1. El rol del guión

El primer paso para escribir es entender su rol dentro del proceso de creación de una película. Patricio Vega, guionista argentino, identifica tres partes en este proceso.  “La primera escritura que tiene la película es el guion, luego tienes dos escrituras más. Una es el rodaje, la otra el montaje”, explica.

2. Paciencia

El guionista tiene como elemento previo la imaginación. “Una historia empieza siendo una serie de elementos borrosos confusos hasta que eso va tomando forma”, indica Vega. El inicio de este proceso de creación demanda ser pacientes ya que se trata de conectar con ese territorio imaginario personal y poder sacar de ahí elementos que vayan construyendo, poco a poco, una narración.

3. Pensar en movimiento

El recurso básico del guión es la acción. Esta característica distancia el guión de la literatura, cuya materia prima es la palabra. “Tengo que pensar en situaciones. Un guión se parece mucho más a un relato oral que a un relato escrito. Tiene más tradición de los cuenta cuentos que de los escritores o dramaturgos porque no hace falta escribir bello, hace falta escribir en movimiento”.

4. Novela materia prima de un guión

Muchos guionistas han tomado obras literarias para convertirlas en guiones cinematográficos.  De acuerdo al experto, es necesario entender que el adaptar es como una traducción ya que la novela y el guión tienen gramáticas y construcciones distintas. “Un libro puede ser un disparador narrativo. Lo que uno toma de él tiene más que ver con elementos de una trama, personajes, mundos. Lo que hace una novela es estimular y generar en el lector imágenes propias. Cada lector ve algo distinto. En una película, lo que veo es lo que ve todo el mundo y probablemente no sea lo mismo que imaginé cuando leí el libro. El problema es querer que la película sea como el libro. Se han hecho excelentes películas de libros mediocres y se han hecho malas películas de libros grandiosos”, comenta.

5. Cine o televisión

Para escribir un guión debemos tener en cuenta el formato para el cual va dirigido. El formato en televisión, por ejemplo, está mucho más definido por la cantidad de capítulos, la frecuencia de emisiones y el tipo de ficción. En el cine hay mayor libertad y uno puede escribir cualquier estructura narrativa posible siempre dentro de los parámetros de 95 – 100 minutos. “De todas maneras eso está cambiando, porque hay ficciones de todo tipo. Hay series web,  ficciones que duran 20 minutos y plataformas de streaming. Eso hace que haya una demanda diversa de contenidos y que los guiones se vayan adaptando a esa demanda”, indica el coordinador autoral de la serie Los Simuladores.

6. Lenguaje cinematográfico

El guión es un oficio específico que forma parte del proceso de la realización de una película. La experiencia escribiendo literatura o dramaturgia sirve porque ya hay un contacto fluido con la escritura y no hay miedo a sentarse a escribir. Sin embargo, es preciso diferenciar el lenguaje cinematográfico con sus especificidades y el lenguaje literario. Ambos parten de elementos distintos y es necesario adaptar la capacidad narrativa al lenguaje cinematográfico. Los tipos de planos, la angulación y los movimientos de la cámara también son elementos de un guion.

7. Ver mucho cine

“Estudiar y ver de manera crítica”, recomienda Vega para aprender de lenguaje cinematográfico. “Alguien que quiere tocar música tiene que escuchar bandas. Alguien que quiere escribir guiones tiene que ver películas. Entender qué hizo Hitchcock, Coppola, Kurosawa. Básicamente, meterse en un mundo específico que a veces se minimiza. Para escribir un buen guión hace falta tener un conocimiento del lenguaje cinematográfico y de narración específico”, concluye.

8. Escuchar música

Aunque Vega recomienda leer, no solo para escribir guiones sino para la vida en general, destaca sobre todo el vínculo entre la música y el guión. “Creo que la idea de estructura y de movimiento hacia adelante que tiene un guión, a lo que más se parece es a una composición musical. El cine es un devenir de ritmos. Una buena narración tiene ritmos, pausas, aceleraciones, cambio de pulso rítmico, clímax. O sea, lo que tiene una buena composición musical, que la literatura no lo necesita tanto”, explica.

9. Procesos

El proceso de escritura de un guión tiene pasos específicos que Patricio Vega identifica como más ortodoxos.  Esta secuencia va de menor a mayor e inicia con el story line; es decir, la definición de la idea en breves líneas. Luego, se define la historia completa en poco espacio, en una página o poco más, lo cual es conocido como la sinopsis. El desarrollo más amplio de la idea, a continuación de la sinopsis, es el tratamiento y ocupa entre 10 y 15 páginas. Entre este paso y el guion final, está el pre-guion, llamado también escaleta, en el que ya se definen las escenas y el orden de las mismas. Finalmente, construimos un guión desarrollado y dialogado en su primera versión. “Es un proceso móvil y adaptable a cada uno de los escritores. Este proceso no deja de ser un pequeño manual pero solo sirve hasta donde no te bloquea”, advierte.

10. Formación

“La formación del guionista debe ser seria, no puede ser rápida y superficial”, indica Vega quien también es docente. Las personas pueden acceder al conocimiento por distintas vías, pero es probable que en algún punto tengan que cotejar lo aprendido con la guía de un profesional. De todas maneras, él recomienda la profesionalización para posibilitar el crecimiento de la industria. “El cine es una industria importantísima en todo el mundo. Aquí en Perú tiene todavía mucho para crecer y parte del crecimiento tiene que ver con profesionalizarse”, concluye.