Cervezas, gaseosas y la concentración del mercado
El 99% del mercado cervecero peruano es ahora controlado por el conglomerado empresarial AB InBev y SAB Miller. Asimismo, Arca Continental, embotelladora mexicana que compró las acciones de la familia Lindley, maneja ahora la mayoría del mercado peruano de bebidas gasificadas. ¿Está el país listo para estas situaciones de monopolio empresarial?
Texto:
Alejandra YépezFotografía:
Victor Zea
El doctor Kurt Burneo, ex ministro de Producción y docente del Departamento de Economía opina que no. “Ambos casos demuestran que aún quedan retos si queremos tener un mercado más competitivo. Esto implica legislar adecuadamente la concentración extrema”, sostiene. Efectivamente, la legislación peruana no regula el monopolio empresarial. Nuestras leyes no prevén situaciones en las que una sola firma controle prácticamente todo un mercado. Solo se condena la concertación de precios, situación en la que las empresas acuerdan el precio de un bien con el fin explícito de aumentar sus ganancias sin respetar las reglas del libre mercado.
Si el Estado no se preocupa por los monopolios empresariales, ¿por qué deberíamos hacerlo nosotros?
Arca Continental a Lindley: las (des)ventajas de la economía de escala sin competidores
La noticia tomó por sorpresa al mercado peruano: 308,8 millones de acciones comunes -las cuales dan derecho a voto y decisión al interior de una empresa- fueron compradas por la empresa Arca Continental a Johnny Lindley, por 910 millones de dólares. Burneo explica que esta compra responde a un interés por parte de la embotelladora mexicana de entrar con una posición de dominio al mercado peruano. Al respecto cabe destacar que Arca Continental controla ahora todos los procesos de la elaboración de las dos principales bebidas gasificadas del país (Inka Kola y Coca Cola, así como sus bebidas asociadas), desde su producción hasta la venta final de los productos.
“Ser el abastecedor mayoritario de un producto te da la posibilidad de influir en los precios, situación que no se da cuando la participación es minoritaria o cuando se tiene mucha competencia”, cuenta. Muchas veces lo único que hace falta es reducir la escala de producción. “Al reducir esta escala los costos medios suben, y eso podría justificar la subida en el precio”, explica Burneo. En este nuevo contexto, Arca Continental dispone de una economía de escala demasiado favorable. “Cuando uno cubre la mayor parte del mercado los costos medios se van reduciendo por economía de escala. Esto quiere decir que, conforme uno produzca más, los costos medios y unitarios son cada vez menores”.
“En este contexto, ¿alguien podría entrar a competir con una escala menor? Una nueva empresa no va a poder competir porque los costos unitarios serian muy altos, lo cual se debe a que la escala de operación es más pequeña, ya que la parte mayoritaria de mercado está cubierta por una empresa que detenta una posición de dominio”. Por si fuera poco, el contrato de venta de acciones de Lindley incluye una cláusula de no competencia. “Arca Continental ha pagado 150 millones de dólares como fee para que la corporación Lindley no invierta en negocios que sean competencia directa de Arca Continental”, afirma.
Fusión de AB InBev y SAB Miller: del 97 al 99% de control del mercado cervecero peruano
En este caso, estamos hablando de dos grandes cerveceras a nivel mundial que decidieron fusionarse. La belga-brasileña AB InBev compró por 109, 400 millones de dólares a la británica SAB Miller. “Esto en teoría significa que la fusión de estas dos empresas controlará el 57% del mercado mexicano, 78% del estadounidense, así como el 63% del mercado brasileño. En la práctica, van a tener que solicitar autorizaciones a los organismos reguladores de los países en los que operan, los cuales probablemente los obliguen a vender algunas de sus marcas o sus activos”, detalla Burneo. De hecho, en el 2013, cuando AB InBev compró el grupo Modelo de México (Corona), el Departamento de Justicia de EE.UU. obligó a vender una embotelladora completa: Piedras Negras, así como la licencia comercial de Corona en Estados Unidos, con el fin de evitar la concentración de mercado.
Esto no pasa en el Perú. “En el caso peruano, la fusión de estas empresas pasará de controlar el 97% a controlar el 99% del mercado peruano”, explica Burneo. A diferencia del caso estadounidense, el gobierno peruano no tiene leyes que regulen este tipo de concentración extrema. “He escuchado opiniones de abogados, quienes explican que la norma en Perú no penaliza la concentración de mercado, sino la concertación de precios. La pregunta es ¿cuál es la consecuencia natural de una mayor concentración de un mercado, si no es una mayor capacidad de influenciar en el precio? Somos uno de los pocos países que no regula esta situación, estamos inermes a los procesos de fusiones y adquisiciones donde se plantean situaciones de concentración presentes o futuras. Es necesario anticiparse”.
Lo cierto es que el mercado cervecero peruano ya ha estado funcionando en términos concentrados. “¿Qué es lo que hemos visto a partir de la concentración del mercado cervecero? ¿Ingresaron nuevos competidores? Ninguno. ¿Qué ha sucedido con el precio de la cerveza? ¿Se rige por un juego de libre competencia en stricto sensu? ¿Hay alguna exceptiva de que el precio se forme en función de competencia? ¿Competencia entre quiénes? Estamos hablando una clara situación de dominación del mercado”, finaliza.
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