La economía peruana ha entrado a un proceso de desaceleración luego de varios años de cifras auspiciosas. Pero a pesar de las expectativas puestas en el mensaje presidencial de 28 de julio, las señales por parte del gobierno han sido insuficientes, según Alejandro Indacochea, experto en temas económicos. “Ha estado enfocado en programas sociales. Más por el lado del gasto público”, señala. “El gran ausente ha sido el sector privado. No hay mensajes claros para ver cómo recuperamos la inversión privada que está estancada”, indica.

Para el docente, hay varios factores que han contribuido a las cifras poco favorables de esta primera mitad del año. “No es cierto que sean los precios del mercado internacional, al contrario. El contexto internacional está siendo muy favorable con nosotros. Esta desaceleración de la economía se debe a que, prácticamente, se ha estancado la inversión privada”, comenta el docente.

Indacochea señala que, en gran medida, el mismo gobierno provocó este escenario de desconfianza entre los inversionistas con mensajes contradictorios como decir que se acabaron las épocas de las vacas gordas o que llegó la crisis internacional. “Era la oportunidad de consolidar la economía en una época de crisis internacional”, comenta.

“Además, nuestras exportaciones han caído 25 % en un lapso de un año, comparando con el año anterior. Ha sido más fuerte en el rubro de la minería. Adicionalmente, se aplazaron proyectos mineros como Toromocho y las Bambas, los cuales el gobierno apostaba a que se hagan antes”, indica.

La única forma de crear empleo es con crecimiento económico, enfatiza. “Me da la impresión de que el presidente no ha entendido el mensaje de la inserción. Cree que es seguir dando asistencialismo. Hoy en día no sabemos de la efectividad de los programas sociales. Debemos aprovechar la situación de buen equilibrio en las finanzas públicas para lograr esa verdadera inserción y no seguir con el asistencialismo con fines electorales”.

Durante su mensaje, el presidente Ollanta Humala también anunció el Plan Nacional de Diversificación Productiva el cual buscará impulsar nuevas fuentes de crecimiento económico. “La mejor base productiva es la competitividad y eso lo define el sector privado. Estamos cansados de experiencias en las cuales los planificadores del Estado nos quieren decir qué fue y qué no fue competitivo. Esto es una buena intención pero no le veo un aterrizaje concreto”, comenta Indacochea.

Por otro lado, saluda que Humala haya mencionado durante su discurso la reasignación del canon porque, indica, no se puede hacer un apartheid entre una región y otra. “Acá hemos hecho una separación discriminatoria entre las mismas regiones, las provincias y distritos. Y los incentivos para repartir las regalías son perversos porque los reparten en función a los pobres. Si mantengo la pobreza, recibo más regalías. Debemos tener un modelo de inserción totalmente trasversal”, dice.

Para el docente, este gobierno tenía todas las condiciones para pasar a ser uno de los mejores de la historia pero prefirió, de alguna forma, seguir en automático. “No hubo las reformas de fondo que el país necesita. Tenemos que invertir en educación, salud, hacer reformas institucionales, el proyecto de seguridad ciudadana, infraestructura, consolidar un proceso de regionalización que se ve derrumbada”, critica. La desconfianza para la inversión en el sector privado está instalada.

El temor de Indacochea es que el Perú repita la historia como en nuestras bonanzas efímeras del pasado como sucedió con el caucho, el salitre o el guano. “Espero que no sigamos siendo el país de las oportunidades perdidas. Debemos aprovechar este contexto para sentar las bases de un crecimiento sostenible. Pero estamos pensando a mediano y largo plazo. Lamentablemente, en el país hay un vacío de futuro. Los políticos, empresarios y académicos nos quedamos en la coyuntura”.

Para el próximo año, a pesar del panorama electoral, Indacochea ve un mejor horizonte que el actual. Proyectos mineros que habían sido postergados irán dando resultados. Pero señala que después del 2018 no tenemos más proyectos mineros. Un tema que, sin duda, le genera preocupación. “Se acabó la bonanza minera. Gran parte de los proyectos de hoy en día, no han sido gestados en los gobiernos recientes o el actual. Fueron tal vez de hace casi una década”. Para finalizar, Indacochea es tajante para calificar el manejo económico del gobierno. “Ollanta Humala va a terminar su mandato sin pena ni gloria”, sentencia.