La docente de la Facultad de Psicología, Dra. Magaly Nóblega, ganó el premio Bowly-Ainsworth 2021, reconocimiento otorgado por el New York Attachment Consortium. Con este galardón, se reconoce su labor y años de investigación dedicados a la Teoría del Apego, postulado que describe nuestras relaciones a partir del vínculo que desarrollamos en la infancia con nuestros cuidadores. 

El Bowly-Ainsworth 2021 reconoce a las y los investigadores que brindan aportes y herramientas en torno a esta teoría. Así buscan reconocer el legado de John Bowlby, psicólogo pionero de la Teoría del Apego, y Mary Ainsworth, psicóloga que desarrolló más en profundidad sus apuntes.

“Es el premio mundial de la Teoría del Apego”, señala la Dra. Nóblega. En la entrega del premio, se reconoció la labor de la especialista y su equipo «por estudios de intervención innovadores de atención materna y seguridad infantil, y para apoyar el estudio del apego en América Latina». Cabe señalar que nuestra docente es la cuarta latinoamericana en ser galardonada con este premio y es la primera que realizó la investigación en su país de origen. “Creo que eso le da una connotación distinta al premio”, resalta.

La sensibilidad tiene que ver con cuánto la mamá está dispuesta a responder a las necesidades del niño. Es una habilidad que se construye en una relación”.

Premio a su trayectoria académica y profesional 

Su interés por esta teoría llegó luego de trabajar su tesis doctoral en nuestra Universidad en 2010. A lo largo de su trabajo, ha podido demostrar algunos postulados básicos de la Teoría del Apego que son aplicables a nuestra realidad nacional, tanto rural como urbana. 

De este modo, con su equipo comprobó que, en el ámbito urbano, el niño es influido por la conducta de su madre. Es decir, al momento de relacionarse y formar vínculos, la madre tiene un rol más importante como figura que marcó las pautas y relaciones de apego del niño a lo largo de su infancia. Asimismo, otro hallazgo importante que destaca la Dra. Nóblega es el nivel de sensibilidad de las madres. “La sensibilidad tiene que ver con cuánto la mamá está dispuesta a responder a las necesidades del niño. Es una habilidad que se construye en una relación”, explica. 

Con eso en mente, encontraron que hay niveles más bajos de sensibilidad por parte de la madre en el contexto urbano. “Eso significaría que, aunque desde la teoría estamos hablando de madres menos sensibles, analizando con más de detalle encontramos que a la madre se le es más difícil acompañar al niño en la expresión de emociones que llamaríamos negativas, como la cólera, la frustración o el temor. Pero tienen más desarrollada la capacidad de acompañar emociones positivas”, explica. 

De igual forma, han tenido la oportunidad de trabajar con población rural, con la cual encontraron que, pese al contexto de pobreza y nivel socioeconómico bajo que se pueda experimentar, la sensibilidad de las madres es un poco más elevada en comparación con las zonas urbanas. “Las madres de las zonas rurales, a pesar de que no son tan verbales o no ser muy afectuosas, tienen otra serie de habilidades que les permiten responder señales», destaca.

Su meta no es quedarse en lo teórico, sino tener la oportunidad de implementar políticas públicas y generar recursos a partir de la evidencia que han encontrado. Para Nóblega, el objetivo de su trabajo es comprobar postulados teóricos y corroborarlos o refutarlos empíricamente. «Luego podemos aplicar estos conceptos y realizar intervenciones”, finaliza.