TPP: Alianza transnacional
Las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico culminaron. Ahora es el turno del Congreso de la República para decidir si el Perú se adhiere o no a este tratado, considerado, por muchos, el más importante en el mundo. Sin embargo, la polémica se ha instalado porque se habría cedido en temas esenciales para el país ante la presión de poderes económicos internacionales.
¿Serán los medicamentos más caros? ¿El Perú perderá soberanía ante tribunales internacionales? ¿Cambiarán las reglas de juego en el uso de internet? Luego de cinco años, culminaron las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (Trans-Pacific Partnership – TPP), un tratado de libre comercio que involucra a 12 países de la región Asia-Pacífico, entre ellos el Perú. Sin embargo, la regulación que se impondría en diversos temas sensibles ha generado un encendido debate donde solo el Congreso de la República, en algunas semanas, tendrá la última palabra. Lo mismo ocurrirá con los otros países participantes.
El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), que estuvo a cargo de las negociones, no ha dudado en expresar los beneficios que ofrecería al país un convenio de esta magnitud, el cual promovería un mayor crecimiento económico y generaría más empleo en el país.
“Específicamente, el TPP representa la culminación de un ciclo de tratados de libre comercio impulsados por Estados Unidos con la finalidad de ‘normalizar’ las condiciones comerciales y legales aplicables a sus exportaciones hacia otros Estados. Estados Unidos ha venido impulsando el modelo de acuerdos bilaterales como una forma de elevar la valla y lograr aprobar asuntos que, incluso dentro de su propio país, son controvertidos”, señala el abogado egresado de la PUCP, Miguel Morachimo, director de la ONG Hiperderecho.
Según datos del Mincetur, más de US$ 2,250 millones es la cantidad de dinero que generaría el mercado potencial de frutas y hortalizas, granos andinos, productos pesqueros, y productos textiles de algodón y alpaca, gracias al TPP. “Si se asume que es posible anticipar estos resultados, esta aproximación nuevamente refleja una ceguera selectiva al momento de evaluar las consecuencias”, refuta Morachimo. Para él, el TPP pone a nuestro país en una situación de desequilibrio donde es imposible que salgamos ganando.
Secreto a voces
Se ha discutido mucho sobre el carácter reservado de los textos durante todo este tiempo. Mincetur explicó que esta es una práctica usual para no afectar la posición negociadora de los países. Mucha de la información que se conoce sobre el acuerdo ha sido posible gracias a las filtraciones realizadas por Wikileaks. “Los únicos al tanto son un grupo de negociadores de un ministerio que no han sido democráticamente elegidos por nadie y, aunque pueden ser muy competentes, no pueden reemplazar la garantía de escrutinio público”, explica Morachimo, quien lamenta que nuestra Ley de Transparencia y Acceso a la Información pública también considere estos textos como secretos.
Para Morachimo, era completamente necesaria la participación de la sociedad o la empresa privada en estas negociaciones. “Lamentablemente, por la increíble incidencia que tiene el poder corporativo en el financiamiento de los aparatos políticos de países como Estados Unidos, la mayoría de grandes empresas farmacéuticas o de contenidos sí tienen acceso extraoficial al acuerdo, son escuchados por sus gobiernos y sus intereses son defendidos por los negociadores”, señala.
Estado precario
“En el caso del TPP, no solo estamos hablando del 40% de la economía global, sino de un conjunto de países que son centrales en APEC y les estamos diciendo que pueden operar en este país, en esta foto congelada del Perú que somos hoy, con la institucionalidad precaria que tenemos. Cuando queramos avanzar para resolver necesidades evidentes y urgentes que el país tiene, vamos a estar en este conflicto de ‘necesitamos hacerlo’, pero el inversionista nos va a demandar”, opina la Mg. Alejandra Alayza, socióloga egresada de la PUCP, quien siguió de cerca las negociaciones del TLC con Estados Unidos como asesora parlamentaria. Y este último es uno de los temas más delicados y controvertidos de las negociaciones del TPP. “Ahora se está reproduciendo este mecanismo de demanda inversionista-Estado. Estas nuevas reglas de comercio están ancladas en sistemas de justicia paralelos que, en la práctica, lo que hacen es constituir una amenaza sobre la capacidad soberana que tiene un Estado de regularse y de construir políticas públicas para los ciudadanos”, explica. Asimismo, afirma que si se decidiera, por ejemplo, no aplicar alguna cláusula que se está aceptando debido a una emergencia pública, las transnacionales podrían iniciar una demanda. Para la socióloga, en esta tendencia, el mercado ha comenzado a superar a los intereses individuales.
