Docentes de la PUCP fueron reconocidas como científicas de éxito
Las doctoras Norma Salinas y Luisa Vetter, profesoras de nuestra universidad, fueron reconocidas con El Premio Nacional L’Oréal – UNESCO – Concytec “Por las mujeres en la ciencia”.
Texto:
Delsy LoyolaFotografía:
Roberto Rojas
L a contribución de las mujeres al campo científico ha ido avanzando con lentitud a lo largo de los años. Para motivar su participación, la Fundación L’Oreal, la UNESCO y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concytec) otorgan el premio “Por las mujeres en la ciencia”, que reconoce la trayectoria y el profesionalismo de científicas a nivel mundial.
La Dra. Norma Salinas y la Dra. Luisa María Vetter, distinguidas docentes de nuestra Universidad, recibieron el premio la semana pasada en una ceremonia en la que estuvieron presentes la presidenta del Concytec, Dra. Gisella Orjeda; Ignacio Cancino, coordinador de Sector de ciencias de UNESCO en el Perú; la vicerrectora académica de la PUCP, Dra. Pepi Patrón, y la ministra de Salud, Dra. Patricia García. No obstante, para poder alcanzar tal reconocimiento, ambas han entregado largos años de su vida a la investigación y el fomento de la cultura científica, a través del esfuerzo y la perseverancia.
Amor por la naturaleza
Norma Salinas es doctora en Geografía y Medio Ambiente por la Universidad de Oxford del Reino Unido y ha realizado más de diez investigaciones científicas relacionadas con las ciencias naturales, entre las que destacan el descubrimiento de dos especies de orquídeas en el Perú y estudios sobre el ciclo del carbono es bosques amazónicos.
Actualmente es docente de Ecología en Estudios Generales Letras y de Temas avanzados en Química Ambiental en la Escuela de Posgrado y, a la vez, continúa realizando investigaciones en el campo de las ciencias naturales. Los temas medioambientales fueron siempre de su interés.
Su infancia la vivió rodeada de diversa vegetación y espléndida naturaleza. Cada vez que veía alguna planta, por más rara y pequeña que pareciera en su forma, ella la coleccionaba. Junto a su hermano, quien recopilaba tierras de colores, jugaban a mezclar lo que recolectaban. Recuerda que ahí nació su interés por estudiar temas relacionados con la vegetación. “Viendo las plantas, me preguntaba por qué tenían esa forma. Le preguntaba a mi mamá y a pesar de ser profesora, a veces ya no sabía qué decirme porque yo la llenaba de preguntas”, cuenta con simpatía.
Con los años, la Dra. Salinas decidió, sin dudas, estudiar Biología. Luego de ello, viajó a Bolivia, donde trabajó por cierto tiempo, y a su regreso, se desempeñó como docente. Pero su pasión por el campo seguía presente y empezó así sus investigaciones. Decidió darles la oportunidad a sus alumnos de acompañarla y trabajar con ella sus estudios en el campo. “Empecé a aplicar a proyectos y con el dinero que me daban, pagaba el viaje a los chicos para que puedan ir a campo”.
Nuestra docente afirma que desea seguir fomentando la investigación en sus alumnos, ya que contribuye a la lucha contra el cambio climático y a la prevención de desastres. “Un buen estudio ayuda a que las poblaciones tengan mejor calidad de vida”.
La doctora Salinas afirma que en el campo era ella quien siempre iba a la cabeza y tenía la iniciativa. “Creo que era por mi buena resistencia física”, recuerda.
El aporte metalúrgico
Luisa Vetter, doctora en Historia con mención en Estudios Andinos, ha dedicado aproximadamente treinta años al estudio de la arqueometría y la arqueometalurgia, es decir, al estudio de la tecnología usada en la elaboración de metales en piezas de la antigüedad.
Sin embargo, llegar a este camino no fue fácil. La doctora Vetter recuerda que realizar su tesis de bachillerato fue una de las investigaciones que más trabajo le costó, ya que era la primera vez que se trataban estos temas en el Perú. “Fue muy difícil de aprobar porque mis profesores todavía no entraban en ese campo. Costó muchísimo convencerlos de que en realidad esos temas eran parte de la arqueología, pero finalmente lo logré”.
Su interés por conocer el proceso de elaboración de metales antiguos la llevó a realizar su maestría y doctorado enfocados en este campo y obtener el grado de sobresaliente en ambos casos. Ha analizado hornos metalúrgicos en Curamba, Apurímac y actualmente es docente de Prehistoria y civilizaciones del Perú en Estudios Generales Letras.
Asimismo, desea seguir participando en proyectos de investigación relacionados con los metales, ya que afirma que el país es una fuente muy importante de información: “El Perú es un país minero por excelencia y en las excavaciones se puede ver la cantidad de piezas de metal que hay en tumbas de élite”.
Finalmente, afirma que está contenta con este premio, ya que también ayuda a que con los años pueda visibilizarse más la participación de las mujeres en el campo científico.
En el Perú, hay un total de 25 191 mujeres vinculadas a la investigación científica.
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