En el año 2015, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) emitió una serie de recomendaciones técnicas a la Municipalidad Provincial de Cuzco para que mitigue los impactos ambientales provocados por los botaderos. El OEFA había calificado a Cuzco como una de las 5 ciudades más críticas y contaminantes del Perú. El desorden y la cantidad de residuos eran tan grandes que la basura llegaba a zonas turísticas, como su centro histórico.

En estas circunstancias, Percy Taco, gerente de Medioambiente de la Municipalidad Provincial de Cuzco y egresado de la Especialidad de Biología de la Universidad San Antonio Abad, planteó realizar un trabajo que involucre a la población para reducir estos efectos negativos. “Si la población y la Municipalidad no participan de forma conjunta, el problema no se va a solucionar”, afirma. Él llegó a la PUCP para contar esta experiencia a través de la charla “Gestión y manejos de los residuos sólidos en la ciudad del Cuzco”.

Para Taco, en este tipo de iniciativas primero está la población, por lo que es necesario que esta conozca su realidad y tome un papel activo en ella. En segundo lugar, cree que es importante mejorar la situación de los trabajadores capacitándolos, así se se los fortalece en su trabajo y se les brinda mejores herramientas e instrumentos. Finalmente, indica, “es indispensable que la Municipalidad compre equipos e invierta en presupuestos para recursos con el fin de que se implemente un sistema de gestión que sea eficiente”.

Para que este proceso representara un cambio real, fue necesario modificar las costumbres de la población a partir de un estudio profundo elaborado para conocer sus hábitos. Según Taco, este sirvió para determinar en qué momento el poblador se encontraba en su domicilio y, por lo tanto, puede disponer de sus residuos sólidos. A partir de los resultados se organizó un plan de recojo y, a partir de este punto, se pudo establecer horarios y frecuencias.

Taco precisa que otro aspecto que se consideró fue la topografía de la ciudad. “Cuzco tiene una topografía totalmente accidentada, pues hay calles muy angostas donde no pueden ingresar dos carros a la vez”, comenta. Por ello, se implementó un sistema de vigilancia mucho más exacto a través de la instalación de sistemas de geolocalización en los vehículos recolectores, así se puede saber si sus conductores cumplen con las rutas, frecuencias y horarios establecidos.

Importantes avances

A partir de estos descubrimientos se consiguió realizar un taller de capacitación y ampliar las zonas de recojo, pues antes solo alcanzaba al 68% de la población y originaba que el resto botara sus desperdicios a la calle. “Ahora cubrimos el 98% de la ciudad”, precisa Taco.

Otros de los objetivos del programa fue limpiar y redistribuir los residuos sólidos ubicados en puntos críticos. “Hemos limpiado y comenzado a sembrar áreas verdes para que esto cambie la visión de la población”, precisa Taco, quien, además, es doctor en Ciencias y Tecnología Medioambiental por la Universidad San Agustín de Arequipa.

Una de las zonas críticas, cuya limpieza era de suma urgencia, era la entrada al parque arqueológico de Sacsayhuamán. “Al pasar, los turistas veían todo el basural que teníamos, lo cual desmerecía el grado o título que tiene esa ciudad (capital histórica del Perú)”, indica Taco. Ahora ese espacio también se ha recuperado.

Según Taco, gracias a la gestión desarrollada por la Gerencia de Medioambiente de la Municipalidad Provincial del Cuzco, se ha podido conseguir un lugar de disposición final de los residuos que se encuentra a 7.5 kilómetros de la ciudad. Este lugar tiene 7 hectáreas y fue concedido por la comunidad Jaquira a la municipalidad.

El especialista afirma que en el lugar se ha hecho un gran trabajo en beneficio del medioambiente. “Ahora los lixiviados y los gases son regulados con control de gases, además los lixiviados ya no discurren a la cuenca, y, por lo tanto, ya no contaminan las aguas fluviales y los ríos. Ahora estamos haciendo un proceso de reciclado y estamos a punto de comprar una planta de lixiviados que nos permita tratarlos. Es importante trabajar con tecnología de punta que nos pueda servir en todo este proceso”, concluye Taco.

La visita de Taco a la PUCP se realizó a propósito del proyecto IKI PNUMA “Avanzando y midiendo consumo y producción sostenible para una economía baja en carbono en economías de ingresos medios y nuevos países industrializados”, desarrollado por la Red Peruana Ciclo de Vida, y financiado por el Gobierno Federal Alemán y ONU Medio Ambiente.