Van tres días desde que el centro comercial Westgate fue tomado por integrantes del grupo radical terrorista islamista somalí, Al Shabab que significa Juventud, que es una rama de los Tribunales Islámicos. Su reclamo es hacia el gobierno de Kenia al que le pide que retire sus tropas de Somalia.

Primero se debe recordar que Somalia es un país desmembrado con muchos problemas de orden interno y el grupo Al Shabab controla buena parte del territorio, tiene el poder político y militar a nivel de una organización terrorista. Es por esta razón que Somalia no es solo un país vecino donde la existencia del Estado es nula, sino que las constantes amenazas hicieron que Kenia se decidiera por crear una zona de seguridad de casi 100 km por lo que enviaron sus tropas para darle mayor protección a su frontera.

Aunque técnicamente las tropas de Kenia ya no están en Somalia, porque fueron reemplazadas por fuerzas militares de organizaciones africanas comandadas por la Unión Africana, el componente keniata sigue presente. “Siguen viendo a Kenia como su enemigo directo y desde el punto de vista de Al Shabab, la Unión Africana sigue siendo presencia extranjera en su territorio y los keniatas son responsables de esa situación”, menciona Vidarte.

Relación con Al Qaeda

Se conoce que Al Shabab pertenece a una red de organizaciones similares en diferentes países y que incluye a Al Qaeda.  Según, el especialista, lo preocupante es que diversos países islámicos (pues Somalia es islámico y árabe al mismo tiempo) se conviertan en caldo de cultivo de grupos terroristas.

Estados Unidos redobló su seguridad al saber sobre este atentado ya que Somalia ha demostrado que también puede servir como lugar para el desarrollo terrorista. “Esta es la misma preocupación que se tiene también sobre Yemen o Siria, en que mañana más tarde se conviertan en territorio de grupos terroristas que puedan llevar a cabo acciones no solo dentro, sino también fuera”, explica el analista.

Preocupación de occidente

Vidarte menciona que Kenia ha tenido problemas con Al Shabab en el pasado, pero nunca de la magnitud del atentado de ahora en que un grupo armado entre a un centro comercial a matar. Pero hay más aristas a tomar en consideración, ya que lo más resaltante de este ataque es que no solo ha afectado a la zona más pudiente de Kenia, sino que además era la zona con mayor presencia occidental. “Se trata de un golpe no solo a Kenia sino que básicamente a la relación de dicho país con occidente. No es casualidad que gran parte de los muertos sean extranjeros”, agrega.

La comunidad internacional actuó al instante. Israel apoyó asesorando con su unidad antiterrorista y es que la preocupación está por el ver que organizaciones terroristas de mayor o menor nivel puedan llevar a cabo acciones fuera de sus fronteras. “Ahora hay otras organizaciones que tienen más poder que Al Qaeda como el Hezbollah y Al-Nusra que están enfrentados en Siria. Seguimos ante una problemática transnacional que afecta intereses occidentales. Esa es la preocupación y el temor que existe en el resto del mundo”, menciona Vidarte.