En su estadía en Japón, donde es profesor de la Universidad Ritsumeikan, el Dr. Arturo Kohatsu-Higa ha notado que se impulsa la enseñanza de la estadística desde el colegio. En cambio, en nuestro país recién se imparte esta materia en los primeros años de universidad. ¿Cómo podrían los estudiantes peruanos elegir esta carrera si muy pocos conocen de su existencia?

“El Ministerio de Educación de Japón sabe de la importancia de la estadística, por eso muchos de sus conceptos son parte de la educación básica secundaria”, sostiene el Dr. Kohatsu-Higa, quien se recibió de la especialidad de Estadística en nuestra universidad. La promoción de este conocimiento en el país asiático es reciente, por ello –y al igual que en el Perú– aún no hay muchos postulantes a esta carrera en pregrado.

Patrones inteligentes

En el campo profesional, el impulso que vive la estadística se debe a la estrecha relación que tiene con las nuevas tecnologías. Una de sus principales aplicaciones es en la inteligencia artificial. Por ejemplo, si ingresamos a una página web a revisar el precio de un boleto de avión a Washington D.C., después observaremos una publicidad de viajes a este mismo destino en nuestras redes sociales.

El Dr. Kohatsu-Higa explica cómo se da este fenómeno: “Son pruebas de clasificación, que como su nombre indica intentan clasificarte para saber qué productos venderte”. Otro ejemplo práctico, de la vida real, sucede al acudir a una tienda. Antes, el propietario tenía que contratar personal capacitado que recuerde los gustos de cada cliente y así poder brindarle sugerencias. “Hoy en día todo está codificado y automático, gracias a las técnicas estadísticas que se usan en la computación”, dice el Dr. Kohatsu-Higa.

Según el docente, la estadística no ha vivido un cambio radical en sus modelos, pero sí en la manera en que es aplicada. “Para los que nos dedicábamos a este conocimiento, estas técnicas no son novedosas, pero los ingenieros de sistema e informáticos sí han descubierto que la estadística es muy útil para los negocios”, comenta. En ese sentido, en Japón ya hay muchas fábricas que funcionan mayoritariamente con robots. Si bien podría pensarse que esto dejará a los humanos sin trabajo, más bien se busca que las personas ahora dediquen sus esfuerzos a labores que impliquen pensamiento y creatividad.

Cabe aclarar que está bien utilizar estos métodos, pero siempre es necesaria la supervisión de expertos estadísticos. Digamos que hay un patrón que determina que aquellos que han cometido un crimen siempre caminan de cierta manera. Si una persona no tiene los conocimientos necesarios, podría acusar a inocentes de ser criminales y usar el patrón como prueba en un juicio. “Siempre debe haber un estadístico que determine si las técnicas utilizadas son las apropiadas”, aclara el docente.

Estadística de grado superior

Como el hombre cosmopolita que es, el Dr. Kohatsu-Higa ha observado que a nivel mundial tiene mayor acogida la estadística en los grados de maestría y doctorado. “Cuando un egresado empieza a trabajar en una institución o empresa, le piden estadística. Al no tener muchos conocimientos, retornan a estudiarla en la universidad”, explica el especialista.

Aunque admite que va tomar un tiempo para que la sociedad peruana, en conjunto,  entienda la importancia de la estadística, le parece muy necesario su impulso. “Si queremos que el Perú avance en tecnología, es necesario que la estadística se desarrolle”, comenta. Las universidades y el Estado deben unirse para fomentar el estudio de esta vital área del conocimiento.