Sanilab: comunidades limpias
Ante la creciente crisis de salubridad en nuestro país, surge Sanilab, un sistema de saneamiento ecológico para comunidades de escasos recursos. Este proyecto ha sido cocreado por el equipo interdisciplinario de D-Lab PUCP y la comunidad Quebrada Verde en Pachacámac.
Texto:
Solange AvilaFotografía:
Fernando Criollo
La experiencia que vivimos por la escasez de agua a inicios de año es apenas una muestra de la crisis de salubridad que sufren, día a día, muchas comunidades aisladas. Sin embargo, desde hace un tiempo, D-Lab PUCP, el Laboratorio para el Desarrollo y la Innovación Inclusiva, ha desarrollado, junto con la comunidad Quebrada Verde de Pachacámac, un proyecto para mejorar la calidad de vida: Sanilab. Esta iniciativa implementa baños secos portátiles y ergonómicos en las casas.
Empoderamiento de tecnología
Los baños secos son una buena práctica de saneamiento, a los que se han incorporado los conocimientos de los miembros de esta comunidad para hacer un baño adecuado a sus condiciones de vida. “Por lo general, las innovaciones empresariales llegan como programas de ayuda y no se hacen las adecuadas relaciones comunitarias. Nosotros queremos crear, juntos, soluciones sostenibles para la salud y el medioambiente”, sostiene el Lic. Raúl Muñoz, miembro del equipo.
Más económico, más inclusión
Después de una etapa de convivencia, se tuvieron las siguientes consideraciones. Sanilab puede ser utilizado por cualquier persona, independientemente de su edad y estatura. Además, su instalación es muy sencilla: no requiere herramientas ni energía eléctrica. Muñoz resalta que la instalación de un sistema de saneamiento regular en la zona rural cuesta aproximadamente S/ 15,000. Con este mismo monto se puede instalar alrededor de 15 Sanilabs. Es decir, se beneficiarían 15 familias en lugar de solo una.
«La misión de nuestra Universidad es brindar apoyo a la sociedad. A través de nuestros profesionales, podemos generar valor y mejorar la calidad de vida en estas comunidades al brindar innovación inclusiva de bajo costo», comenta el Mg. José Rau, líder del equipo D-Lab PUCP. El resultado se hace evidente: las comunidades se han empoderado y han aprendido diversas operaciones. Por ejemplo, ahora en Quebrada Verde, los residuos se acopian en una planta de bajo costo, de los que se obtiene, después de ser tratados, nitrógeno, fósforo y potasio. Estos últimos sirven como nutrientes para abonar las plantas, por ejemplo.
Por ese motivo, el proyecto busca extenderse a todas las regiones de nuestro país. A ello, añade Rau que será indispensable considerar los materiales endémicos, así como las características sociales en cada región.
Este deseo de seguir fomentando el desarrollo se hace sostenible con el apoyo y reconocimiento de distintas instituciones. D-Lab forma parte de la Red Mundial de Innovación para el Desarrollo, liderada por el Massachusetts Institute of Technology (MIT). También cuenta con el apoyo de Ciencia Activa, de Concytec, a través del programa Ideas Audaces. Además ahora tiene el reconocimiento de la Organización Mundial de Ergonomía y de la International Development Intervention Networking (IDIN).
En la foto: Lic. Raúl Muñoz y Mg. José Rau
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