Con ese marco, para Alayza, las justificaciones para firmar el TPP no son claras. “Cuánto sentido tiene que tú, en un contexto en el cual ya tienes accesos preferentes y permanentes a mercados que son tus principales destinos, te metas a hacer un nuevo acuerdo, asumiendo nuevos compromisos, donde muchas de las consecuencias hacia adelante no las terminamos de dilucidar hoy. Competir con estos grandes, con estas reglas, no es tan fácil con las características de tu economía y tu capacidad productiva”, explica.
Para la socióloga, la línea de base para analizar las consecuencias de una eventual aprobación del TPP la marca la experiencia que hemos tenido con los TLC con Estados Unidos y Europa. “A pesar de que han abierto oportunidades de exportación para sectores claves, la data está sobre la mesa y nuestra balanza comercial es negativa. Estamos importando más de lo que estamos exportando. No es cierto cuando se dice que una oportunidad es una realidad, porque, en la práctica, tiene que ver con capacidades que no han sido invertidas ni priorizadas en el país”, explica.
Salud pública
“La industria farmacéutica es uno de esos componentes que, para no irnos muy lejos, hasta hace 15 años no entendíamos qué peso tendrían y hoy son el corazón de la ambición económica del comercio global”, opina la Mg. Alejandra Alayza. Wikileaks acaba de revelar el capítulo de propiedad intelectual del TPP, sin duda, una de las secciones más controvertidas del acuerdo debido a las consecuencias que tendría, sobre todo, en el acceso a los medicamentos.
Si bien el Mincetur ha señalado que los precios de las medicinas no se elevarán, la duda ya se encuentra instalada. “Los estudios de impacto realizados por el propio Ministerio de Salud indican que, después de la firma del TPP, los precios no cambiarán al día siguiente. La tendencia, al efectuar un cambio en la regulación –favoreciendo al monopolio y disminuyendo la competencia– es que suban los precios en el mediano y el largo plazo”, explica la socióloga.
Para Alayza, producto del TPP, el Mincetur cierra por segunda vez una negociación y le da la espalda a las “líneas rojas” que coloca el sector salud. “Se ha cedido con la justificación de que los impactos no son de corto plazo y que hay flexibilidades de aplicación. Pero en el momento en que tú otorgas un nuevo derecho, en este caso de protección de propiedad intelectual, será muy difícil retroceder después para facilitar la competencia”, opina.
Sin duda, uno de los puntos más polémicos en todo este contexto es que el Perú haya otorgado cinco años de protección de datos de pruebas a los fármacos biológicos. “A las transnacionales se les caducaban las patentes de medicamentos de síntesis química, cuya protección era de 20 años, entonces la época de los monopolios llegaba a su fin”, cuenta Alayza. “Pero, ¿cómo mantienes el nivel de renta?”, se pregunta. “La nueva línea de innovación tiene que ver con la manipulación genética y biológica, que no tenía protección intelectual, porque el principio detrás es que no se puede patentar la vida, a diferencia de los medicamentos de síntesis química que sí se relacionan con principios de invención. Tú estás desarrollando, sobre un principio biológico existente, utilidades, y hay una polémica sobre por qué tienes autoridad sobre ello”, señala.
Para Alayza, estos medicamentos están en la primera línea de los tratamientos más sensibles, como el cáncer, por lo tanto, juegan un papel fundamental y cada vez más importante. “Actualmente, EsSalud gasta el 65% de su presupuesto en biológicos sin las protecciones del TPP”, explica la socióloga, quien afirma que esta es una motivación esencial para que las grandes farmacéuticas hayan puesto este tema en la agenda de las negociaciones. Y para la precaria realidad de nuestro sistema de salud, las consecuencias en términos económicos podrían ser considerables.
Finalmente, la socióloga opina sobre la tendencia que tiene el Estado peruano de firmar acuerdos de comercio con diferentes mercados. “Nos hemos metido ese convencimiento de que si no estamos conectados al mundo, no somos nada, pero lo estamos haciendo de cualquier manera”, dice. La reflexión está servida. Ahora es el turno del Congreso.
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