El circo contemporáneo, otra opción para la temporada de circos
Julio, mes patrio y temporada de circos. Dentro de la oferta local, un nuevo tipo de espectáculo trata de abrirse espacio: el circo contemporáneo. Conócelo en la voz de tres artistas circenses de la PUCP.
Texto:
Lourdes MochizukiFotografía:
Stefany Aquise
Grandes carpas, escenarios de arena, acróbatas, trapecistas, payasos, animales amaestrados y domadores en brillantes trajes forman parte de nuestro imaginario al hablar del circo. Pero este formato está siendo reinventado por artistas que combinan las artes escénicas para crear un nuevo tipo de espectáculo. El también llamado circo moderno integra música, teatro, danza y técnica circense. La idea ya no es solamente deslumbrar con una destreza sobrehumana sino poner la técnica al servicio de la expresión. El resultado es también un espacio fértil para la creación y la experimentación. Este nuevo tipo de lenguaje sorprende y tiene la capacidad de conmover al público, porque ofrece elementos que no son los esperados en un circo.
Eduardo Cardozo, Inés Coronado y Camila Vera, docentes de la Especialidad de Danza y parte del colectivo ‘Agárrate Catalina’, viven inmersos en esta práctica. «El cirquero contemporáneo tiene una formación integral, pues combina varias disciplinas con la destreza y los trucos del circo. La danza hace la técnica más fluida y le da mayor movimiento», dice Camila, especialista en acrobacia aérea.
El riesgo y los trucos de acrobacia se conservan en los espectáculos de circo contemporáneo, y si bien el virtuosismo y el factor sobrehumano continúan, dejan de ser lo primordial. Según Camila Vera, no se trata solo de presentar las cosas difíciles que puedes hacer sino sobre todo de comunicar algo, contar una historia, ya sea de manera directa o más conceptual. No es el truco por el truco, sino el truco cocinado en algo más. «El circo siempre significará pasión, riesgo y un poco de locura. Nosotros hablamos de algo que nos mueve. Todo surge por una idea o una sensación que el director trabaja a lo largo de la obra», comenta Inés, profesora de exploración corporal.
Cada espectáculo de circo contemporáneo es diferente en cuanto a propuesta escénica y depende mucho de la intención del director. A veces no se cuenta una historia de manera expresa, pero el movimiento es el encargado de transmitirle al público sensaciones y emociones. Según Eduardo Cardozo, el circo moderno tiene una necesidad distinta que la del entretenimiento, pues el objetivo no es única y exclusivamente entretener, sino hablar de un tema personal. Por ejemplo, el camino hacia el descubrimiento de la propia identidad, que de por sí es un trabajo más introspectivo y personal.
Por otro lado, los espectáculos suelen llevarse a cabo en escenarios frontales, como una sala de teatro. Tampoco se necesitan los típicos aparatos (trapecios, aros, telas) para presentar las acrobacias, sino de otros elementos que aporten para comunicar algún mensaje.
Cirqueros de formación
En el Perú hay escuelas de circo que brindan a sus alumnos técnicas de danza, de teatro, de claun, lo que hace posible que el artista pase por distintas experiencias y aprendizajes. «El cirquero contemporáneo puede bailar, hacer acrobacias. No dominará todas las disciplinas del circo, pero por ejemplo, el malabarista podrá hacer su número tanto de pie, como en el piso, y además combinarlos con acrobacia, danza o equilibrio”, cuenta Camila.
“Ahora los chicos tienen mayores posibilidades de conocer el circo desde una escuela, desde un espacio donde aprender. Antes, si es que no eras parte de una familia que era parte del circo, lo veías como algo muy lejano, casi imposible”, añade Inés.
ROTO, experiencia que compartieron los tres artistas tuvo una temporada de 11 funciones en Lima y hace solo una semana se presentó también en Chile. Si bien, el circo contemporáneo aún no es tan extendido, es cuestión de tiempo para que el público se anime a ver algo diferente y dejarse sorprender.
Foto: Eduardo Cardozo
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