Durante tres meses, Adrián Lengua y Cristina Valega construyeron una pequeña tesis en discapacidad psicosocial. Así califican el trabajo en el que prepararon los alegatos para el caso hipotético que tenían que defender en el marco de la Competencia Internacional de Derechos Humanos “Cuyum”, que organizó por primera vez la Universidad Nacional del Cuyo en Mendoza, Argentina.

Este certamen busca entrenar a estudiantes de las facultades de Derecho en Latinoamérica en el correcto uso del sistema internacional de litigio ante el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos. Para concursar, los estudiantes deben trabajar un caso hipotético que elige el comité organizador en el que pueden elegir el papel de representantes de las víctimas o del Estado. Esta defensa o acusación es expuesta ante un panel de especialistas en Derechos Humanos.

El trabajo de Cristina y Adrián no fue en vano. Luego de cinco días de rondas orales defendiendo el hipotético caso de una persona con esquizofrenia y abulia, el equipo peruano se adjudicó el premio mayor del concurso. “Fue un trabajo gratificante”, comenta Cristina. “Con la competencia nos hemos entrenado en temas que el mismo campo legal de los Derechos Humanos no tiene claro, como la defensa de alguien con discapacidad psicosocial. Incluso dentro de este campo, este tipo de casos son cuestionadores”, agrega. Adrián cree que ese fue el gran reto de este concurso, hacer entender la importancia de la defensa incluso a una persona que no maneja temas de discapacidad. “No solo requiere un fuerte nivel de argumentación desde el Derecho sino aptitudes de comunicación”, sostiene.

En detalle, el caso que defendieron era el de una mujer con discapacidad que había sido privada de su libertad al ingresarla a un centro psiquiátrico de forma arbitraria. Como consecuencia de este internamiento, la persona falleció. Los alumnos tuvieron que construir sus posturas por escrito y luego sustentarlas en Argentina.

Entrenamiento en la PUCP

Cristina y Adrián son parte desde hace más de un año de la Clínica Jurídica en Discapacidad y Derechos Humanos de la PUCP. Renata Bregaglio, la docente a cargo de la clínica, fue la entrenadora del equipo compuesto por Cristina y Adrián. Ambos resaltan el impulso de la profesora Bregaglio para armar la defensa del caso y también creen que la experiencia adquirida en la clínica, donde atienden casos reales de discriminación por discapacidad, fue un gran soporte para ganar en Argentina.

“Como estudiantes llevamos el curso de la Clínica Jurídica de Discapacidad y desde ese momento empezamos a participar en audiencias frente al Instituto de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual (Indecopi), como los casos de personas con autismo que no dejaban asegurarlas a clínicas”, cuenta Cristina. Adrián añade que este grupo atiende cada ciclo entre 15 a 20 casos reales ad honorem.

Ya admitidos en el concurso, tuvieron que recaudar fondos para su estadía y para ello los ayudaron docentes de la facultad. “Hicimos un curso profondos con clases maestras de profesores”, agrega Cristina. Ambos jóvenes tienen un gran compromiso con el campo de los Derechos Humanos. Los dos confiesan que en un momento de la carrera iban a trasladarse a la Facultad de Ciencias Sociales pero que, luego del curso de la Clínica Jurídica, reafirmaron su aptitud como abogados. “Cuando entré a la clínica me encontré nuevamente con el Derecho”, dice Cristina. “Trabajar en esta área es un reto. Aquí está en juego la libertad, la vida, la integridad, situaciones de justicia extremas que requieren de personas con gran vocación”, señala Adrián.

Por obtener el primer puesto del certamen, los alumnos ganaron los derechos de matrícula para realizar un máster o doctorado en la Universidad Nacional de Cuyo, una pasantía en la Oficina de Protección de Víctimas de la Corte Penal Internacional y un acceso preferencial al Máster de Protección de Derecho Internacional de Derechos Humanos de la Universidad de Alcalá, en España. “Aún tenemos que terminar la universidad en la PUCP así que luego decidiremos cuando aplicar a estas oportunidades”, dice Cristina. Mientras tanto, la experiencia sigue en crecimiento.

En la foto: alumnos Adrián Lengua, Cristina Valega; y la docente Renata Bregaglio