La prensa nacional ha informado en reiteradas ocasiones sobre los asesinatos perpetrados por sicarios. Mientras muchos se preguntan qué está pasando en nuestro país, para el docente del Departamento de Ciencias Sociales, magíster Nicolás Zevallos, el principal problema es que actualmente, es muy difícil entender el fenómeno del sicariato en su real magnitud debido a que no hay un registro sistemático con información estadística que arroje datos claros sobre cómo han venido actuando estos asesinos en los últimos años.

“En ese sentido tenemos una gran preocupación, porque no tenemos información clara de lo que está ocurriendo. Tenemos básicamente reportes periodísticos y es un poco complejo plantear una política pública sostenida en torno solamente a estos reportes. Lo que se requiere con urgencia para poder planificar algo más a largo plazo es la información sistemática sobre cómo está funcionando, quiénes están involucrados, quiénes son sus víctimas, cómo ha ido creciendo en el tiempo. Lo único que podemos afirmar es que ahora tiene mayor visibilidad, y eso ya es preocupante.”, refiere Zevallos.

La División de Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) es una de las unidades de la Policía que está comenzando a reunir información estadística sobre estos crímenes. Hace unas semanas revelaron que 288 personas han muerto a manos de sicarios entre enero y setiembre de este año, cifra que representa alrededor del 30 por ciento del total de homicidios registrados en ese periodo en el país. El investigador principal del Laboratorio de Criminología Social de la PUCP asegura que es necesario reunir y analizar muchos más datos para que nuestras autoridades puedan establecer una estrategia efectiva contra el sicariato, cuya mayor visibilidad está generando temor entre los ciudadanos.

“El temor que genera el fenómeno del sicariato es ya de por sí un problema público serio. Entonces ya implica que el Estado disponga alguna medida para poder tener respuestas más inmediatas para que la ciudadanía esté mucho más tranquila. Si te das cuenta, en los casos que ha tenido cobertura mediática la respuesta ha sido muy rápida. Tanto en el caso del fotógrafo Luis Choy, como en el de Ezequiel Nolasco (ex consejero regional de Ancash) y el del Rincón Gaucho, en el término de una semana han atrapado a los involucrados. Entonces hay un trabajo de inteligencia operativa bastante efectivo, lo que se requiere es complementar esa inteligencia operativa con inteligencia estratégica vinculada a la política pública”, precisa.

Nicolás Zevallos indica que es importante recoger información sobre cada caso porque así también se podrá descubrir los nexos que tendrían con otras organizaciones delictivas, como el narcotráfico por ejemplo. “Lo cierto es que uno debe entender que el sicariato, o el asesinato por encargo, no es un fenómeno que se presente por sí mismo, siempre se encuentra asociado a algún tipo de actividad criminal paralela. Siempre es un medio para seguir un fin posterior”, afirma.