Medallas para las ciencias
Docentes de nuestra Universidad prepararon a las delegaciones peruanas, compuestas por escolares y jóvenes que acaban de concluir el colegio, que se alzaron con cuatro medallas de oro en la 34ª Olimpiada Iberoamericana de Matemáticas y cuatro preseas de plata en la XXIV Olimpiada Iberoamericana de Química.
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Oscar García MezaFotografía:
Héctor JaraFotografía:
Tatiana Gamarra
Cuando Mónica Martínez llegó a la pregunta seis en la prueba de la 34ª Olimpiada Iberoamericana de Matemáticas, celebrada en México del 11 al 19 de septiembre, le pareció familiar. Supuestamente, era la interrogante más difícil. Entonces, ¿por qué la hizo tan rápido? “La resolví con el teorema de Schür que me enseñaron en la PUCP”, señala.
Con 42 puntos, ella obtuvo la medalla de oro. “Me sorprendió haber alcanzado el puntaje perfecto”, señala la joven de 17 años. Asimismo, sus compañeros Joseph Altamirano (17), Daniel Benavides (17) y Mijail Gutiérrez (15) obtuvieron también preseas de oro. Ellos son alumnos o han culminado, recientemente, sus estudios en el colegio Saco Oliveros.
Los campeones fueron entrenados por nuestros docentes de la Sección Matemáticas, y miembros de la Comisión de Olimpiadas de la Sociedad Matemática Peruana, el Dr. Jesús Zapata, el Dr. Jonathan Farfán y el Mag. Fidel Jiménez. Además, contaron con el apoyo del Dr. Uldarico Malaspina, quien ha enseñado alrededor de 50 años en la PUCP. Por supuesto, también su colegio les ha brindado un entrenamiento constante.
Rol docente
“Los chicos son muy talentosos y trabajan duro. Esa es la clave para triunfar siempre”, dice el Dr. Zapata, quien junto con Farfán lideró el equipo peruano y viajó con sus integrantes. Para darles un en ritmo competitivo, los docentes PUCP realizaron evaluaciones con exámenes selectivos, los cuales incluyen preguntas similares a las de la Olimpiada.
“Durante la prueba, me sirvió bastante el entrenamiento que me dieron en la PUCP. En cada pregunta, sacaba algo de lo que me habían enseñado”, dice Daniel. Asimismo, Mijail y Joseph comentan que hay conceptos teóricos que no habían visto antes y aprendieron con nuestros docentes. Los cuatro medallistas coinciden en que les fue de mucha utilidad la parte práctica que recibieron aquí.
Nuestros docentes no solo intervienen antes de la prueba, sino también después. Al momento de la revisión en la 34ª Olimpiada Iberoamericana de Matemáticas, ellos defendieron los puntos de la delegación. “Los calificadores internacionales serían los fiscales y nosotros, los abogados defensores. Tenemos que argumentar y llegar a un consenso”, señala Zapata.
Prueba creativa
Podría pensarse que una olimpiada de matemáticas se trata de resolver una ecuación o función y dar un número como respuesta. “Realmente, son desafíos a la creatividad”, enfatiza Zapata. Durante los dos días de prueba, de cuatro horas y media cada una, los participantes tienen que resolver seis preguntas que plantean situaciones. A estas deben darles una solución y, sobre todo, justificar cada paso.
“Por ejemplo, te dicen cuál es el máximo número de juguetes que puedes meter en una caja a partir de ciertas reglas. Si tu respuesta es diez, tienes que decir por qué y a qué se debe que no pueda ser 11”, explica Daniel. Mijail añade: “El razonamiento lógico es la clave, no tanto la teoría”.
“No necesitamos gente que resuelva ecuaciones, eso lo puede hacer una computadora, sino que sepa dar una respuesta ingeniosa a los desafíos planteados”, aclara Zapata. En ese sentido, la matemática entra a tallar como una herramienta para conseguir una solución.
Potencia científica
Si observamos el palmarés por países, vemos que Perú se ubica en el primer lugar con más de 20 puntos de diferencia del segundo puesto. “Creo que los peruanos tenemos un talento especial para las ciencias. Si conseguimos encauzarlo correctamente, podríamos llegar muy lejos”, indica Jesús.
