y esperamos que sea el inicio de algo mucho mejor”.
Daniel Menéndez
“Tuve acceso al proyecto al hacer mi tesis, que se sobrepasó en un 500%. Esta se relaciona con el sistema de estabilización, aunque luego también trabajé en otras cosas. Los países industrializados no nos van a poner siempre todo en bandeja, así que creo que es hora de que el Perú se convierta en un país que no solo produce materias primas, sino que aprenda a sacar adelante proyectos de este tipo”.
Jhonnell Fernández
“Que tengamos un satélite en el espacio dará a un mayor desarrollo a los proyectos similares, pues los ingenieros querrán especializarse. Me parece que esto era algo que ya se caía de maduro, ya que muchos países de Sudamérica cuentan con satélites, tanto como para comunicaciones como para defensa, y progresan a grandes pasos. Ojalá que esto continúe en aumento para mejorar las comunicaciones”.
Víctor Centa
“Fue un gran reto llevar adelante un proyecto de tan largo aliento. Ha sido satisfactorio, sobre todo porque no se ha hecho algo así en el país. El conocimiento se queda en casa porque no es algo que hayamos comprado o que nos hayan enseñado desde fuera, así que con esto podemos hacer más proyectos. Practicamos la interdisciplinariedad, nos relacionamos con gente de distintas carreras y nos ha servido mucho”.
Rafael Vílchez
“El equipo se ha convertido en una familia, incluso pasábamos más tiempo en el INRAS que en nuestras casas. Siempre que se presentaba alguna discrepancia, la conversábamos abiertamente. Eso es muy importante en cualquier proyecto. En el país siempre pensamos que no podemos hacer ciertas cosas, pero con esto demostramos que podemos explorar sin miedo y solucionar los problemas. Así se aprende”.
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