Desde pequeño, Eduardo Vargas ha tenido vocación por el servicio: “Siempre he estado metido en voluntariados de ayuda social, cuento cuentos, hago claun. En mi casa me creían loco y por un tiempo les costó entender lo que hacía. Decían que tenía que pisar tierra porque la vida es complicada, y es verdad, pero eso no quita que pueda hacer algo por los demás”.

Inicialmente, postuló a la Facultad de Gestión y Alta Dirección de la PUCP, aunque en el camino se cambió a la Facultad de Ciencias Sociales. Hoy, a sus 22 años, cursa el noveno ciclo de la Especialidad de Economía, es miembro de AIESEC desde hace tres años y ha sido seleccionado como uno de los 40 candidatos que llevarán el Programa para el Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina de la Fundación Botín este semestre.

A la segunda fue la vencida

Eduardo rememora que se enamoró de la convocatoria de la Fundación Botín desde el primer momento que la vio… el año pasado.  Estaba en sexto ciclo, en su currículum solo figuraban actividades de voluntariado y pese a ello fue seleccionado como uno de los 15 candidatos de reserva, que acceden al programa en caso uno de los titulares no pueda hacerlo. Todos pudieron.

“Como vi que todavía me quedaba una oportunidad más para postular, me preparé para hacerlo mejor y empecé a buscar experiencias más profesionales”, recuerda. Trabajó en el área de desarrollo económico y políticas públicas de Macroconsult, se metió al Grupo de Investigación de Políticas Públicas y Gestión Pública (GIPPGP) de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas, y fue jefe de práctica en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM). A la par, se contactó con Mariela Guerrero, alumna PUCP y ganadora del programa el 2013, que le ayudó a ordenar la información que presentó, aun sin conocerlo.

A la quinta edición del programa se presentaron más de 1000 candidaturas, procedentes de 400 universidades de la región, las cuales fueron examinadas por un riguroso comité de selección. Además de Eduardo, otros dos universitarios peruanos resultaron elegidos: Julio Velásquez (Universidad Privada de Tacna) y Pamela Zárate (Universidad Nacional San Antonio Abad del Cuzco).

“Apenas salieron los resultados, unos chicos elegidos crearon un grupo en Facebook. Todos son personas sobresalientes y proactivas: trabajan como funcionarios o regidores, han fundado organizaciones, están en mil programas y no tienen más de 23 años. Estoy muy emocionado por conocerlos, siento que voy a aprender mucho de ellos”.

Programa intensivo de formación

El programa durará ocho semanas, del 6 de octubre al 30 de noviembre, y comprenderá 630 horas lectivas, divididas en seis áreas: Fundamentación política, jurídica e histórica; Sociedad; Habilidades, competencias políticas y de servicio público; Economía; Ética y filosofía política; y Fortalecimiento institucional y función pública.

Los 40 universitarios iniciarán su formación en el campus de Brown University (Rhode Island, EE.UU.), continuarán en las sedes de la Fundación Botín (Madrid y Santander, España) y culminarán en la Fundación Getulio Vargas (Río de Janeiro, Brasil). La metodología combina talleres, seminarios, debates, trabajo en equipos, conferencias, etc. “En cada lugar tendremos clases académicas desde las 9 a.m. hasta las 9 p.m. Es un programa muy intenso, como un ciclo más”.

Además, los participantes se incorporarán automáticamente a la Red de Servidores Públicos de América Latina de la Fundación Botín, que busca convertirse en un espacio de encuentro y diálogo para los becarios de todas las ediciones. “Ser parte de esta red de agentes de cambio es la oportunidad que estaba buscando”, confiesa Eduardo.

Aprendizaje a futuro

Eduardo sabe que esta será una oportunidad única de intercambio de experiencias y espera con ansias regresar cargado de ideas para aplicar sus aprendizajes en el Perú: “Me encantaría conocer cómo en otros países manejan sus problemas sociales, políticos y económicos para ver qué se puede implementar aquí. Quisiera comparar realidades y proponer soluciones innovadoras”.

A su retorno, trabajará en una entidad estatal, como parte del compromiso asumido por todos los postulantes antes de iniciar el programa. Planea dedicar toda su carrera a la labor de funcionario y así contribuir al desarrollo de las zonas más vulnerables del Perú. En el futuro, le gustaría asumir la cartera del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS).

“Me considero un soñador, pero no de aquellos que se quedan sentados, sino de los que se sacan el ancho para que su sueño se cumpla. Mi mamá siempre decía que cada vez que haces algo por ayudar a los demás, de algún modo todo fluye. Y hasta ahora me ha ido bien”.