Wilder Prado y Dustin Gómez son estudiantes de la Facultad de Ciencias e Ingeniería que participaron en la pasantía de especialización en manufactura digital en 3D realizada por la sala VEO.

Durante dos meses aprendieron a utilizar los distintos tipos de impresoras 3D y la variedad de materiales que pueden utilizarse para este proceso. “A veces uno no sabe todas estas cosas que te puede brindar la Universidad. Hay una impresora de chocolate, han impreso figuras en chocolate. También hay una impresora de concreto para poder construir estructuras. Los servicios que ofrece la Sala VEO ayudan también a hacer, de forma rápida, prototipos de proyectos. Me he impreso a mí mismo en varias ocasiones”, comenta emocionado Wilder.

La finalidad de este curso era realizar un proyecto que tenga un fin social. Cualquier carrera podría, desde su propia perspectiva, realizar un aporte. “Había diseñadores industriales, ingenieros biomédicos, arquitectos, ingenieros civiles, etc. Todas las ramas que se complementan para obtener algo. Siempre estuve muy interesado en la tecnología tanto como electrónica, de la cual no hago mucho en mi carrera (Ing. Mecánica). Este curso me permitió abarcar y conocer mucho más”, indica Dustin.

El proyecto

“Cuando vi la beca que VEO estaba ofreciendo sobre pasantías en 3D, me pareció genial porque uno de los proyectos propuestos era realizar el InMoov y desarrollar algo con ese robot”, cuenta Wilder (Ing. Mecatrónica). El InMoov es un robot humanoide diseñado en Francia y construido a partir de partes del cuerpo de plástico imprimible en 3D que pueden ser manipulados por microcontroladores. Es un open source o código abierto, lo que quiere decir que puede ser construido por cualquier persona de cualquier parte del mundo sin necesidad de un permiso especial. “Yo soy fan de Iron Man y se me ocurrió controlar el InMoov a partir de un exoesqueleto”, agrega el estudiante.

Así se empezó a construir este proyecto. “Tuvimos que hacer un trabajo de retroingeniería para ver cuáles partes estaban fallando por el traslado. También me permitió aprender y conocer desde cero el trabajo electrónico”, cuenta Dustin.

Diseñaron el exoesqueleto desde cero. Ellos mismos realizaron los procesos electrónicos, mecánicos y de programación con la finalidad de tener algo propio y así poder controlar el InMoov a su manera. “La mayor dificultad fue el diseño del exoesqueleto, porque incluía partes mecánicas bastante difíciles de diseñar y crear. Teníamos que imaginar cómo debían ser estas partes para transmitir el movimiento mediante sensores encontrados en el mercado local y eso fue un reto para diseñar algo nuevo”, narra Wilder.

visión. A pesar de que el curso ya ha finalizado, Wilder y Dustin planean continuar con la creación de las partes que faltan y mejorar el exoesqueleto. Su meta es que, con el tiempo, se puedan añadir las piernas del InMoov y que, posteriormente, pueda caminar al ser controlado de manera remota.

Sin embargo, la visión que ambos tienen para este proyecto es mucho más grande. “El objetivo de este robot y el exoesqueleto es que se puedan hacer tesis, investigaciones, papers o journals a partir de diversos campos académicos para así poder establecer lazos y luego realizar proyectos interdisciplinarios. Cuando unes bastantes conocimientos y trabajas en equipo, salen mejores ideas”, finaliza satisfecho Wilder.

Mira aquí un video en el que aparece InMoov.

El dato

La sala VEO en Open PUCP, en el quinto piso de Plaza San Miguel, ofrece cursos de especialización en manufactura digital en 3D para todas las carreras y especialidades y, además, realiza impresiones 3D a pedido con un descuento especial para la comunidad PUCP. Las impresiones pueden ser en distintos materiales, como plástico, metales, concreto, etc. Encuentra más información en su fanpage.