Nuevo modelo de telecomunicaciones puede lograr que acceso sea más barato en poblados rurales
Varios los poblados rurales de nuestro país que todavía no cuentan con un sistema de telecomunicaciones instalado. El ingeniero Luis Montes, magíster de la Maestría de Ingeniería de Telecomunicaciones, ha realizado un nuevo modelo de red a las telecomunicaciones que asegura un servicio más barato y con mayor alcance para los diversos pueblos que se encuentran a más de 3500 m.s.n.m.
Texto:
Susana NavarroFotografía:
Mario Lack
El ingeniero Montes, que además trabaja como Secretario Técnico en el Fondo de Inversión en Telecomunicaciones (Fitel), comenta que en el país existen alrededor de 95 mil poblados rurales cuyo problema más grande es que al encontrarse diseminados por el territorio nacional, las empresas de telecomunicaciones no ofrecen sus servicios ya que el invertir en toda esa infraestructura volvería el servicio muy caro y que incluso llegaría a costar 2 soles el minuto en telefonía fija.
Por eso se realizó este nuevo modelo que se aplicará en poblados que tengan igual o menos a 100 habitantes. La inversión es baja y se puede implementar de una manera más rápida. El ingeniero explica que anteriormente poner un teléfono público podía llegar a costar 40 mil soles; pero con este nuevo modelo, una línea puede costar entre 1,100 o 1,200 soles.
Nuevo modelo
Con este proyecto se espera que para el 2020 se puedan atender las necesidades de unos 25 mil poblados rurales. Este modelo tiene tres requerimientos: el primero es técnico, para que el modelo funcione debe haber una infraestructura de transporte ya instalada, que vendría a ser la red dorsal de fibra óptica que para octubre de este año ya se estaría dando la buena pro con la que se empezaría la construcción de los 13 mil 500 kilómetros de esta fibra. El segundo, es que el acceso sea totalmente inalámbrico, de manera móvil o de telefonía fija inalámbrica; y la tercera, es la parte regulatoria, ya que al principio, los pobladores no van a poder pagar este servicio, por lo que sería necesario dar algún tipo de subsidio.
Lo que normalmente se utilizaba era un modelo íntegramente satelital, que era muy caro. El ingeniero explica que 1 megavatio de velocidad, podía llegar a costar 3 mil dólares el mes. Con este nuevo proyecto inalámbrico llegaría a costar 100 dólares y el acceso sería vía antenas.
El estudio se realizó con cinco poblados de Huaraz, a los cuales se les instaló una especie de anexos internos, con los que se podían comunicar entre ellos de manera gratuita, mediante una red propia. Si querían comunicarse con otros lugares, lo podían hacer con una tarjeta prepago. Lo más importante, es que no solo se trata de teléfono, sea móvil o fijo, sino que además implica la instalación de internet.
Al principio, encontraron que un aspecto a mejorar era que los equipos inalámbricos de primera generación tenían que mantenerse conectados a la electricidad, lo cual acarreaba un aumento en el recibo de electricidad que los pobladores no estaban dispuestos a pagar. Es por eso que se optó por un modelo de telealimentación, esto significa que, así como en las casas, la electricidad llega por el propio teléfono, por lo que el equipo no necesita estar enchufado directamente.
Acceso a la tecnología
Una sorpresa con la que se encontró el ingeniero Montes, es que al conversar con los pobladores rurales, le mencionaban que no querían tener algo gratuito, deseaban pagar por el servicio, pero eso sí, el costo tenía que estar en función a sus posibilidades. Es así que se encuentra con que era necesario implementar nuevas características de un servicio así, como el de ofrecer tarifas urbanas y rurales, ya que el campesino no puede pagar igual o más que quien vive en la ciudad, y ofrecer un servicio que no se enfoque en las ventas sino en la calidad.
Entre sus utilidades más simples pero que son básicas, se encuentra que el Estado se pueda acercar a sus pobladores gracias a internet, como el que los niños recién nacidos puedan ser inscritos en RENIEC; el que se pueda implementar telemedicina en los lugares donde tan solo hay un doctor en una posta o incluso, implementar educación a distancia, en poblados donde solo hay un profesor para varias aulas o incluso colegios.
Al realizar el estudio, el ingeniero vio con asombro que al presentarles una herramienta como Internet, los pobladores empezaron a ver todos sus beneficios en la parte productiva. Veían cómo podían promocionar sus productos, cómo lograr exportarlos o venderlos. El ingeniero Montes explica que el problema fue que muchos gobiernos han pensado en el asistencialismo y no han visto en una solución a un mayor plazo. “Ellos no quieren que se les regale las cosas, sino que se les enseñe a usarlas. La cosa es incentivarlos para que descubran sus propias capacidades”, agrega.
Deja un comentario