El “espíritu emprendedor” no trata solo de enseñar a las personas los conocimientos de negocios, es el hallazgo de una filosofía de vida particular. Según Guerra García, todos somos inherentemente emprendedores, creadores por naturaleza. “Algunos emprenderán en negocios, otros en sus empresas, en el deporte o en el arte”, afirma.

Desde esta aproximación, el emprendedor auténtico decide avanzar por cuenta propia y no espera la ayuda de una gran empresa, ni del Estado ni de la filantropía. Además, posee una buena autoestima, es racional y tiene orgullo. Para Guerra García, el conocimiento y la experiencia estarían en un segundo y tercer nivel, respectivamente, y el dinero sería el recurso que viene por añadidura. En palabras del empresario, todo esto se resumiría en “ser, conocer, hacer y tener”.

Con respecto al liderazgo, Guerra García explica que el emprendedor líder es poco conservador y aprende con la experiencia y en la relación con sus clientes. Agrega, además, que mientras un gerente normalmente está preparado para liderar en tiempos de estabilidad y poca iniciación, el emprendedor líder lo está en épocas de cambio y mucha incertidumbre.

La innovación y la necesidad desconocida

Las micro y pequeñas empresas (MyPE) son el motor de la economía nacional. Sin embargo, este sector se encuentra en estado de emergencia: según la Sociedad Peruana de Pyme (SPP), solo el 10% de las MYPES logra superar el primer año de actividad.

Para Guerra García, la alta mortandad de las MyPE se debe, principalmente, al Estado: entre otros factores, a la burocracia y los municipios. No obstante, Guerra García no considera que la falta de innovación también podría ser considerada como una de las causas del fracaso de algunas iniciativas. “Innovar es poner elementos adicionales para mejorar la composición del producto”, afirma, “desde el momento en el que decides que no vas a trabajar para otra persona, ya estás innovando”. Además, el empresario declara que la innovación es necesaria, pero solo en ciertos rubros: “nuestra industria gastronómica no tiene mucho de innovación; las actividades artesanales, tampoco”.

En el contexto nacional, ¿es factible que las MyPE apliquen la RSE? Guerra García afirma que «es factible, pero no es fácil; porque tienen ya demasiadas barreras que vencer”. De otro lado, señala Guerra García, las corporaciones y grandes empresas no entienden claramente qué es la RSE. “Algunos creen que es filantropía y otros creen que es hacer acciones para que la comunidad o algunos stakeholders no los molesten. Hay mucho trabajo por hacer para que se entienda que la RSE es una nueva forma de concebir la empresa”, concluye.

Si quieres saber más sobre la ExpoRSE y sus actividades, revisa la Agenda PUCP.