En este punto de encuentro, el Mg. Miguel Hadzich, coordinador de Grupo PUCP y docente del Departamento de Ingeniería, presentó ayer algunas experiencias innovadoras en el uso de energía solar para fortalecer cadenas productivas agrícolas, desarrolladas por Grupo y por alumnos de la PUCP. La ponencia se desarrolló en el marco de la mesa Uso productivo de la energía: experiencias, en la que también participaron el Ministerio de Energía y Minas, Swisscontact, el Servicio Holandés de Cooperación al Desarrollo (SNV), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Cooperación Alemana (GIZ).

La energía solar, indicó, es una fuente de energía limpia que actualmente es aprovechada mediante paneles solares en el Perú y el resto del mundo. Existe un gran potencial para que empresas ingresen a nuevos mercados utilizando esta tecnología y para que comunidades comiencen a implementarlas, pero las universidades, encargadas de innovar, deben trasladar su atención a otro aspecto de la energía solar: la energía solar concentrada, que hasta el momento ha conseguido mejorar los procesos productivos del té, el café y el chocolate. En el caso del té, Grupo reemplazó el 10% de la energía de biomasa de la fábrica de Herbi en el Cuzco por aire calentado utilizando energía solar. Tanto la producción del café como la del chocolate pasan por un proceso de tostado, que Grupo consiguió realizar utilizando energía solar mediante una máquina llamada concentrador Scheffler. Gracias a esta tecnología, el Perú puede vender ahora café tostado utilizando energía limpia.

En ambos casos, cuenta Hadzich, el reto no consiste solo en desarrollar tecnologías innovadoras y limpias, sino que también deben ser sostenibles y replicables. Y para conseguir esto, es necesario que los desarrolladores establezcan un lazo con las comunidades, ya que los inventos deben responder a necesidades reales y tienen que poder ser utilizados como sea conveniente por los beneficiarios.

“En el mundo ya existen los concentradores solares, pero se usan para generar electricidad, no se había empleado para calentar aire o secar productos. ¿Cómo es posible que acá nos dimos cuenta que eso se necesitaba mientras que en el mundo la tecnología es tan avanzada pero la usan para otras cosas?”, se pregunta Hadzich. “Es simplemente porque ellos no tienen té, o no tienen café, o no tienen chocolate, y nosotros sí. Las necesidades son nuestras”, concluye.

Los próximos desafíos para Grupo serán secar otros productos naturales, como mango, piña y plátano, destilar hierbas aromáticas y medicinales, y experimentar con alimentos inflados. Otro objetivo por el que están trabajando es fundir latas de bebidas, para lo que necesitarán un concentrador Scheffler de 16 metros cuadrados, el doble del tamaño utilizado en el proyecto de café y el del chocolate.

Antes de cerrar su presentación, Hadzich invita a todos a pensar y hacer realidad un proyecto que mejore nuestras cadenas productivas. “El Perú tiene una biodiversidad tan grande que tenemos de todo: cada ese cosechan diferentes productos: mango, cacao, yuca, cítricos, té, plátano, bambú, todo. Y de cada uno de estos puede haber un proyecto productivo. Los arquitectos, ingenieros, los de arte, los gestores, todos pueden hacer proyectos, porque tenemos de todo en el Perú”, recuerda.