Todos los caminos que recorrió Jano Clavier, estudiante de Artes Escénicas de nuestra Universidad, lo condujeron a este punto. Después de hacer teatro desde muy joven en Venezuela, en el 2009 llegó al Perú para especializarse en dramaturgia y dirección en la PUCP. Su constancia lo ha llevado a las puertas del estreno de su opera prima Las crías tienen hambre.

“La historia parte del rompimiento entre una mujer de 43 años con su novio de 22. Este hecho envuelve otras consecuencias que van más allá de la ruptura en sí, como la relación con los padres”, detalla Jano Clavier, sentado en un sillón verde en el centro de la sala de ensayos en Barranco.

Frente a él están Piero Negrón, estudiante de Artes Escénicas de la PUCP, Nani Pease, docente del Departamento de Psicología de la PUCP, y Tirso Causillas, actor de la Escuela Nacional de Arte Dramático. O Sebastián, Olga y Pablo, los personajes de la obra que se alistan para tomar forma en el escenario.

“Creo que parte vital de la obra es cómo ellos (Olga y Pablo) se encontraron por la necesidad de entender a sus papás. La obra se llama así porque otro de los personajes es un hámster que se ha comido a sus crías para protegerlas. Este es el punto de partida de una conversación que desata otros sucesos”, complementa el joven director.

Olga es una mujer que, a pesar de su madurez física, se encuentra en medio del conflicto de crecer. Así lo entiende Nani Pease quien se identifica con esta lucha existencial: “Siento que es un personaje que me ha acompañado y que me viene acompañando hace mucho tiempo. Creo que todos nos hemos cuestionado sobre el proceso de crecer y las decisiones que nos llevaron hacia una dirección u otra”.

Igual de complejo es el personaje de Pablo, quien “tiene una necesidad grande de aceptación, el rollo con la madre es su necesidad de que esta lo acepte, lo que canaliza hacia la aceptación de su pareja y el resto de personas que la rodea. Es vulnerable, es como un adolescente. Estudia arte y tiene un proyecto donde hace una piñata de su madre, una imagen con la que está obsesionado. Necesita manifestaciones físicas parecidas a las de una madre, necesita estar en el regazo de su novia”, según describe Tirso.

En medio de estos personajes, calificados por el propio autor de “tierna y cómicamente patéticos”, Piero y su interpretación de Sebastián tienden el puente entre el público y el mundo de estas crías hambrientas. “Mi personaje en realidad es la visión del público que entra a este espacio tan irreal se da esta relación extraña, pero que en este mundo casi paralelo resulta muy cierta y muy válida”.

Esta comedia poco convencional nació bajo la asesoría de Alonso Alegría en las aulas de la PUCP. El estreno es el próximo 7 de marzo en el teatro Mocha Graña (Saenz Peña 107, Barranco) y la temporada durará tres semanas.

Funciones: Viernes, sábado y domingo, 8pm.

Entradas: General S/. 20 y estudiantes S/. 10. Venta de entradas el mismo día de la función en la boletería del teatro Mocha Graña.