La beca EuroPhilosophie ofrece la oportunidad a cinco estudiantes de diversos países del mundo de estudiar un Máster en filosofía franco-alemana contemporánea y les brinda la posibilidad de movilizarse en tres universidades europeas. Luego de casi cuatro meses después de enviar su candidatura, Eduardo es uno de los elegidos que recibirá un financiamiento de casi más 40 mil euros que se reparten en los dos años de maestría.

“Mis profesores me animaron y de todas las posibilidades de becas en Europa, que son limitadas para estudiar filosofía, esta era la mejor opción”, menciona Eduardo que además contó con el apoyo de la doctora Pepi Patrón, Vicerrectora de Investigación de la PUCP, y el doctor Ciro Alegría, del Departamento de Humanidades, quienes le brindaron cartas de recomendación para sustentar su candidatura a la beca.

La beca Erasmus Mundus EuroPhilosophie tiene un convenio con 9 universidades europeas y fuer del espacio europeo incluyen una universidad en Japón, Brasil y Estados Unidos. Esto permite que los becarios tengan diversas opciones para seguir sus estudios. Eduardo realizará su primer año de maestría en la Universidad de Tolouse (Francia) y en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y probablemente realice el segundo año en la Universidad Carlos en Praga (República Checa).

Eduardo, que tiene 26 años, menciona que en toda su formación ha tenido un mayor acercamiento a la filosofía francesa contemporánea y cree que esta beca le brindará la oportunidad de seguir la línea de estudio que le interesa. “Estas becas pueden parecer difíciles de conseguir o que son becas complicadas, sin embargo, no creo que deba ser una desmotivación, son financiamientos muy buenos, me encerré dos semanas para preparar bien mi candidatura y el resultado son dos años de financiamiento para hacer lo que más me gusta, así que la relación costo-beneficio es muy buena”, explica.

Por otro lado, Eduardo cree que la experiencia de mantenerse en un desplazamiento constante y afrontar diversas realidades y distintas sociedades, incrementará su aprendizaje; requisito indispensable para las exigencias académicas actuales. “Me parece un logro interesante no estar atornillado en un espacio geográfico, sino desarrollar tu actividad profesional sin importar demasiado el espacio físico en el que te encuentres”, menciona el filósofo que en agosto estará partiendo para empezar sus clases esperando que esta experiencia le dé la posibilidad, más adelante, de postular para un doctorado en Francia.