Elecciones en Cataluña: Independistas toman el poder del Parlamento

El 27 de setiembre se realizaron las elecciones al Parlamento catalán, comicios en los cuales la coalición independentista “Juntos por el Sí”, además del partido Candidatura d’Unitat Popular (CUP) alcanzaron la mayoría absoluta (68 escaños de 135 en total). A pesar de esta victoria en el parlamento de la Generalitat, los independentistas no lograron obtener más del 50% de los votos, debido a los votos blancos y nulos. Esto quiere decir que la mitad de catalanes no quiere separarse de España, en una elección donde casi el 72% de la población participó de manera voluntaria.

Vidarte explica que el panorama es complejo. Por un lado, los independentistas deben negociar entre ellos una agenda común, debido a la multiplicidad de enfoques sobre una posible independencia de la región. “La CUP es mucho más radical y no plantea una independencia, sino una ruptura con España y con una serie de mecanismos institucionales europeos. Mientras Juntos por el Sí preferiría mantenerse en la UE, a pesar de las amenazas esta institución. Este último partido quiere una declaración de independencia pacífica, tranquila, al mejor estilo de Montenegro, Serbia o Escocia. Eso implica negociar agendas, cuáles serían los siguientes pasos a seguir”.

Asimismo, los partidos independentistas deben tener en cuenta con qué actor nacional negociarán. EL PP, actual partido al mando del país, no ha tenido una actitud favorable frente a la posible independencia de la región catalana, inclusive se han negado a dialogar. Otros partidos como el PSOE o Podemos se muestran más abiertos frente a esta posibilidad. “El líder del PSOE dice que estaría de acuerdo con dialogar, incluso en un momento ha dicho que apoyaría una salida federalista. En cambio, Podemos ha señalado que ellos están de acuerdo a un referéndum al estilo Escocia, pero que harían campaña por el No”, explica Vidarte.

¿Por qué hay un sector de la población que quiere separarse de España? Vidarte explica que hay causas estructurales y coyunturales. Por un lado, existe un sentimiento nacional catalán diferente del español. “Ellos tienen un lenguaje distinto, costumbres y una historia distinta, a pesar de tener muchos vínculos históricos con Madrid y otras regiones españolas.”

En términos coyunturales, los catalanes sienten que Madrid no ha cumplido un papel satisfactorio a la hora de administrar los presupuestos de las autonomías en contexto de crisis, sobre todo de una autonomía tan poderosa como Cataluña, la cual aporta el 20% del PBI español.

El hartazgo de Palestina frente a la ONU

«Declaramos que no podemos seguir obligados legalmente por estos acuerdos firmados y que Israel debe asumir todas sus responsabilidades como un poder ocupante, porque el statu quo no puede continuar», fueron las palabras de Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina.

Con esto, Abbas dio por terminado el acuerdo de Oslo, pacto firmado entre Israel y Palestina en 1993 que en la práctica no fue cumplido y cuyos plazos habían terminado hace años.

“La Autoridad Nacional Palestina y Mahmud Abbas se han dado cuenta que el camino de las subsanaciones es muy largo. Peor con el ascenso de Hamas en Palestina y de la derecha más dura en Israel, personificada en Netanyahu, los acuerdos son muy difíciles”. Asimismo, el contexto no es el más propicio a nivel internacional, ya que se tienen otras prioridades tales como la guerra en Siria.

Vidarte explica que se vislumbra una política exterior Palestina centrada en crear alianzas con más países, un trabajo diplomático intenso, así como la adhesión a instancias internacionales jurídicas, tales como la Corte Penal Internacional, lo cual le permitiría a Palestina denunciar a Israel por crímenes de guerra.