Procrastinación: 5 estrategias para evitarla
¿Te cuesta empezar tus tareas y las pospones una y otra vez? Hablemos de la procrastinación, por qué ocurre y cómo evitarla en el ámbito académico. En esta nota, la psicóloga Karen Espinal, de la Oficina de Bienestar PUCP, comparte cinco estrategias efectivas para combatirla.
Texto:
Diana Chávez
¿Te resulta difícil concentrarte en empezar tus tareas y las dejas para después? La procrastinación, ese hábito de postergar actividades esenciales, es un problema que afecta a muchos estudiantes universitarios, generando estrés y ansiedad al dejar todo para último momento.
Según la psicóloga Karen Espinal, de la Oficina de Bienestar Psicológico PUCP, la procrastinación puede deberse a diversas causas, como el miedo al fracaso, la falta de motivación o la sobrecarga de trabajo.
“La procrastinación nos lleva a hacer otras actividades que en realidad son menos relevantes, que nos distraigamos con más facilidad o que terminemos incumpliendo cosas que en realidad queríamos hacer en un tiempo previsto y no terminamos realizando. Entonces, eso nos trae consecuencias negativas en nuestra rutina”, explica la psicóloga.
Sostiene que este hábito negativo está ligado principalmente con emociones como la frustración, el aburrimiento, las inseguridades que tenemos sobre el resultado de alguna tarea o examen, así como el miedo al fracaso.
¿Cómo identificar la procrastinación?
En el ámbito académico, la procrastinación puede manifestarse en distintas formas. «A veces, se falta a clases para tener más tiempo para estudiar, pero se descuidan algunos cursos. También se presentan dificultades para coordinar trabajos en equipo o cumplir con los plazos establecidos«, señala Espinal.
Estas señales son claras advertencias de que estamos cayendo en el ciclo de la procrastinación, lo que afecta tanto nuestro rendimiento académico como personal.
Es importante diferenciar entre tomarse un descanso saludable y procrastinar. Según Espinal, cuando estamos procrastinando, generalmente utilizamos pantallas: celulares, televisores o laptops. Esto puede tomar 15 minutos, media hora, una hora o incluso más tiempo de lo previsto dejando de lado las tareas que debíamos avanzar.
En cambio, un descanso real es breve, de entre 5 y 15 minutos, y está orientado a recuperar energías. “Un tip puntual para diferenciar el descanso de la procrastinación es que si estoy descansando, la emoción que suelo vivir tiene que ver con relajación, recuperar energía por un breve periodo de tiempo, pero cuando estoy procrastinando, usualmente están involucradas las pantallas”, puntualiza.
A menudo, la procrastinación nos hace sentir abrumados, como si hubiera demasiadas cosas por hacer sin saber por dónde empezar. Diferenciarlas entre urgentes e importantes ayuda a aclarar las prioridades y aligera esa carga".
Cinco técnicas para combatir la procrastinación
1 . Establecer lo urgente y lo importante
Espinal recomienda hacer una lista de chequeo y usarla para priorizar tareas: «Las cosas urgentes e importantes son las primeras en las que debemos enfocarnos. Luego, se pueden planificar tareas importantes pero no urgentes en una agenda».
Este enfoque reducirá la sensación de sobrecarga y facilitará el avance en las tareas pendientes. «A menudo, la procrastinación nos hace sentir abrumados, como si hubiera demasiadas cosas por hacer sin saber por dónde empezar. Diferenciarlas entre urgentes e importantes ayuda a aclarar las prioridades y aligera esa carga», destaca.
2. Utilizar recompensas
«Reconocer nuestros avances con pequeñas recompensas, como descansar o disfrutar de un pasatiempo, puede reforzar nuestro estado de ánimo y motivarnos a seguir adelante», afirma la psicóloga.
3. Método de los cinco minutos
Consta en hacer pequeños avances de nuestra lista de chequeos por al menos cinco minutos, de esta forma te acercarás poco a poco a la meta final.
4. Regular el estado de ánimo
Es fundamental reconocer qué emociones nos afectan, como el estrés o la inseguridad, y buscar actividades que nos ayuden a equilibrarlas. Estrategias de relajación, pasatiempos o breves pausas para desconectar pueden mejorar nuestro bienestar emocional y favorecer el enfoque en las tareas pendientes.
5. Iniciar el día con las tareas menos agradables
La psicóloga Karen Espinal recomienda empezar con las tareas menos agradables: «Es mejor programarlas para las primeras horas del día. Al enfrentarlas temprano, nos sentiremos más ligeros y menos propensos a procrastinar el resto del día».
¿Buscas ayuda para dejar de procrastinar?
La Oficina de Bienestar PUCP ofrece recursos para ayudar a los estudiantes a enfrentar la procrastinación y otros problemas emocionales. «Activamos citas psicológicas todos los viernes a la 1 p.m., y ofrecemos talleres sobre organización del tiempo y manejo del estrés», informa Espinal. Además, invita a seguir las redes sociales de Bienestar PUCP para mantenerse al tanto de las actividades.
“En algún momento, todos hemos experimentado la procrastinación o el estrés en la vida universitaria, ya que son temas recurrentes. La labor de nuestra oficina es justamente poder brindar estrategias a los estudiantes para que lo manejen y todos les vaya bien académicamente”, sostuvo.
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