La Universidad fue el espacio indicado para que su interés por la música se plasmara en trabajos académicos. Ellos son María Paz Rossini, estudiante de último ciclo de Comunicación para el Desarrollo; Raúl Álvarez, egresado de Sociología; Pablo Molina, egresado de Antropología; y Gonzalo Chávez, estudiante de último ciclo de Sociología. En el 2015, los cuatro formaron el colectivo Grupo de Estudios Música y Sociedad, un ámbito para debatir y compartir sus investigaciones sobre temas musicales. Ese mismo año, el director del Instituto de Etnomusicología, Raúl Romero, impulsó la creación de un grupo de investigadores y convocó a los profesores Fred Rohner, Santiago Alfaro y José Ignacio López. Los cuatro jóvenes se sumaron a este proyecto. “En el marco de esos dos espacios de investigación, surge la iniciativa de postular al Primer Congreso de Etnomusicología de la UNAM en México”, cuenta Pablo Molina.

María Paz Rossini es estudiante de último ciclo de Comunicación para el Desarrollo y forma parte del cuerpo de baile del Centro de Música y Danza (Cemduc) desde hace varios años. El trabajo que ella presentó en México es un avance de su tesis de licenciatura, que ya está casi terminada. “Mi investigación es un análisis comunicacional del concurso de marinera de Trujillo, que incluye la historia de esta práctica musical”, explica. Gonzalo Chávez es alumno de último ciclo de Sociología y ha formado parte de los sicuris del Cemduc. Él también presentó en México un adelanto de su tesis de licenciatura. Su ponencia giró en torno a la música sicuri de una localidad puneña, ubicada en la zona norte del lago Titicaca. “He analizado cómo la música sicuri participa en los procesos de creación de identidad dentro de esta comunidad y cómo ha sido entendida a lo largo de cincuenta años”, detalla.

Pablo Molina es egresado de Antropología, cuenta con experiencia como guitarrista en el conjunto de música andina del Cemduc y su ponencia también se basó en su tesis de licenciatura, que está próximo a sustentar. Su trabajo ahonda en la trayectoria de un grupo de música peruana radicado en Lima. Molina utilizó este caso para explorar la noción de lo tradicional y descubrió una serie de asociaciones que se van construyendo y asimilando a lo largo del tiempo. “Lo tradicional es una noción abstracta, cuyo contenido es construido a través de las experiencias subjetivas de los intérpretes y da sentido a las prácticas que tienen ellos”, detalla. Por su parte, Raúl Álvarez es bachiller en Sociología y trabajó varios años en el Ministerio de Cultura, experiencia que le sirvió para alimentar su interés acerca de los circuitos musicales presentes en Lima Metropolitana. En el evento en México, su ponencia giró en torno al funcionamiento de estos espacios, lo que desemboca en una mirada sobre la situación actual sobre la industria de la música en Lima.

Con la participación en este evento, María Paz, Gonzalo, Pablo y Raúl demuestran que los estudios académicos sobre temas musicales se encuentran en una etapa de crecimiento dentro de nuestra comunidad universitaria. Sin embargo, señalan que el mundo musical aún no adquiere la suficiente importancia como objeto de estudio. “Todavía se piensa que hacer investigación sobre música o baile es menos serio que investigar sobre otros temas. Existe gente interesada que no da el salto por este tipo de prejuicios”, señala María Paz.