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Noticia

Informe PuntoEdu sobre las elecciones regionales y municipales 2018

La semana pasada se cerró la inscripción de las listas de candidatos para las elecciones regionales y municipales de octubre de 2018. Este será el primer proceso electoral de este tipo en el que se aplica la prohibición de reelección inmediata. ¿Cómo afecta esto al escenario político?

  • Texto:
    Akira Maeshiro
  • Fotografía:
    Víctor Idrogo

A pesar de nuestra política indescifrable, el panorama que tenemos es atípico. Hijos que buscan reemplazar a sus padres, la esposa y la expareja de un alcalde candidateando al mismo distrito de este, un alcalde distrital que ahora pretende asumir las riendas de un municipio regional con el que no tiene una relación conocida, y un sinfín de casos inéditos, son algunas características del todavía tibio pero peculiar escenario que se viene configurando para las elecciones regionales y municipales, que se realizarán el 7 de octubre de este año, para el periodo 2019-2022.

El pasado 19 de junio venció el plazo de inscripción de los candidatos para este proceso electoral. Ahora, viene la etapa de evaluación cuyos resultados nos dirán, finalmente, quiénes serán los participantes en esta contienda. Si bien la coyuntura política y el Mundial de fútbol han postergado, en cierta medida, el debate en la opinión pública, hay una realidad inevitable: esta será la primera vez que se aplique la prohibición de reelección inmediata de las actuales autoridades en este tipo de procesos, luego de aprobarse una norma que entró en vigencia en el 2015, como parte de la reforma electoral. De esta forma, a partir del próximo año, tendremos cerca de 1,800 autoridades nuevas, entre alcaldes y gobernadores, por todo el país.

“El tema de la prohibición de la reelección se dio durante el gobierno de Humala y afectaba esta elección. Siempre me pareció una pésima idea porque tienes la ficción de que, con un tema aislado e improvisado, vas a contener los niveles de corrupción. Por consideraciones políticas de cara al público sacas esta carta debajo de la manga. Era una forma de responder a la coyuntura y dejar claro que había preocupación desde el gobierno central por los gobiernos regionales, como si ellos no tuvieran su parte en esta historia”, señala el Dr. Jorge Aragón, docente del Departamento de Ciencias Sociales.

Sin reelección

Para Aragón, la alternancia le da vida al sistema democrático, pero la reelección, con ciertas restricciones, también es una alternativa vigente para una proyección del país hacia el futuro. “Tienes autoridades que se las arreglan para hacer las cosas más o menos bien y que son queridas por los electores. Sin embargo, se les quita las posibilidades de continuar. Veníamos con una dinámica electoral que necesitaba seguir asentándose y, otra vez, se nos ocurre hacer estos cambios. Todo lo que venía acomodándose naturalmente vuelve a cambiarse por una medida coyuntural”, indica el docente.

En el mismo sentido opina el Mg. Heber Campos, docente del Departamento de Derecho, quien señala que “la reforma no se justificaba porque la experiencia de gestión es importante y hay que sostenerla en el tiempo”. Para Campos, si bien la motivación, al menos en el papel, era la lucha contra la corrupción, la reforma también tenía una naturaleza política. “Lo que ocurre es que muchas veces los liderazgos locales terminan sacando una ventaja en dichos espacios geográficos sobre los partidos nacionales”, explica.

El docente declara que si bien hubo algunos casos de corrupción en donde alcaldes o gobernadores han aprovechado su posición de poder político para financiar o promover sus candidaturas en una reelección, una medida de tal magnitud no era la respuesta. “A veces se pone como ejemplo casos paradigmáticos de gente que se reelige todo el tiempo pero no diría que son la mayoría. Varios de los candidatos que tientan una reelección no tienen éxito”, dice.

Por ello, Campos refiere que la lucha contra la corrupción tiene que estar enfocada desde otro ángulo. “En escenarios donde las instituciones son más fuertes e imponen controles mucho más estrictos, no a partir de normas, sino de costumbres y prácticas políticas asentadas en el tiempo, estos casos de corrupción no se presentan”, indica.

