1) Escucha activamente: conéctate con lo que tus colaboradores y clientes dicen sobre ti y tu marca.

2) Reconocimiento: a los empleados les encantan los líderes que reconocen su trabajo y sus ideas.

3) Sé auténtico: cuenta tu historia, tus anécdotas, obstáculos y logros de una manera honesta y compártelos con tu equipo.

4) Comunícate asertivamente: la gran mayoría de los problemas internos de una empresa se pueden arreglar con la comunicación.

5) Planifica: evita el problema de “vivir al día” y crear estrategias en el momento. Planea tus objetivos, elige un curso por seguir y consérvalo.

6) Combate la ansiedad: deja de preocuparte y convierte tus emociones negativas en maestros que te ayudarán a moldearte el carácter de líder.

7) Orientación al servicio: preocúpate y ten actitud de servicio con todos los miembros de tu organización.

8) Sé empático: esto te ayudará a encontrar la mejor manera de comunicarte con ellos y motivarlos a ser más productivos.

9) Comparte tus objetivos: si tus empleados no conocen las metas de tu empresa, será difícil para ellos resolver problemas.

10) Relájate: ya pasaron los días en los que gritar a los empleados funcionaba. Si tu equipo está preocupado de si estás o no de buen humor, poco se hará.

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