¿Pueden los videojuegos ser educativos?
A primera vista los videojuegos y la educación podrían no encontrarse de la mano, sin embargo, Esteban Clua, docente de la Universidad de Fluminense (Brasil), cree que todos los videojuegos se acercan al conocimiento resaltando otros aspectos.
Texto:
Susana Navarro
Los videojuegos educativos tienen un estigma, que son aburridos o que sus gráficas no son buenas, eso ha hecho que a lo largo de los años no se les preste tanta atención, Clua cree que esto se debe a que muchas veces se olvida que lo principal en un juego es que debe estar bien sintonizado en un sistema formal de reglas, lo demás está en función de la mecánica del juego. “Muchos juegos educativos fueron pensados de tal forma que primero se toma en cuenta la historia que se va a contar y luego la mecánica del juego es agregada, cuando en realidad las reglas son lo más importante”, menciona el especialista. Agrega que en los juegos educativos antiguos se olvidaron de que lo primero que quiere hacer el jugador es jugar.
“Todos los juegos son educativos”, sostiene Clua. Para él, la diferencia entre un juego más o menos educativo y cualquier otro, será el contenido que se trasmita. “Hay juegos que no explicarán detalles exactos como fechas o nombres, pero ponen en contexto y despiertan el interés”, explica el especialista ya que cree que si bien no todos los juegos dan el contenido de manera directa, todos pueden servir de motivación para un aprendizaje más profundo.
Influencia
El beneficio de los videojuegos es que para poder jugarlos, se necesitan diversas habilidades que el jugador va adquiriendo con la experiencia. Este proceso hace que el cerebro esté en constante trabajo y actividad. “Eso hace que tengas un nivel de atención mucho mayor a que si estuvieras de manera pasiva, así aprendes y entiendes a un nivel más profundo”, explica Clua. Es decir, que al hacer que el cerebro participe de manera más activa en el proceso cognitivo, independientemente del tipo de juego, estarás aprendiendo nuevos patrones, procesándolos, deduciendo nuevas cosas para seguir en el juego. “Si a esto se le agregan elementos que tengan que ver con aspectos educativos, el poder del juego va a ser muy fuerte”.
Pero el jugador no quiere y no está ahí para saber quién es el personaje o para aprender nuevo contenido, sino que está ahí para jugar, resalta Clua. Lo importante está en no olvidar que lo importante es la mecánica del juego. “Hay juegos como Assassin’s Creed que, si lo que quieres es saber cómo era una ciudad en el siglo XVIII, no vas a encontrar algo mejor en ningún lugar, es muy realista y muy educativo, pero si quieres saber la historia de un personaje puede ser menos educativo, todo dependerá de qué quieres trasmitir como contenido, o como en Call of Duty, todo lo que sé de la II Guerra Mundial es por ese juego”, explica Clua.
Cuál sí y cuál no
Es cierto que muchos de los padres no vivieron la generación de los videojuegos y a veces les es difícil comprender como uno de estos puede tener propósitos educativos. Clua menciona que es importante que los padres sepan que, por ejemplo, no todos los juegos son violentos y que si desea trabajar aspectos educativos, se interesen en conocer los diferentes juegos y se atrevan a jugarlos también.
Con la nueva fiebre por los juegos para smartphone, es importante que el padre o el educador se dedique a buscar el que le pueda parecer que tenga un mejor contenido para los niños. “De manera general vas a encontrar contenido en casi todo, es importante que encuentren el juego que se adecúa a lo que quieres”, menciona Clua y da como ejemplo el juego 2048, que si bien no parece ser muy difícil, se ha convertido en una fiebre. “Este juego es muy educativo, no te enseña a sumar, pero entrena tu cerebro para hacer un razonamiento rápido”.
El profesor Esteban Clua nos recomienda tres juegos:
Civilizations: Juego que trata sobre las diversas civilizaciones de la humanidad.
Call of Duty: Juego que está ambientado en la Segunda Guerra Mundial.
2048: Juego para Smartphone, que desarrolla la habilidad numérica.
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