Con esta idea también coincide la Dra. Alicia del Águila, docente del Departamento de Ciencias Sociales: “Sé que es impopular que las autoridades se reelijan en este país porque está la idea que ser autoridad es un privilegio, cuando en realidad debería ser un deber. Nos conviene a todos que sea una profesión en el sentido weberiano, que no existe. No es una buena idea que se restrinja la reelección; en la gran mayoría de países, no se da esta figura. Debería ser evaluada pero no creo que este congreso sea capaz de hacer esta tarea”.

Además, en este escenario, para Del Águila, el recurso de la inmediatez de las autoridades que se tienen que ir en los próximos meses se ve reflejado en las obras que se vienen realizando actualmente en diversos distritos de Lima. Para ella, la medida de la no reelección “no nos da tranquilidad ni controla la corrupción por sí misma”.

El peligro se encuentra, según la docente, en las reelecciones indefinidas, un elemento que, según sus palabras, puede que abone a favor de la corrupción o el clientelismo.

“Lo que se debía haber hecho es una ley que diga ‘reelígete una o dos veces’, pero se fueron de un extremo a otro. Lamentablemente, no se toman medidas sensatas que estén en el justo medio y que, además, se complementen con otros temas que son más importantes, como mecanismos efectivos de vigilancia, de inteligencia financiera o un poder judicial efectivo, que son los que, finalmente, nos van a permitir combatir la corrupción”, explica.

Cargo heredado

“Hecha la ley, hecha la trampa”, declara Del Águila. Ante la prohibición de la reelección inmediata, ahora vemos cómo los parientes de las autoridades buscan ocupar esos cargos que quedarán libres. Por lo menos, en Lima, sucede en distritos como Chorrillos, Puente Piedra, Breña y en la Municipalidad Metropolitana de Lima. “Es otro recurso para que todo quede en familia porque, finalmente, ¿qué hay detrás de la idea de la reelección indefinida? No solo seguir usufructuando el poder en beneficio de uno y su entorno más inmediato, sino también cubrirse las espaldas”, dice.

Por otra parte, para Heber Campos, lo que está pasando es un fenómeno bien interesante a partir de la norma. “La constitución prohíbe la reelección, pero vemos que el hijo de una autoridad busca ser elegido. Es del mismo grupo pero con una cara distinta. O, por ejemplo, alcaldes que fueron elegidos por una circunscripción ahora postulan por otra. Eso se da porque las reglas electorales lo permiten”, completa. En esta situación hay que recordar que Francis Allison, actual alcalde de Magdalena del Mar, ha inscrito su candidatura para tentar el cargo de alcalde provincial de Cañete, gracias a la ampliación de la norma de “domicilio múltiple” a los casos regionales.

Para Campos, las normas que tenían un propósito muy claro, en la práctica, son desnaturalizadas con este tipo de situaciones. “Eso lo único que demuestra es que si lo que queremos es combatir la corrupción o el aprovechamiento del poder, no es suficiente con las reglas. Es necesario generar, además de buenas normas, otro tipo de incentivos para evitar que se produzcan casos de corrupción desde el poder y plantear una serie de reformas que van más allá de la mera prohibición de la reelección”, incide.

Por otro lado, Jorge Aragón detecta que esta tendencia revela nuestras deficiencias nacionales. “Tenemos que buscar mejores instituciones y si vienen acompañadas de mejores personas, mejor aún. Pero la historia de todos los sistemas políticos indica que las instituciones, en el largo plazo, son más importantes que las personas”, afirma.

Para finalizar, el docente indica que, desde hace varios años, se viene diciendo que hay una crisis de partidos políticos, de instituciones, de autoridad y legitimidad. Sin embargo, el panorama que observa en estas elecciones no es el más esperanzador. “No veo un punto de inflexión donde empieces a sentir que se renueven los liderazgos políticos o que crezca una ciudadana con otros tipos de estándares. No solo necesito obras baratas y emblemáticas sino alguien que se haga cargo de los problemas grandes de la gestión de una ciudad. No lo veo en el gobierno central, ni en los regionales o locales. Eso es lo que más preocupante”, dice.

Para la Dra. Alicia del Águila, hay temas urgentes que no asoman en el escenario de las elecciones locales y regionales. “Por lo general, separamos temas muy sensibles en la población, como la violencia de género, de los temas de la política y creo que es importante articularlos. Habría que pedirles a los candidatos que nos digan qué es lo que tienen que decir al respecto. Porque no es un tema de decisión que solo compete a los sectores del Ejecutivo o del congreso”, finaliza. Es el momento de exigir.

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