La Encuesta Nacional Urbano-Rural presentada en el Boletín N° 142 del IOP PUCP fue aplicada en octubre del 2016, cuando el gobierno actual recién iniciaba su gestión, y mucho antes de que saliera a la luz el escándalo de corrupción vinculado con la empresa brasileña Odebrecht. Además, para comparar las percepciones de los peruanos con las de otros 34 países, se utilizaron encuestas aplicadas entre el 2014 y el 2015. Los altos índices de percepción de inseguridad y desconfianza no son fenómenos coyunturales, sino que vienen de varios años atrás. Asimismo, debido a que desde el 2014 se observan índices muy altos, se puede establecer que son percepciones que prevalecen en la sociedad peruana con un alto grado de estabilidad.

Percepción de inseguridad

Pese a que, como señala Jan Marc Rottenbacher, director del IOP- PUCP, la percepción de inseguridad es mayor en las grandes ciudades que en el campo, y que la delincuencia y la violencia casi siempre se incrementan por el crecimiento demográfico y económico, los índices de percepción de inseguridad en el Perú son alarmantes. De acuerdo con el último informe, la percepción de inseguridad ciudadana es alta en grados bastante homogéneos, incluso entre personas de distinto nivel socioeconómico, sexo, edad o macrorregión. Según el estudio, el 86% de los entrevistados se siente atemorizado de caminar de noche por la calle. Esta cifra es aún más grave en el caso de las mujeres, quienes sienten temor de caminar de noche en un 88.9%. Además, el 67.6% de peruanos se siente inseguro caminando en la calle a cualquier hora. La mujeres perciben aún más esta vulnerabilidad: el 71.2% indica sentirse insegura caminando en la calle a cualquier hora.

Para Lucía Dammert, doctora en Ciencia Política, esta diferencia en los indicadores confirma que “seguimos construyendo ciudades donde la violencia contra las mujeres tiene múltiples expresiones”. En general, según la especialista, estas cifras develan las graves consecuencias sociales que tiene el temor en el uso del espacio público. “El Estado peruano tiene niveles de victimización urbana menores al promedio de Latinoamérica, pero con uno de los niveles de percepción de inseguridad más altos”, indica Noam López, investigador del Laboratorio de Criminología de la PUCP. En ese sentido, Jaris Mujica, investigador principal del mismo laboratorio, destaca la necesidad de preguntarnos qué nos hace sentir inseguros, y examinar la complejidad y manifestaciones de este fenómeno.

Confianza interpersonal

Otro hallazgo del estudio, que no es nuevo pero sí preocupante, es que los peruanos no confían en otros peruanos. Solo un 15% de peruanos y peruanas considera que se puede confiar en los demás. Esto corresponde con el 80% de personas que piensa que hay que ser cuidadoso en las relaciones interpersonales y el 68% cree que la gente tratará de aprovecharse de uno. Los altos índices de desconfianza interpersonal nos ubican en el primer lugar de 35 países alrededor del mundo. En ese marco, cuando los entrevistados fueron preguntados sobre las medidas pertinentes para mejorar la seguridad en el país, más del 40% consideró pertinente que el gobierno realice un seguimiento a los correos electrónicos y el 79% señaló que el Estado tiene el derecho de vigilar a las personas con cámaras de video en áreas públicas.

“Resulta preocupante que los datos muestren una clara disposición a renunciar a las libertades y recursos económicos para dar paso a medidas que, lejos de reducir el miedo, tienden a aumentar el aislamiento y la desconfianza entre los ciudadanos”, indica Nicolás Zevallos, investigador principal del Laboratorio de Criminología de la PUCP.

Confianza en las instituciones

La desconfianza en nuestras instituciones también nos coloca en el primer lugar de 35 países. Superamos, así, a países como Taiwán, Croacia y Eslovenia en la comparación sobre desconfianza en el gobierno. La poca confianza se refleja en datos como que 7 de cada 10 no confía en que el gobierno generalmente haga lo correcto, y que 8 de cada 10 crea que la política es un espacio de beneficio personal y que todos los funcionarios son corruptos. A esto se añade que más del 69% expresa tener poca o ninguna confianza en la Policía y que el Poder Judicial genere poca o ninguna confianza en el 79.3% de la población.

“La encuesta del IOP muestra que la vida cotidiana en el Perú está marcada por percepciones de precariedad institucional y fragilidad individual. Construir ciudadanía en este escenario es una tarea monumental”, comenta Lucía Dammert.

Descarga aquí el Boletín N° 142: Inseguridad Ciudadana, Confianza Interpersonal y Confianza en las Instituciones