En los últimos días se han escuchado los mensajes de Kim Yong-un en los cuales menciona que Corea del Sur y Estados Unidos serían sus principales objetivos en un posible enfrentamiento. El siguiente paso sería un enfrentamiento bélico. Entre las dos Coreas existía un armisticio para la guerra de 1950, sin embargo, esto solo representaba un detenimiento de las acciones militares, mas no un tratado de paz. Y aunque estas provocaciones no son nuevas en la zona, el analista nos menciona que la novedad es que hemos llegado a un momento prebélico.

El objetivo

El analista comenta que esta nueva política de Corea del Norte se basa en dos temas, el primero tiene que ver con las sanciones internacionales que le han sido impuestas, aunque han sido aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU y por China, su principal aliado. El segundo es su disgusto por las constantes maniobras militares en la zona, como los aviones que Estados Unidos mandó a Corea del Sur con capacidad nuclear y con la cualidad de no poder ser interceptados.

Sin embargo, las maniobras militares han sido una constante en la zona en los últimos 60 años, ya que oficialmente la guerra no había terminado, “Corea del Norte utilizaba estas bravuconadas para sentar a la mesa a la otra parte para negociar y obtener una serie de aspectos que carecen como alimentos, tecnología e infraestructura. Creo que el padre era un poco más inteligente que el hijo, ya que no logrará sentar a Estados Unidos cuando se le está planteando un conflicto”, menciona Vidarte.

Los otros actores

En esta situación no solo están involucradas las dos Coreas sino que también se ven de manera sigilosa las actuaciones de Japón y China, que tienen nuevos mandatarios que se caracterizan por ser conservadores, lo que ha aumentado la tensión en la región. En el caso de China, que todavía no ha asumido una postura, es conocida su pretensión por desplazar a Estados Unidos como potencia, lo cual lo obligaría a tener un papel más activo en la resolución de este conflicto, “de lo contrario solo quedará como una aliada menor de Corea del Norte y no creo que China quiera dar ese ejemplo al mundo”, declara Vidarte.

El analista explica que es importante tener en cuenta que en el caso de Estados Unidos, el nuevo Secretario de Defensa, Chuck Hagel, ha sido criticado por ser muy pacifista desde la óptica conservadora. Esto debería tomarse en cuenta ya que, por esto mismo la actitud no vendrá a ser negociadora sino que tendría un papel más firme. Por otro lado, la presidenta de Corea del Sur, Park Chung-hee, mencionó que tomará acciones preventivas frente a un posible ataque.

El analista nos recuerda que este lenguaje es el mismo utilizado en Irak hace una década, con la única diferencia que en esa ocasión no se encontró armamento de destrucción masiva y en este caso, se sabe con seguridad que si lo hay.

¿Sería una tercera guerra mundial?

“El escenario no es favorable pero de que pueda degenerar en un conflicto armado, todavía estamos lejos, lo que sí puede pasar es que esto va a degenerar en la proliferación de armamento en la región y va a favorecer a ciertos vaivenes económicos como los que ya se ha visto en la bolsa asiática, que han tenido un desarrollo en rojo”, explicó Vidarte.

El analista menciona que, de darse el conflicto armado, esta no vendría a ser una guerra que involucre a todos los países pero que sí afectaría a todo el mundo ya que, Asia es el motor económico del mundo y el Perú tiene mucha de esta inversión. Pero todavía se debe saber la posición de países como China y Rusia. “No creo que en este momento se quieran enfrentar a Estados unidos y malograr décadas de desarrollo, sí sería un conflicto regional asiático. Estados Unidos debe estar presionando a China para que tome alguna posición en esta situación”, menciona el analista.

Oscar Vidarte explica que es importante meternos en la mentalidad Coreana. El surcoreano entiende que este es un acto más de una serie de episodios difíciles y esto se demuestra en que los surcoreanos siguen yendo a la frontera a tomarse fotos y que el complejo Kaesong, parque industrial manejado por las dos Coreas y principal fuente económica de Corea del Norte, sigue funcionando y los trabajadores de los dos países siguen asistiendo. «En la mentalidad coreana este es un hito más, es difícil pero sigue siendo parte de la vida diaria», agrega Vidarte.