Informe PuntoEdu sobre la viabilidad del referéndum
El referéndum impulsado por el presidente Vizcarra ha generado muchas preguntas y debates. ¿Es necesario realizarlo? ¿Son sus propuestas idóneas para efectuar una reforma judicial y política? ¿Qué mecanismos puede gatillarlo, en caso de que el Congreso no lo trate? Especialistas de la PUCP dan luces sobre el tema.
Texto:
Oscar GarcíaFotografía:
Andina
Nuestro país llegó a las últimas Fiestas Patrias sumido en una grave crisis política e institucional, debido al destape de la corrupción existente en el Poder Judicial, y las continuas desavenencias entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.
En ese clima de incertidumbre, el presidente Martín Vizcarra acudió a dar su mensaje de 28 de julio al Congreso de la República. Entre las medidas que propuso, la que más llamó la atención fue el inicio del procedimiento para convocar un referéndum que ponga a debate cuatro temas: la reelección inmediata de los congresistas, el financiamiento privado de los partidos políticos y las campañas electorales, la reinstauración de la bicameralidad, y la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura.
El Dr. Fernando Tuesta, docente del Departamento de Ciencias Sociales, nos explica las motivaciones del presidente para dar este anuncio: “Sintió la necesidad de darle un giro a su gobierno y eso lo encontró en las reformas postergadas”. Por su parte, el Dr.Jorge Aragón, docente del mismo departamento académico, indica que lo que buscó Vizcarra es encontrar un punto de contacto con un sector de la población: “No necesariamente se van a convertir en sus partidarios, pero sí conseguirá cierto respaldo político”.
Ante el cuestionamiento de la lideresa del partido fujimorista, Keiko Fujimori, que calificó de populistas los proyectos de reforma política, el Dr. Aragón comenta: “El conectarse con la población sin ninguna intermediación es considerado, en varios manuales, un rasgo populista. Sin embargo, para denominarlo así, se necesitan otros elementos, por lo cual el calificativo me parece apresurado y desacreditador”.
El anuncio de Vizcarra fue recibido, en general, de manera positiva por la población. En la encuesta urbano-rural realizada por Ipsos Perú, a mediados de agosto, se aprecia que las cuatro propuestas tienen mayor aceptación que rechazo. Por ejemplo, que se elija a los integrantes del CNM por concurso público de méritos cuenta con un 80% de entrevistados a favor, mientras que el apoyo a la regulación del financiamiento a los partidos políticos llega al 75%. Asimismo, según GFK, la aprobación del presidente pasó de 27%, en julio, al 43%, en agosto. “Las medidas tienen la novedad de querer involucrar a la gente en las decisiones, por eso el referéndum ha calado”, comenta el Dr. Tuesta. Por su parte, la Dra. Alicia del Águila comenta: “La mayor parte de la ciudadanía valora ver a un presidente que, por lo menos, muestra una intención de tomar medidas fuertes para encarar los graves problemas actuales”.
En ese escenario, cabe preguntarse si las medidas propuestas por el presidente son las más idóneas para el momento actual, si es factible llevar a cabo el referéndum y qué otros mecanismos podrían usarse si el Congreso no se decide a iniciar ese proceso.
¿Reformas necesarias?
Entre los temas que se incluirán en el referéndum, nuestros especialistas coinciden en que el más necesario y que genera mayor consenso es la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura. “Es fundamental encarar esa emergencia nacional, pues es un sistema que ha sido captado por una red mafiosa”, enfatiza la Dra. Del Águila.
Fernando Tuesta explica que este organismo constitucional autónomo no cumple actualmente sus funciones –como son nombrar, ratificar, y remover jueces y fiscales–, pues se encuentra paralizado. Esa inactividad ocasiona que tampoco pueda convocar a concurso público para los nuevos jefes de la Onpe y el Reniec. Por su parte, el Dr. Aragón confía en que esta iniciativa nos concientice. “Ojalá fomente una discusión más sostenida y nacional sobre lo que hacemos con el sistema de justicia en el Perú”, recalca.
Una de las propuestas de reforma política más aclamadas por la población ha sido la no reelección de congresistas. Basta con fijarse en la encuesta realizada por Ipsos Perú, a mediados de agosto, donde el 76% de entrevistados apoya la idea. Esto demuestra el descontento que tiene un gran porcentaje de peruanos respecto a los parlamentarios. Sin embargo, la medida no parece ser la solución, pues el porcentaje de congresistas reelegidos actualmente, y a lo largo de nuestra historia, es bajo.
“No creo que vaya a mejorar el Parlamento con la no reelección, porque al tener que cambiarse a todos se perdería la experiencia legislativa”, sostiene el Dr. Tuesta. Además, explica que el rechazo que genera cada congresista se debe a que fueron elegidos por un grupo reducido, dado el voto preferencial. En esa misma línea, el Dr. Aragón opina que es preferible contar con gente que tenga recorrido y manejo político. “En los congresos de otros países, donde la política funciona más o menos bien, hay un espacio de crecimiento de las figuras políticas”, comenta. Asimismo, la Dra. Del Águila señala también que esta medida no significa un aporte. “Entiendo que el presidente está haciéndole un llamado de atención al Congreso para que haga las cosas de forma más seria, recoge así el sentimiento colectivo”, comenta.