Considerando que un trabajo a pequeña escala, como el realizado por los docentes PUCP en esta preparación, ha logrado un resultado tan auspicioso, por qué no pensar aplicar algo similar en un campo de acción más grande. “Para ello, se necesita más participación de instituciones privadas y el Estado. Ya tenemos el equipo humano, al que le tengo mucha fe”, dice el docente Dr. Zapata.
Equipo ganador
En la XXIV Olimpiada Iberoamericana de Química 2019 (OIAQ 2019), realizada en Oporto, Portugal, del 7 al 15 de septiembre, los miembros de la delegación peruana –Mel Capcha (17), Yover Núñez (16), Jamill Loayza (16) y Guillermo Alanya (18)– obtuvieron, cada uno de ellos, medallas de plata.
A fin de explicar este gran éxito, el Dr. Yves Coello, docente de nuestra Sección Química y uno de los que los entrenó, menciona dos componentes. Por un lado, la preparación que reciben en sus colegios, con la cual consiguen destacar en la Olimpiada Peruana de Química, que es de donde básicamente sale la selección. “El segundo paso es el fortalecimiento que obtienen cuando son preparados en nuestra Universidad”, resalta. La docente Paloma Salas añade: “El mérito es de ellos, nosotros les hemos ayudado y acompañado”.
Junto a Coello, el equipo que ha hecho posible el éxito de la delegación está compuesto por los profesores la Dra. Nadia Gamboa, Miguel Chong, la Dra. Yulán Hernández, la Dra. Paloma Salas, el Mag. Christian Murga, el Dr. Luis Ortega, la asistente de laboratorio Isabel Cabello, la Dra. Patricia Gonzales, y el apoyo de los administrativos Ana Farfán y Carmen Carrasco.
Laboratorio de aprendizaje
Al celebrarse la competencia en la ciudad de Oporto, las preguntas giraron en torno a la composición, acidez, entre otros aspectos, del vino oriundo del mismo nombre. Se trató de dos exámenes, uno teórico y otro experimental, de alrededor de cinco horas de duración cada uno.
Los cuatro seleccionados tuvieron una preparación de clases teóricas, donde se les dio un repaso según el temario que brinda la organización de la Olimpiada Iberoamericana, además de recibir sesiones de laboratorio. También, tuvieron la opción de asistir a clases de los primeros ciclos de la Especialidad de Química.
“Aprendí las titulaciones, lo cual fue perfecto porque justamente es lo que más vino en la prueba”, comenta Guillermo. Por su parte, Mel dice: “Yo descubrí que la química, más que un curso que un estudiante puede llevar a nivel escolar, es una ciencia que abarca mucho más”.
Los cuatro chicos coinciden en que el aprendizaje más valioso que obtuvieron fue la parte experimental. Sucede que es difícil que un colegio cuente con un laboratorio adecuado. “Más que el equipamiento, lo importante es la experiencia de los profesores de la PUCP, que les proponen experimentos adecuados para su preparación”, enfatiza Coello.
Al contar con práctica constante en el laboratorio, los muchachos fueron adquiriendo más destreza y velocidad al momento de manipular los diferentes instrumentos. “Eso marca una diferencia importante con respecto a los demás participantes de otros países”, señala la profesora Salas.
Futuro promisorio
El entrenamiento brindado por los docentes PUCP es uno de los factores que ha ocasionado que, a nivel latinoamericano, el Perú destaque. “Diría que estamos en un tercio superior. Los chicos tienen la disposición de participar y esforzarse e incluso muchos de ellos ostentan una competitividad muy marcada que les hace ir por la medalla”, dice Salas.
Con frecuencia, los colegiales que brillan en estas competencias terminan estudiando Química. Algunos buscan una oportunidad de seguir su carrera en el extranjero, y también hay casos de chicos y chicas que deciden cursar la especialidad en nuestra Universidad. Es el caso de Jamill y Yover, ambos del colegio Saco Oliveros, que ya vienen preparándose para postular a la PUCP.
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