¿Cómo se incluye un nuevo elemento en la tabla periódica?
Hace unos días se conoció que un nuevo elemento se estaría incluyendo en la tabla periódica. El Unumpentio, que sería su nombre provisional, vendría a ser el elemento 115. Pero, cómo es que se encontró y qué lo hace tan interesante e importante para la historia de la química. Conversamos con Luis Ortega, profesor del Departamento de Ciencias, Sección Química, para que nos explique en qué consiste este descubrimiento.
Texto:
Susana NavarroFotografía:
Felix Ingaruca
El experimento para conseguir el elemento 115 ya se había intentado en Rusia, sin embargo, los resultados no fueron del todo convincentes, es por eso que el laboratorio de la Universidad de Lund, Suecia, intentó hacer lo mismo y logró confirmar el primer experimento.
El profesor Ortega explica que para lograr el Unumpentio se realizó un experimento que se hace habitualmente cuando se buscan nuevos elementos y consiste en disparar átomos sobre otros para que se fusionen, esto a través de un acelerador de partículas que llegará a una velocidad aproximada al 10% de la velocidad de la luz. En este caso se utilizó una lámina delgada de Americio sobre un sustrato, que tiene un número 95 y se le disparó Calcio, que contiene el número 20, lo cual al momento de sumarlos llegan a los 115 protones.
El 115
Pero por qué el elemento 115 es tan especial, pues por ser impar. En la tabla periódica se habían descubierto otros elementos como el 116 o el 114, pero el 115 era un hueco en la secuencia. El que sea impar significa que no es tan estable por lo que no son tan fáciles de conseguir. Por otro lado, en esta ocasión, se han empleado técnicas especiales que han ayudado a descubrir este elemento de una manera más rápida que en otras oportunidades.
La combinación resultante que funcionó fue el Calcio, conocido por ser un elemento muy estable, y el Americio, que es un elemento radiactivo no muy estable y que se consigue a partir del bombardeo del Plutonio con neutrones, es decir, es artificial.
El Unumpentio (115 en latín), es superpesado, esto quiere decir que su masa atómica es muy alta, muy inestable, radiactiva y su vida media es muy pequeña, es por eso que durante el experimento, su vida fue de 2 segundos que al ser un período tan corto no se puede detectar el momento en el que fue creado, entonces lo que se hace es estudiar todas las partículas que se desprenden cuando se descompone radiactivamente. El profesor Ortega lo explica como el trabajo de un arqueólogo, “se trata de reconstruir lo que podría haber originado el elemento a partir de las huellas que deja”.
El siguiente paso
Para que este elemento sea considerado en la tabla periódica tiene que seguir varios pasos. La Unión Internacional de Química Pura y Aplicada lo tiene que aprobar, para lo cual se tendrán que esperar varios años para que se puedan verificar todas las reconstrucciones, analizar los datos realizados por diferentes grupos y contrastar que coincidan, este proceso puede tardar hasta incluso 10 años. Un ejemplo de esto es que los elementos 116 y 114 que se descubrieron a finales de los 90’s, fueron oficialmente reconocidos el 2011 y tan solo el año pasado se aceptaron sus nombres, Livermorium y Flerovium, respectivamente.
Utilización
La tabla periódica se mantiene abierta a nuevos elementos y los científicos siguen buscándolos. Para el profesor Ortega, el seguir descubriendo elementos nos ayuda a comprender cómo se han formado los elementos de la naturaleza, “podemos ver hasta dónde es posible estirar la materia y aunque hay un número limitado de elementos, al hacer nuevos podemos encontrar mayores compuestos y lograr nuevas aplicaciones”, agrega.
Por ejemplo, el Americio (que ayudó en la conformación del Unumpentio 115) no existía como tal en la naturaleza y ahora, una pequeña cantidad de este, es colocado en los detectores de humo, que sin este elemento no podrían existir. “En un futuro se espera tener distintas aplicaciones con los nuevos elementos, pero para eso tenemos que esperar que sean estables, pero implica brindar la capacidad de crear más cosas y realizar nuevas combinaciones”, explica el doctor Ortega.
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