Sobre la bicameralidad, el Dr. Tuesta recuerda que hasta inicios de los noventa tuvimos ese sistema. “Con la unicameralidad, la composición decayó, la gestión parlamentaria empeoró y los gastos crecieron. Aunque probablemente esto no haya sido solo por la unicameralidad”, señala. De igual forma, Alicia del Águila acota: “Es necesario hacer una reingeniería del Congreso”.
El Dr. Aragón hace énfasis en que, para ser un país con más de 30 millones de habitantes, tener una solo cámara con 130 congresistas manifiesta un problema de escasa representación. “Dos cuerpos legislativos podrían funcionar como instancias de mejoramiento de cualquier iniciativa, pues hay una doble discusión y votación”, sostiene. Sin embargo, remarca que hay muchos términos a discutir: “Se tiene que definir a quiénes van a representar los senadores, cómo se van a organizar, qué funciones van a tener, entre otros aspectos”.
Implementación del referéndum
En su discurso del 28 de julio, el presidente de la República quiso activar el procedimiento de reforma constitucional previsto en el artículo 206 de la Constitución, que señala: “Toda reforma constitucional debe ser aprobada por el Congreso con mayoría absoluta del número legal de sus miembros y ratificada mediante referéndum”. Así lo señala la Dra. Elena Alvites, docente del Departamento de Derecho, quien enfatiza que el presidente hizo un gesto de carácter político para que el Congreso y él actúen de manera conjunta frente a una crisis institucional, dentro de los estándares previstos en el citado artículo. “Es darle la oportunidad a la población de poder decidir en temas de vital importancia”, añade.
La votación por el referéndum se da en un día determinado, pero el proceso implica mucho más tiempo. Así nos lo recuerda Jorge Aragón: “No se trata solo de convocar al referéndum, sino de cómo informas a la población sobre los temas que va a votar”. Igualmente, la Dra. Alvites señala: “Debe darse un debate público”.
Buena parte de la responsabilidad política de comunicar los detalles del procedimiento pasaría por el Poder Ejecutivo. La Dra. Alvites recuerda que, en el escenario actual, esto se vislumbra como una tarea difícil de realizar, debido a que el Estado no puede contratar a medios privados según la recientemente promulgada Ley que regula el gasto de publicidad del Estado peruano (N° 30793). En ese sentido, habría que buscar otras maneras de difundir la información del referéndum.
Otro punto a discutir es la manera de convertir los proyectos de ley en preguntas que den como únicas respuestas posibles ‘Sí’ o ‘No’. Hay puntos que a priori parecen más asequibles, como la reelección de congresistas. “Transformar la reforma del financiamiento privado de partidos políticos en una pregunta es complicado, mientras que lo del CNM podría ser ‘¿está de acuerdo con la forma de estructuración del CNM?’”, señala el Dr. Tuesta.
Mecanismos ciudadanos
Hace un mes, el propio presidente acudió a entregar los proyectos de ley aprobados por el Poder Ejecutivo sobre la reforma política al Pleno. Sin embargo, los parlamentarios no le han dado prioridad. “No ha habido una respuesta asertiva por parte del Congreso frente a la propuesta de Vizcarra”, comenta la Dra. Elena Alvites.
Posteriormente, el presidente anunció medidas si el Poder Legislativo se retrasa excesivamente. “Estoy seguro de que el pueblo, si ve que el Congreso demora la decisión, no tendrá ningún problema para alcanzar las firmas necesarias para juntos poder pedir el referéndum que todos queremos”, declaró. ¿Es esto factible? “El presidente de la República es la máxima autoridad del Estado, pero no deja de ser un ciudadano. Ya que no ha podido gatillar el mecanismo de una propuesta de reforma constitucional con el Congreso, tal vez sectores de la sociedad civil pueden hacer eco de su propuesta”, señala la Dra. Alvites.
El primer paso sería plantear la iniciativa ciudadana de reforma, para lo cual se requiere las firmas del 0.3% del electorado nacional. Así, se podrían incluir las cuatro propuestas. “Si después de dar trámite a la iniciativa de reforma constitucional, presentada de acuerdo con el artículo 206 de la Constitución, esta es rechazada o desnaturalizada por el Congreso, se puede presentar un pedido de convocatoria ciudadana o popular a referéndum”, señala la Dra. Alvites. Para ello, y de acuerdo con el artículo 38 de la Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadanos (N°26300), han de completarse las firmas requeridas, que no debe ser menor al 10% del electorado nacional.
Finalmente, el profesor Aragón nos comenta una mirada más optimista sobre los efectos de los procesos de consulta en la clase política y la ciudadanía: “Pueden servir para generar consenso, y para que este malestar que tenemos –por ejemplo, con el sistema de justicia– dé pie a una actitud más proactiva, propositiva y demandante”. ¿Habrá referéndum este año? En las próximas semanas, lo sabremos.
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