Antropología médica: mitos y verdades sobre la salud
El Dr. Eduardo Menéndez, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, participó en 1er Simposio de Antropología Médica en el Perú y comparte con nosotros algunos descubrimientos de los antropólogos para el campo de la medicina.
Texto:
Solange AvilaFotografía:
Roberto Rojas
La medicina tiene demasiados retos y dificultades que afrontar, por ello el interés de otras disciplinas por comprenderla, como la antropología, ha dado muchos aportes significativos. Los antropólogos integraron otros aspectos a la salud, estableciendo el proceso de ‘salud/enfermedad/atención’, para analizarlos en conjunto y ofrecer propuestas de mejora.
El Dr. Menéndez comenta que, generalmente, un estudio estadístico no incluye ciertos aspectos culturales y sociales, porque están más preocupados por los factores biológicos de la enfermedad. No obstante, el especialista insiste en que se debe profundizar con una visión más personal, con un trabajo de campo particularizado.
Gracias a esta antropología médica crítica, los investigadores procuran mantenerse suspicaces cuando hay incremento de determinados padecimientos. Entonces los antropólogos inmediatamente se preguntan si realmente es una enfermedad o es una construcción social de nuevos padecimientos, mientras observan el sistema de relaciones sociales.
Para comprender mejor esta práctica. Mendéndez nos cuenta que a inicios de la década de 1970, el investigador británico Peter Conrad estudió trastornos de atención y llegó a la conclusión de que este trastorno no era de los niños, sino de los padres. “La razón es simple, la familia actual, sobre todo si pertenece a estratos medios, quiere tener mayor tiempo libre. Entonces, los hijos molestan más que antes y da lugar al uso de la ritalina para controlarlos”, sostiene nuestro invitado.
La masificación de los medicamentos
Uno de los desafíos más importantes para la antropología médica es recuperar el saber popular en los procesos de rehabilitación de sus propios problemas de salud. Eso no significa que se niega la importancia de un biomédico o de un curandero tradicional. Varios autores, incluido Menéndez, revelaron que la gente de las diferentes clases sociales y sectores étnicos tiende a automedicarse. “Hemos propuesto enseñar a la población a autoatenderse adecuadamente, pero gran parte del sector salud es reacio a esta propuesta, porque temen que esto incremente la automedicación. Y esta es una equivocación porque, la gente igual lo hará, por eso es mejor que lo haga bien”, explica el especialista.
Los antropólogos han contribuido con más hallazgos. Por su parte, Menéndez descubrió que en algunos grupos étnicos había un consumo de medicamentos farmacéuticos superior al de medicina tradicional. Además, en 1978 él entrevistó a un chamán de un pueblo de Yucatán, quien le comentó que trataba muchas enfermedades mentales y utilizaba Valium. “Hay toda una serie de ideas construidas de lo tradicional que no corresponde a lo que la gente hace realmente. Los grupos étnicos cada vez más consumen más de la industria químico farmacéutica”, resalta el antropólogo.
Cacería de mitos
Otras de las interrogantes más importantes que se plantean los antropólogos es por qué la gente no se inmuniza. Por ejemplo, mientras que en la mayoría de países los que menos se vacunan son de sectores más bajos; el especialista cuenta que en México, son los de estratos más altos. Esto se debe a que aquellos conocían investigaciones sobre vacunas peligrosas, sin embargo, luego se descubrió que estos hallazgos eran falsos.
La gente hace caso a la información disponible en función de lo que necesita y esto se ha potenciado enormemente a partir de internet. Menéndez sostiene que hay que educar a la gente para encontrar la fundamentación técnica, científica o de medicina tradicional, para así discernir entre la gran cantidad de información útil o peligrosa para la salud. La cuestión no es prohibir la libertad como algunos están planteando, ocurre que uno de los problemas más ambivalentes e imparable que tenemos en el futuro.
Por otro lado, varios antropólogos de EE.UU., América Latina y Europa que se cuestionan sobre una serie de estigmatizaciones en el sector salud, aun cuando demuestran contradicciones, especialmente en el campo de las adicciones y drogas. Por ejemplo, la droga que ha causado más muertes es el alcohol y está permitida; mientras que la marihuana no tiene índices de mortalidad y está prohibida. “Cómo entendemos a un sector salud que se dice científico y que apruebe la droga que más mata y prohíba la que no”, opina el especialista.
Aunque la antropología no tiene el poder que el sector salud y la industria química farmacéutica tienen, Menéndez manifiesta que las expectativas son mayores. La antropología, mediante el trabajo de los científicos sociales y médicos, puede ser una gran colaboradora para desestigmatizar estos temas.
El 1er Simposio de Antropología Médica en el Perú fue organizado por la Pontificia Universidad Católica del Perú, el Colegio Profesional de Antropólogos del Perú, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el Instituto de Estudios Peruanos y la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
Deja un comentario